Boric alista profundo cambio de gabinete marcado por salida de Siches y Jackson de sus cargos

REUTERS/Pablo Sanhueza

Luego del contundente triunfo del Rechazo, el Jefe de Estado prepara una modificación en su equipo ministerial con el cual dejará atrás su diseño original. El Presidente ya comenzó el chequeo de nombres para su nuevo elenco, mientras en paralelo busca contener que sus coaliciones de gobierno -Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático- se desborden ante el recrudecimiento de las recriminaciones cruzadas.


Fue una señal contundente. Apenas el Presidente Gabriel Boric terminó su discurso -a eso de las 21.00 de este domingo- bajó desde el segundo piso de La Moneda al Salón Montt Varas para reunirse con todo su gabinete y hacer un balance íntimo de la jornada en que el Rechazo en el plebiscito constitucional se impuso por amplia mayoría y le asestó una dura derrota a su gobierno. Entre aplausos y abrazos, la mayoría del equipo ministerial compartió sus reflexiones. Pero hubo un silencio que llamó la atención: la jefa de gabinete del Mandatario, Izkia Siches, no lideró la instancia. Una muestra más de lo que ya para muchos en el gobierno es un hecho: que no seguirá a la cabeza del Ministerio del Interior.

También dio para interpretaciones la participación de Giorgio Jackson (Segpres). La mano derecha del Jefe de Estado -quien para muchos en la oposición y también en sectores del oficialismo debería asumir responsabilidades políticas por el fracaso-, fue uno de los primeros en tomar la palabra y abordar sus causas. Ese reservado diagnóstico de los ministros con Boric fue, probablemente, uno de los últimos momentos que compartirán juntos, al menos, en esos cargos.

El Mandatario decidió, según afirman en La Moneda, realizar un profundo cambio de gabinete tras la contundente derrota. Una modificación que incluye la salida de Siches y Jackson de sus puestos, quienes durante estos seis meses, por distintas razones, han sido objeto de duras críticas. “Hacer frente a estos importantes y urgentes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de gobierno para enfrentar este nuevo período con renovados bríos. Pueden tener la tranquilidad que el camino a una nueva Constitución jamás será obstáculo para dar respuesta a las urgencias que ustedes nos han planteado”, dijo Boric en su declaración, pasadas las 20.45, en la cual también reconoció el fracaso electoral.

Renuncia al diseño original

La derrota de un gobierno y un Presidente que arriesgaron todo por un esquivo triunfo del Apruebo obliga a Boric a reconfigurar su comité político, el que se había reservado inicialmente para figuras de Apruebo Dignidad o de su plena confianza, como su amigo Jackson, o a quien siente que le debió parte importante de su triunfo en segunda vuelta, como Siches.

Pero los resultados de los comicios de este domingo también lo forzarán a dejar caer a varios de sus colaboradores de estos primeros seis meses, ya sea con el objetivo de sacudirse gestiones mal evaluadas y futuros flancos, como también con el fin de equilibrar políticamente su gabinete entre sus dos coaliciones, Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, donde una contienda anticipada se abrió en las semanas previas al plebiscito para, ganara la opción que ganara, lograr mayor influencia al interior del gobierno. Un escenario que se agudizó este domingo tras conocerse los resultados, donde el Socialismo Democrático comenzó a transmitir, con dureza, que se requiere un cambio radical en el equipo ministerial con mayor presencia de ellos, de lo contrario, será difícil dejarlos conformes.

Por lo mismo, el Jefe de Estado, según fuentes de Palacio, ya comenzó el chequeo de nombres para su próximo elenco el cual ya tiene, según las mismas fuentes, casi listo. En paralelo, el Mandatario intenta contener otra de sus principales preocupaciones: que se desborde la relación entre sus coaliciones de gobierno debido a que las recriminaciones entre ambos sectores se recrudecieron tras conocerse los resultados.

El Mandatario venía preparándose hace semanas para el escenario más probable: que el Rechazo triunfara la noche de este domingo, como ocurrió. Y más allá de las señales que dio, convocando un nuevo proceso constituyente y llamando a la unidad del país, Boric tiene claro que un cambio de elenco es inevitable. Con los resultados sobre la mesa, de hecho, en La Moneda ayer transmitían que el anuncio se concretará esta semana sin falta, dada la distancia entre el Apruebo y el Rechazo (poco más de 20 puntos).

Así, antes de la jornada de este domingo, el Presidente llevaba varios días diseñando en su cabeza una fórmula que le permitiera enfrentar el probable fracaso de anoche para seguir gobernando, pero también aprovechar la oportunidad que se le abre con la victoria de quienes no visaron la propuesta de nueva Constitución: ser él quien juegue un rol en el proceso de acuerdos constitucionales que se comenzarán a negociar en las próximas horas y que darán paso a un nuevo órgano.

Las intuiciones entre quienes han conversado con el Presidente en los últimos días apuntan a que un triunfo del Rechazo lo inclinarían a un gabinete en donde el Socialismo Democrático entre con mayor fuerza y, además, se rompa con el “desequilibrio” que ha acusado esa coalición a nivel de subsecretarías, donde ellos solo mantienen cuatro, mientras que Apruebo Dignidad suma 25 y las otras 10 corresponden a independientes. Este último grupo, dicen en ese sector, debería ser uno de los más damnificados. En Apruebo Dignidad, por el contrario, resienten que la exConcertación instale esa tesis. Semanas antes del plebiscito, de hecho, ministras como Orellana y Vallejo advirtieron que era un error vincular el triunfo de una u otra opción con la reconfiguración de fuerzas al interior del equipo ministerial.

Pese a las apuestas de sus partidos, el mensaje de Boric ha sido claro en los últimos días, cuando en la antesala del referéndum en el oficialismo se desató la guerra de apuestas por los cargos que se podrían abrir en el gabinete: que su reflexión ha sido profunda y que no se dejará presionar por las pretensiones de cada colectividad. Un análisis que, en todo caso, ahora en el Socialismo Democrático ponen en duda porque advierten que no cederán en su postura respecto a estar en el “corazón del gobierno”.

Nuevos equilibrios y elencos

¿Qué hacer con Interior? Esa es una pregunta que el Presidente Boric se ha hecho en repetidas oportunidades. Hoy tiene que decidir a quién le dará el ministerio más importante de su equipo político con los objetivos que tiene por delante su gobierno, pero también esa cartera en particular, la que le ha dado más de algún dolor de cabeza en su periodo de instalación.

Si bien en el Socialismo Democrático hay quienes no descartan que el Mandatario haga un gesto a ese sector -sobre la mesa ha estado la posibilidad de que el subsecretario Manuel Monsalve suba a ese cargo y también nombres como los de Carlos Montes (Vivienda) o la exministra Carolina Tohá (PPD)-, en las directivas de los partidos dicen que la decisión dependerá mucho de quién asuma la Segpres, cargo que ellos miran con más interés. Tohá, en todo caso, al cierre de esta edición, sonaba como una de las cartas seguras para ingresar al comité político.

Con Jackson fuera de la repartición, en el Frente Amplio algunos han impulsado que suba el Subdere Miguel Crispi (RD), algo que, en todo caso, no convence a su propio partido, Revolución Democrática. De ser así, tendría lógica que un PS, como el propio Monsalve, asuma Interior. Otra alternativa es que el socialista asuma la Segpres y sea el RD el que reemplace a Siches. Esto último, de todas formas es visto con dificultad de parte de los dirigentes del Socialismo Democrático, desde donde leen que el bloque de origen del Mandatario queda con una legitimidad muy menor para liderar el comité político tras el triunfo del Rechazo.

Un nombre que también ha sonado para la Segpres es el de la actual jefa de gabinete de la expresidenta del Colmed, Ana Lya Uriarte. La socialista, quien es cercana a la expresidenta Michelle Bachelet y es amiga de la actual timonel PS, Paulina Vodanovic, es una carta que esa colectividad ha promovido. Su nombre, de todas formas, genera dudas en el Socialismo Democrático. Esta vez, dicen entre algunos dirigentes de esa coalición, Boric debería apostar a señales totalmente contrarias a las que dio al asumir cuando Álvaro Elizalde lideraba la colectividad y nombró a varios personeros de su disidencia, como Monsalve y Maya Fernández (Defensa), en cargos clave. En el entorno del líder de la Cámara Alta, en todo caso, señalan que no tendría inconveniente con que Uriarte asuma algún cargo.

En La Moneda si bien dicen que el cambio será profundo, no se tocaría al equipo económico encabezado por Mario Marcel (Hacienda).

El PPD, por su parte, tiene cartas como su presidenta, Natalia Piergentilli, y el exdiputado Marco Antonio Núñez, quien aspira asumir algún cargo en el Minsal. La dirigenta, de hecho, ya hizo público que su colectividad quiere entrar el equipo político del Presidente y, tras la salida de Vega -la que resintieron en la sede de Santo Domingo-, dicen en el oficialismo, “cobrarán caro” esa señal.

El problema de la tienda, en todo caso, dicen en el gobierno, es su bancada. El partido tiene actualmente nueve escaños inscritos bajo la bancada independiente-PPD en la Cámara Baja, sin embargo, los seis parlamentarios que no militan formalmente en la colectividad ya anunciaron que dejarán de actuar en bloque con el resto de ese comité, el que quedó integrado solo por Raúl Soto, Helia Molina y Carolina Marzán. Esa fisura en el Congreso podría ser un problema cuando Boric deba sopesar los votos y señales para asegurar la viabilidad de sus reformas en el Parlamento.

Tanto es así que en el gobierno han sondeado a la Democracia Cristiana para evaluar ampliar aún más la base de apoyo de la administración del Mandatario. La crisis interna de la colectividad liderada por Felipe Delpín, en todo caso, no hará fácil resolver ese dilema ni en Alameda 1460 ni en La Moneda. Un nombre, eso sí, ha sonado fuerte: el de la abogada decé Elisa Walker.

Por su parte, el PR está consciente de que su única ministra, Marcela Hernando, podría salir del gabinete, tras diversas diferencias y dificultades durante su gestión. En La Moneda no olvidan cuando -ante la prensa- aseguró que no fue informada previamente desde el directorio de Codelco del cierre de la Fundición Ventanas. El partido, que en enero ya le advirtió al Mandatario que sin ministros no eran parte del gobierno, están promoviendo al exministro de Justicia José Antonio Gómez. En el cargo de Hernando, por otro lado, suena con fuerza que su reemplazo será el hoy asesor del Segundo Piso Diego Pardow. Eso sí, ese movimiento podría generar una reconfiguración del equipo que hoy lidera Lucía Dammert.

“Gabriel debe articular un gabinete que le permita expresar su forma de ver el mundo”, dicen sus cercanos.

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