En calle Cienfuegos 99, en la esquina con Moneda, en pleno barrio Brasil, abrió hace poco Emporio Moneda.

Un almacén de barrio, de época, ambientando al estilo del 1.900, donde cada detalle cuenta una historia.

De hecho, funciona en lo que fue uno de los salones de fiesta del Palacio Larraín Mancheño, el imponente edificio de inicios del siglo XX, que encuentras en la misma esquina.

Uno de 2. 932 m2, con tres pisos más una mansarda, que albergan 88 habitaciones y 14 baños.

Y se trata de una construcción encargada en 1911 por el empresario Francisco Larraín Alcalde, al arquitecto Gustavo Monckeberg.

Es más, los vecinos lo llamaban “el Titanic”, y es considerado un ícono de la belle époque chilena.

Y en ese lugar habita hace ya casi 20 años José Antonio Ilianovich, licenciado en Historia, y su señora, Sofía Latorre.

De hecho, puedes leer más de esta actual casa museo y de la historia detrás de los habitantes del palacio, aquí.

Toda la nostalgia de un almacén de época

Como te contábamos, Emporio Moneda es el único almacén 100% de época de Santiago.

De hecho, se trata del emprendimiento o sueño de José Antonio y su señora Sofía, a quienes encontrarás atendiendo este lugar, vestidos de época, y listos para contarte la historia de cada uno de los objetos que te transportarán a un Santiago de inicios del siglo pasado.

Así, sobre los estantes de maderas recuperadas te encontrarás con una "joyita", que aún funciona: una caja registradora, de bronce y detalles en relieve, de 1919, de la firma Ohio The National Cash Registe Co.

Y sobre una vitrina que perteneció a la famosa tienda Gath & Chaves, conocido como uno de los primeros grandes almacenes, golosinas, dulces, objetos de uso cotidiano, típicos de un almacén.

"Abrimos este lugar por que siento que Santiago sigue siendo una ciudad que sorprende", cuenta José Antonio.

Por lo que puedes entrar y encartarte, comprar uno de sus dulces de la ligua ($ 1.000), bien rellenos de manjar, o Sal de Cahuil ($ 2.500 1/4), por ejemplo.

Además de golosinas, productos de limpieza, empanadas de pino o simplemente marraqueta.