Rebelión de partidos “chicos” salpica a Elizalde y resucita fantasma de presiones que vivió Jackson por la Convención

Ministro Álvaro Elizalde

Aunque La Moneda fijó una política de no intervención en el proceso constituyente, lentamente algunos parlamentarios han puesto presión al ministro de la Segpres para que trate de rebajar las mayores exigencias que habría a colectividades pequeñas. “Esto pone en riesgo la relación, por lo menos, de algunos partidos oficialistas con el gobierno", advierte el radical Alexis Sepúlveda. El jueves concurrirá a La Moneda un grupo de legisladores para plantear esta inquietud.


La historia corre el riesgo de repetirse.

Una severa advertencia le hizo el diputado radical Alexis Sepúlveda al ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), por el desarrollo de las deliberaciones dentro de la Comisión Experta (una de las instancias encargadas de redactar la nueva Carta Fundamental), que hasta el momento elevan las exigencias para la subsistencia de partidos políticos.

El miércoles de la semana pasada, el parlamentario por El Maule, región a la que Elizalde representó como senador, le planteó que tal como está redactado el primer borrador constitucional es “un atentado a la democracia” y que muchas colectividades oficialistas lo interpretan como “una agresión”, ya que pone en riesgo la existencia de colectividades más pequeñas, como el centenario Partido Radical, la DC y el PPD o tiendas más nuevas, como la Federación Regionalista Verde Social (FREVS), Acción Humanista, el Partido Liberal o algunos grupos del Frente Amplio.

Según lo aprobado en general por los comisionados, en un futuro se exigiría que los partidos obtengan al menos el 5% de los votos a nivel nacional para participar de la repartición de escaños en el Congreso, por lo tanto, un candidato de un partido pequeño, aunque tenga un alta votación, podrían no ser electo si su tienda no llega a ese umbral electoral.

Esto es grave. Pone en riesgo la relación por lo menos de algunos partidos oficialistas con el gobierno. Y es un tema que se lo hemos planteado al ministro Elizalde para que se pueda modificar. Le hemos pedido al ministro que actúe con prontitud. Esto daña las relaciones en el Congreso. Esperamos que el ministro pueda interceder”, comentó Sepúlveda, quien tiene una antigua relación de amistad con el secretario de Estado.

“Entre parlamentarios existe una fuerte preocupación de exigirle al gobierno que esta norma se tiene que morigerar. Evidentemente es una agresión que altera la democracia. Lo que se busca es eliminar la diversidad. Eso no es bueno. Además instala una dictadura de partidos. Sólo existirán cuatro o cinco partidos”, remarcó el legislador radical.

El diputado Alexis Sepúlveda.

Esta misma inquietud también ha sido planteada por el presidente del PR, Leonardo Cubillos, ante la misma Comisión Experta y ante otras instancias del gobierno, que hasta el momento mantiene una política de no intervención en el proceso constituyente.

De hecho, hoy La Moneda ni siquiera brinda asistencia técnica, administrativa ni financiera al proceso constituyente, como ocurrió durante los meses de vigencia de la fallida Convención Constitucional, cuya propuesta fue rechazada en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022.

Sin embargo, lentamente esta presión al gobierno ha ido girando hacia el ministro Elizalde, quien por su antiguo rol de presidente del Senado y su ascendencia en algunos expertos que están redactando el texto constitucional, como el abogado Gabriel Osorio (PS), sería el único que podría incidir en un desenlace adverso para los partidos “chicos”, pues inevitablemente estos tomarían represalias contra el Ejecutivo.

De hecho, el jueves en la mañana concurrirán a La Moneda los diputados Jaime Mulet (FREVS), Alberto Undurraga (DC) y Eric Aedo (DC), además de otros legisladores, para reunirse con Elizalde y proponerle una alternativa: un proyecto de ley para regular la existencia de partidos pequeños.

Si bien una iniciativa legal tramitada en la actual legislatura no garantiza la subsistencia de estas colectividades, pues una futura Constitución podría declararla inconstitucional, al menos se podría ganar tiempo en la medida en que toda nueva Carta Fundamental debe dar un plazo prudencial de implementación.

“Que Elizalde no cometa el error de intentar destruir al centro político, porque en la bipolaridad, hoy al derecha es el 62%”, comentó el diputado Aedo, quien además es jefe del comité falangista.

“Me parece que el gobierno debe tener una postura clara respecto a la propuesta del 5%. Entendemos que en el pasado defendía la diversidad de partidos y la presencia de ellos en el Congreso. Esperamos que pronto se pueda transparentar esa mirada y ojalá no se argumente a que esta es sólo una definición del panel de expertos”, dijo el diputado y jefe de bancada de los liberales, Alejandro Bernales.

Las presiones a Jackson

Estas presiones que ya está recibiendo Elizalde se asemejan a las que vivió el anterior ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson (RD), a quien particularmente los senadores socialistas le exigían intervenir para que la disuelta Convención no avanzara en la disolución del Senado.

Ministro Giorgio Jackson

En su momento, el ministro Jackson expresó que el gobierno podría tener “una opinión respecto de los distintos temas” del proceso constituyente, pero dejando en claro que “nosotros vamos a ser respetuosos de la autonomía de la Convención”. Ello se tradujo en que sólo en contadas ocasiones los personeros del Ejecutivo expresaron su preocupación general por el desarrollo de ciertas discusiones que estaban generando tensión.

Uno de esos temas era precisamente el debate por la unicameralidad y el fin del Senado, que fracturó la relación de Jackson con gran parte de las bancadas de la Cámara Alta, especialmente con la del PS.

Incluso, varios senadores socialistas emplazaron a Jackson y a Boric a asumir un rol en esta discusión.

Me gustaría escuchar al nuevo ministro Jackson y al Presidente Boric. Cuál es su opinión. Me gustaría saber si el ministro designado Jackson está de acuerdo y que sacaran la voz”, dijo, por ejemplo, en febrero de 2022, el senador Alfonso de Urresti, al comentar el acuerdo que se había alcanzado en la Convención para poner fin al Senado, además de otras medidas que le quitaban autoridad al Poder Judicial.

En respuesta, Jackson argumentaba que no tenía mucho margen para incidir en las deliberaciones. Esa versión, sin embargo, nunca encontró credibilidad en las bancadas de senadores.

Incluso, algunos como el socialista Fidel Espinoza hasta el día de hoy responsabilizan al actual ministro de Desarrollo Social de haber sido uno de los autores intelectuales de la fallida apuesta para disolver el Senado.

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