Valparaíso: ninguno de los 10 ascensores comprados por el Estado en 2012 está en funcionamiento

Ascensor Concepción de Valparaíso. Foto: Dedvi Missene

El 27 de mayo de 2012, el Presidente Piñera firmó la compra de 10 ascensores privados en Valparaíso, como parte del "Legado Bicentenario". Solo tres de ellos han sido restaurados y entraron en funcionamiento, pero después de la caída del Concepción -y la pandemia-, cesaron sus operaciones.


“A casi una década de la compra de nueve ascensores por parte del Estado de Chile, con proyectos de restauración fallidos, abandono y cierre total de estos mismos (...), nos manifestamos este viernes 25 de junio, a las 14 horas, frente a la Intendencia de Valparaíso”.

Esa fue la convocatoria que divulgó la agrupación Usuarios de Ascensores de Valparaíso, a través de redes sociales, y a la cual asistieron, pese a la lluvia, cerca de 30 personas.

“Al día de hoy todos los ascensores comprados por el Gore (Gobierno Regional) se encuentran cerrados, perjudicando la vida de cientos de habitantes de nuestra ciudad”, dijo en la plaza cívica el vocero del movimiento, César Avendaño. Lo que exigen, agregó, es “que las cosas se hagan mejor” y que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) apresure la restauración.

El 27 de mayo de 2012, el Presidente Sebastián Piñera formalizó la compra de 10 ascensores privados en Valparaíso. La iniciativa presidencial costó $ 2.200 millones y formó parte del “Legado Bicentenario”. La recuperación y reparación se proyectó a ocho años -terminaba el 2020- con una inversión estimada de $ 2.700 millones.

Fue así como el Gore de Valparaíso adquirió los ascensores Concepción, Artillería, Florida, Mariposas, Monjas, Cordillera, Larraín, Espíritu Santo, Villaseca y el terreno donde alguna vez operó el Santo Domingo. Se proyectaba, a partir de este último, el diseño de un nuevo funicular. “Habíamos considerado originalmente que ya que no había ascensor ahí, se podría optar por un ascensor de líneas más modernas”, explica el exseremi de Obras Públicas Pedro Sariego.

Por su parte, el actual seremi, Raúl Fuhrer, explica que “el ascensor Santo Domingo formaba parte de un paquete de ascensores que se adquirió a un privado en 2012, pero nunca fue considerado por el Gore ni el MOP como parte del proyecto de restauración, por tratarse de un terreno eriazo carente de infraestructura”.

Los que sí fueron considerados fueron los otros nueve, pero a la fecha ninguno se encuentra en funcionamiento.

Si bien tres fueron restaurados y retomaron los viajes bajo la administración del municipio -el Espíritu Santo en agosto 2018, el Cordillera en enero de 2019 y el Concepción en abril de 2019-, todos, en 2020, debieron cesar sus operaciones.

Actualmente, en Valparaíso solo funcionan cinco ascensores de propiedad y administración municipal: el Barón, el Polanco, el Reina Victoria, El Peral y el San Agustín.

La caída del ascensor Concepción

Como nunca antes en la historia de los ascensores en Valparaíso -asegura el exseremi Sariego-, el Concepción se cayó en enero de 2020, con seis pasajeros a bordo. Cinco de ellos resultaron con lesiones “graves y gravísimas”, dice Cinthia Velásquez, vocera de los accidentados. En mayo de 2020 presentaron una querella a la fiscalía, que investiga el hecho por cuasidelito de lesiones. El fiscal Juan Ignacio Sepúlveda ha realizado diligencias y espera del Laboratorio de Criminalística de la PDI en Santiago un informe técnico, que todavía no lo ha recepcionado. Velásquez dice que esperan ese antecedente para presentar una demanda civil “con nombre y apellido”.

¿Por qué se cayó el funicular? El seremi Raúl Fuhrer explicó que fue por un problema de mantención -que compete al municipio- y no de diseño. Desde el MOP también aclararon que se hicieron todas las pruebas requeridas antes de entregar el ascensor a la alcaldía. Sariego disiente. Él trabajaba como asesor técnico en esa restauración. “La comunidad presionaba y el director regional (Manuel Pedreros) decidió entregar. Faltaban pruebas. Yo no estaba de acuerdo en entregar, así que me sacaron del cargo”, explica. Desde entonces el Concepción está cerrado.

Luego del accidente (enero 2020) llegó la pandemia. Como precaución sanitaria, todos los ascensores cerraron: los de propiedad municipal, y el Cordillera y Espíritu Santo.

Pero en septiembre de 2020, cuando la alcaldía comenzó reabrir los funiculares, un informe que solicitó al MOP le impidió reabrir el Cordillera y el Espíritu Santo. Después de una inspección técnica de la Dirección de Arquitectura -informó el municipio- el ministerio “expresa que no existe por ahora la factibilidad técnica de volver a poner en marcha ambos elevadores”.

Según el seremi MOP, ya se inició una licitación para realizar obras de conservación en estos tres ascensores. “Los trabajos se concentrarán mayoritariamente en reparar los daños sufridos por el ascensor Concepción (...), además de realizar ajustes menores en el Espíritu Santo y el Cordillera. Estas reparaciones, avaluadas en $ 220 millones, debieran iniciarse a comienzos del segundo semestre y se extenderán por 75 días, por lo que se estima que estos tres ascensores volverán a estar operativos el cuarto trimestre de este año”, dijo Raúl Fuhrer.

Ascensor Artillería

Respecto del ascensor Artillería, que conecta el plan con el turístico Paseo 21 de Mayo, su “primera licitación de obras no pudo adjudicarse porque la oferta recibida superaba largamente el presupuesto”, agregó la autoridad. El Ministerio de Desarrollo Social está revaluando el proyecto y su monto se reajustó a $ 5.500 millones. Se estima que la nueva licitación será publicada el tercer trimestre de este año. De resultar exitosa, la restauración podría iniciarse el primer trimestre de 2022.

El Artillería es uno de los cuatro ascensores -de los 10 que compró el Gore- que funcionaba al momento de su adquisición. También lo hacían el Concepción, el Espíritu Santo y el Cordillera.

Y este ascensor, que lleva el nombre del cerro donde está ubicado, siguió funcionando, aunque todavía no fuese restaurado. El servicio se detuvo hace dos meses. Jeny Castro, presidenta de la agrupación Feria de Turismo Paseo 21 de Mayo Mirador, cuenta que “hay una pieza que cada cierto tiempo se echa a perder. La arreglaron, pero no han echado a andar los carros. Prefieren la seguridad de la gente”.

Asimismo, considera que “es malo que esté cerrado, en la parte económica, en la comodidad, en lo práctico. Ahora hay que tomar un colectivo, que sale más caro ($ 650 vs. $ 300 en ascensor). Aparte es inseguro ese sector. Una se arriesga a que la asalten”.

Villaseca y Monjas: incumplen las constructoras

“En el caso de los ascensores Villaseca y Monjas, que debido a incumplimientos de las constructoras vieron paralizadas sus obras y se puso término anticipado a los contratos, se ha continuado con las gestiones administrativas para licitar el término de estas restauraciones”, señala el seremi, quien estima que ambas licitaciones podrán ser publicadas el cuarto trimestre de este año.

El objetivo es que ambos ascensores vean concluidas sus obras hacia fines del 2022.

Mariposas y Florida: nuevos diseños

Para los ascensores Mariposas y Florida, el MOP actualizará los diseños de ambos proyectos, con estudios de mecánicas de suelo y una evaluación arqueológica, además de incorporar obras adicionales de refuerzo estructural en sus planos de rodadura.

El gobierno estima publicar la licitación del diseño el tercer trimestre de este año. La meta es que que en 2023 puedan licitarse, finalmente, las obras.

Ascensor Larraín: sin programación

El proceso de restauración del Larraín aún no presenta una programación. El Gore debe resolver la superposición -de una pequeña fracción del sitio del ascensor- sobre un terreno privado.

Retraso en las obras

¿A qué se debe el retraso en las obras? El seremi Fuhrer dice que “de los nueve ascensores que asumió el MOP para su restauración, solo cuatro se encontraban operativos y prestaban servicio a la comunidad”.

La restauración de las obras, a su vez, ha resultado compleja para las constructoras que se han adjudicado las licitaciones. Sobre todo por lo específico de la reparación y puesta en marcha del sistema electromecánico de los funiculares. Esto se ha traducido en ofertas más altas de parte de las empresas, y la solicitud de más recursos a la Dirección de Presupuestos por parte del ministerio.

Además, algunos de los diseños ejecutados con anterioridad han estado incompletos. Tampoco ha sido favorable el hecho de que no existe una norma que regularice los diseños y operaciones de los ascensores. El ministerio ha ido definiendo los estándares sobre la marcha. Se espera que, en el futuro, el Ministerio de Transportes elabore normas de certificación y estándares específicos para ascensores.

Nuevo equipo

Para concretar la nueva programación que ha formulado el MOP, la Dirección de Arquitectura consiguió financiamiento para formar un equipo multidisciplinario, que tendrá dedicación exclusiva para la gestión de todos los proyectos de ascensores.

Este equipo estará integrado por cuatro profesionales especializados en ingeniería mecánica, eléctrica y estructural, y proporcionará la información técnica que se requiere para la formulación de las iniciativas, las licitaciones y la posterior ejecución de las consultorías de diseño y de obras que correspondan.

Lo anterior permitirá ahorrar recursos al ministerio. El equipo comenzará a funcionar el 1 de julio en Valparaíso, hasta fin de año, y se espera que continúen con su servicio también en 2022.

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