La difícil lucha de Ucrania contra su corrupción endémica

El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en a una conferencia de prensa durante la cumbre de la Unión Europea, en Bruselas, Bélgica, el 9 de febrero de 2023. Foto: Reuters

Tras el escándalo dentro del Ministerio de Defensa, y la reciente purga en la que se involucró al exministro del Interior, Ucrania vuelve a hacer frente a uno de los problemas que ha afectado al país desde la caída de la Unión Soviética, en medio de negociaciones con la UE para su adhesión al bloque.


Estas últimas semanas, el gobierno del Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se enfrentó a distintos escándalos y casos de corrupción, que vuelven a posicionar este fenómeno como un “problema endémico” en Ucrania, en el marco de las negociaciones relacionadas a la adhesión de Kiev a la Unión Europea.

Casos como el de la masiva purga realizada por Zelensky dentro del gobierno hace casi tres semanas, los escándalos dentro del Ministerio de Defensa, que levantaron rumores sobre la dimisión del secretario de la cartera Oleksii Reznikov, y la redada anticorrupción a comienzos de febrero que involucró a figuras como el exministro del Interior, trajeron nuevamente a la agenda uno de los mayores problemas que ha enfrentado la nación hoy en guerra.

El “fantasma de la corrupción” es algo que lleva persiguiendo a Ucrania desde su existencia como territorio independiente -tras la caída de la Unión Soviética, en 1991-, siendo uno de los mayores flagelos tanto para la población como para el gobierno. De hecho, The Guardian, en un artículo de 2015, clasificó a Ucrania como “el país más corrupto de Europa”.

Múltiples casos y polémicas a lo largo de su historia posicionaron al país como uno de los que más sufre de este problema en el continente, según los datos de Transparencia Internacional, cuyo índice de 2022 puso a Ucrania en el ranking 116 -de 180-, siendo de los países más corruptos de Europa oriental. A pesar que desde 2015 ha subido seis puntos, se mantiene en posiciones bajas, sumado a los últimos casos que impactaron al país.

El color de la revolución

Partidarios de Viktor Yushchenko y miembros del grupo estudiantil pro-democrático Pora, protestando contra el presunto fraude electoral durante una manifestación en Kiev, Ucrania, el 2 de noviembre de 2004. Foto: AP

En 2004, los candidatos Viktor Yushchenko y Viktor Yanukovych se disputaban la presidencia, donde este último ganó las elecciones el 21 de noviembre de ese año. Sin embargo, distintos agentes internacionales y la oposición acusaron al gobierno de fraude electoral, basados en la diferencia entre las encuestas y los resultados oficiales.

Esto, en conjunto a hechos como el asesinato del periodista ucraniano Georgiy Gongadze, reconocido por hacer públicos casos de corrupción política en el país, desencadenaron una ola de protestas en Kiev, donde se concentraron cientos de miles de manifestantes, usando el color naranja como distintivo de su lucha, período conocido como la “Revolución Naranja”.

La crisis electoral en Ucrania produjo finalmente que, por orden de la Corte Suprema, frente al fraude y la manipulación de votos, se anularan los resultados de las elecciones, convocando a una segunda instancia. En esta nueva votación, cuyo proceso fue altamente vigilado por observadores internacionales y locales, Yushchenko fue elegido como presidente, ganando por una diferencia de casi ocho puntos.

Irrupción del Euromaidán

Miembros del Ejército Insurgente Ucraniano manifestándose en Kiev, en diciembre de 2013. Foto: Reuters

A pesar de su historial, Yanukovych llegó a la presidencia en 2010, en un período avanzado de negociaciones entre Ucrania y la Unión Europea. En 2011, entró en vigor la Ley Anticorrupción, firmada por Yanukovych, quien buscaba acabar con ese flagelo en el país. Sin embargo, el mandato del presidente llegó a un punto de quiebre en 2013, cuando suspendió los acuerdos de asociación con la UE, después de postergar las tratativas durante un año.

Esto provocó la ira de la población ucraniana, que, motivada por la decisión del presidente y las acusaciones de corrupción contra el gobierno, salió a protestar al centro de Kiev, en un movimiento que se denominó “Euromaidán”, el cual escaló a niveles de violencia impensados, causando la muerte de decenas de manifestantes en enfrentamientos con las fuerzas policiales.

Este escándalo provocó la huida de Yanukovych del país. Tras esto, las autoridades y distintas organizaciones anticorrupción investigaron su lujosa mansión en Mezhyhirya, lo que desembocó en el descubrimiento de cientos de documentos que revelaron una trama de sobornos, malversación de fondos públicos, empresas fantasmas y otros delitos.

Las “Panama Papers”

El expresidente de Ucrania, Petro Poroshenko, hablando con sus seguidores a su llegada al Aeropuerto Internacional Zhuliany, en las afueras de Kiev, el 17 de enero de 2022. Foto: AP

En 2016, durante el mandato del entonces presidente Petro Poroshenko, ocurrió la polémica de los Panama Papers. Entre los documentos filtrados, se acusó al mandatario de ser parte de uno de los 12 líderes políticos involucrados en el uso de paraísos fiscales para el lavado de dinero.

Junto a esto, un año después se acusó a diferentes estructuras empresariales, vinculadas a Poroshenko, de corrupción y tráfico de armas. Por otro lado, investigaciones como las del Centre For Economic Studies estimaron que, durante su mandato, el 62% de las empresas ucranianas no pagaban impuestos, y que casi la mitad de ellas recurrían a los sobornos, algo que ha estado presente en varios escándalos a lo largo de la historia del país.

Socio de la UE

El Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, junto al ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, en una reunión en Kiev, el 7 de febrero de 2023. Foto: Reuters

En 2023, Ucrania vuelve a estar en el ojo del huracán, tras los escándalos relacionados al Ministerio de Defensa, donde el actual Presidente, Volodymyr Zelensky, declaró la guerra contra la corrupción, en medio de las negociaciones para entrar a la Unión Europea.

En este escenario, varios jueces iniciaron acciones legales contra seis exfuncionarios del Ministerio de Defensa, relacionados al escándalo de las compras de suministros militares a sobreprecio, lo que causó la dimisión del viceministro Vyacheslav Shapovalov. Junto a esto, se produjo una ola masiva de renuncias por parte de altos cargos del gobierno, investigados por casos similares.

Por otro lado, la Oficina de Seguridad Económica descubrió una trama de malversación y evasión fiscal por parte de la antigua dirección de Ukrnafta y Ukrtatnafta, las dos empresas petroleras más grandes de Ucrania, cuyos delitos fiscales fueron avaluados en 40.000 millones de grivnas (US$ 1.000 millones).

Uno de los casos más llamativos fue el allanamiento de la residencia del exministro del Interior Arsen Avakov, y del oligarca Ihor Kolomoisky, considerado dentro de las personas más ricas de Ucrania. Mientras que el exministro es investigado por malversación de fondos en contratos de compra de helicópteros en 2018, Kolomoisky, quien ayudó a Zelensky en su carrera política, fue acusado de fraude, por su participación en PrivatBank, el banco más grande de Ucrania, que estuvo en la mira por casos de malversación.

El exministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, durante una conferencia de prensa sobre la investigación del asesinato del periodista Pavel Sheremet en 2016, en Kiev, el 12 de diciembre de 2019. Foto: Reuters

La situación que vive Ucrania actualmente es complicada, ya que estos escándalos ponen en peligro tanto los acuerdos con la UE como el apoyo de Occidente a Kiev contra la invasión rusa, razón por la que ahora buscan hacer un “lavado de cara”: “Ucrania quiere demostrar que puede presentar un gobierno estable capaz de negociar y demostrar los sistemas de valores y el compromiso con la transparencia necesarios para formar parte de la UE”, declaró a AFP Melanie Garson, profesora de Seguridad Internacional del University College de Londres.

Por ahora, Ucrania dirige sus esfuerzos a combatir la corrupción en el país, en el marco de la cumbre de la Unión Europea, que se celebró este jueves en Bruselas, donde Zelensky tenía como misión insistir en la adhesión de Kiev al bloque, mostrando que su mandato se encuentra “limpio”. “Ucrania será miembro de la UE”, dijo.

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