Chile: una larga y angosta olla a presión

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Manifestación del 22 de octubre en Concepción. Foto: Agenciauno

Los saqueos disminuyen, mientras los caceroleos y protestas pacíficas se multiplican y crecen en participación. También aumentan los civiles fallecidos y heridos. El país continúa movilizado.


Si hubiera que musicalizar el estallido social, habría que hacerlo con el metálico caceroleo. Ayer, en la sexta jornada de protestas, el ruido de las pailas, tapas de ollas y cucharones se intensificó en todo el país, en manifestaciones pacíficas que tuvieron más participantes que en los días previos. La olla a presión no termina de estallar.

Por ejemplo, a las 18 horas, cuando faltaban dos horas para el inicio del toque de queda en Santiago, Carabineros informó que había 22 mil personas en Plaza Italia. El lunes eran 20 mil. La protesta comenzó al mediodía y se fue desbordando con el paso de las horas, gracias a gente que llegó marchando desde otros puntos de la ciudad, como Escuela Militar.

A Plaza Italia llegó tanta gente, que se produjo un tenso enfrentamiento entre civiles y 23 militares. Los manifestantes tuvieron que arrancar del lugar en medio de disparos al aire y bombas lacrimógenas.

Además, se multiplicaron las formas de protestar, desde la fiesta electrónica al ritmo del "guanaco" de los penquistas en Concepción, hasta los pies de cueca que hubo en La Dehesa y el caceroleo solitario de un carabinero en Maipú.

Lamentablemente, la creatividad no impidió que ocurrieran hechos de violencia. Las autoridades contabilizaban 15 personas fallecidas hasta ayer, de las cuales al menos cuatro murieron por disparos de las Fuerzas Armadas. Otros siete no habían sido identificados, porque perecieron calcinados. Por la tarde hubo otras dos muertes.

El INDH había constatado, hasta las 22.30 horas, 1.894 personas detenidas, entre ellos 215 menores de edad, 268 hospitalizados y 137 heridos por armas de fuego.

Pese a eso, las actividades cotidianas del país recuperaron un poco más la normalidad. Ayer hubo menos saqueos, con excepción de uno ocurrido en Puente Alto, donde personas usaron un bus del Transantiago para abrir la cortina de un local. Además, en todas las zonas con estado de excepción del país abrieron 200 sucursales bancarias, más del doble que el día anterior.

El sistema de transportes también sumó más pasajeros. La Línea 1 del Metro tuvo una afluencia de 111 mil pasajeros en la mañana, 60% más que el lunes. Pero la Dirección del Trabajo registró 5.296 ausentismos y atrasos laborales, más del doble que en la jornada previa. Este es el panorama de la crisis en cada una de las regiones del país.

(Para ampliar la infografía, haz click aquí o en la imagen)

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