El Centro de Estudios Públicos (CEP) acaba de publicar un nuevo estudio en el cual analizó el comportamiento de los diputados independientes en la Cámara.

El análisis -bajo el título ‘Mi compromiso es con la gente’: El peso de los independientes en la Cámara de Diputadas y Diputados- fue realizado por los autores Aldo Mascareño, Juan Rozas y Trinidad Pacareu.

Para eso se recopilaron los registros de votación de los 155 miembros de la Cámara correspondientes al período comprendido entre abril de 2024 y marzo de 2025. En el estudio los autores detallan que “para estimar las posiciones relativas de los legisladores y analizar la dinámica política de la Cámara, se empleó el algoritmo nominate”.

Usando los registros oficiales de la página web de la Cámara, el estudio considera que los parlamentarios de izquierda alcanzan a 63 miembros (40,6%) y los de derecha a 48 (31%). El resto, es decir, un total de 44 parlamentarios (28,4%), son considerados independientes.

Para los autores, “el problema clásico con los independientes es que su no alineamiento (o su vinculación débil, instrumental) con partidos o bancadas políticas produce distorsión en las dinámicas partidarias, de bancadas o comités”.

En esa misma línea, a lo largo del estudio se sostiene que “los independientes tienen una conducta de votación que, en general, altera la coordinación de partidos y bancadas”.

Junto con eso, se pudo constatar que “no contribuyen de manera sustantiva al orden de la Cámara ni a la fluidez del proceso legislativo y aportan de manera notoria a la polarización del foro”. Por eso añaden que “sus efectos sobre la deslegitimación del sistema son poco visibles, pero constantes y tampoco parecen haber contribuido a incrementar su representatividad en el sentido de una mediación efectiva entre públicos y sistema”.

Las bancadas más cohesionadas

Otro hallazgo del estudio apunta a que “el comportamiento de los independientes tiende a ser más regular en la izquierda que en la derecha: en la primera, se mueven junto a las tendencias generales de las agrupaciones; en la segunda, tensionan el sector hacia la derecha del espectro”.

En esa línea, los autores proceden a hacer un análisis detallados por bancada: “El Comité Comunistas, FRVS y AH, por ejemplo, tiene una cohesión alta en sus militantes, pero el independiente en el comité (Hernán Palma) vota alejado del promedio del comité. Solo la Bancada PPD muestra una alta cohesión y coherencia entre militantes e independientes. El Comité Republicanos presenta también un buen rendimiento en este sentido, así como la Bancada Frente Amplio, aunque aquí la cohesión de los independientes en la bancada es menor que la de militantes”.

“La bancada RN es también de interés. Ella muestra una coherencia alta en sus promedios, pero la cohesión de los independientes es claramente menor que la de militantes. Es decir, los independientes tienden a desordenar a RN en su conducta de votación. Algo similar acontece con la Bancada UDI y con la de Evópoli, esta última con dos independientes en la bancada”, se lee en el estudio.

Luego analizan otras bancadas: “El caso más dramático de baja cohesión y falta de coherencia es el del Comité Social Cristianos y Nacional Libertarios. Su rango de dispersión, tanto para la bancada como para militantes e independientes, es alto y la coherencia de su alineamiento es baja. Es de interés notar aquí que los independientes tienden a posicionarse más a la derecha que los militantes de partido. El Comité DC es otro caso atractivo. Sus promedios (bancada, militantes, independientes) tiene baja coherencia y la dispersión de los independientes eleva el de la bancada, mientras que sus militantes muestran cohesión”.

Independientes y la reforma política

El estudio del CEP llega en un momento en que el Congreso -tanto la reforma del Senado como la que pretende ingresar el ministro del Interior Álvaro Elizalde (PS) en junio- busca justamente evitar estas dispersiones y controlar la fragmentación de la Cámara.

Por eso a juicio de Mascareño en los proyectos que se están tramitando hay ideas que contribuyen a ese objetivo. “En la actual propuesta de reforma se establecen umbrales de representación y se prohíben las listas de independientes y, a aquellos independientes que conformen listas de partido, se les impide también renunciar al comité parlamentario bajo la sanción de perder escaño. Estas propuestas pueden contribuir a la cohesión, coherencia y moderación de la polarización en la Cámara de Diputadas y Diputados”, explica el investigador a La Tercera.

Para el sociólogo “también pueden ayudar las modificaciones a reglas legales vinculadas con la ley antidíscolos y la ley electoral, con el fin de incentivar a los partidos a que incluyan candidatos militantes”.

Pero no solo eso. Según Mascareño también deben existir acciones por parte de los partidos: “Por ejemplo, se debe poner atención a la formación de bancadas. Si se quiere persistir en la capacidad de ordenamiento de la dinámica política en la Cámara, su funcionamiento orientado a la disciplina, la cohesión y la coherencia requiere ser mejorado por los partidos”.

Con todo, para el investigador del CEp la clave está en que los partidos no caigan en la tentación de abultar sus listas con personajes del mundo independiente. “Los partidos tienen que resistir a la tentación de incluir figuras de farándula, influencers territoriales locales o ídolos identitarios. El eventual aumento de rendimientos electorales que ellos traen se paga, en el mediano plazo, con una reducción de la cohesión partidaria, con el descenso de la coherencia de bancada, con aumento de la polarización y la pérdida de unidad doctrinaria en las agrupaciones partidarias“, concluye Masacareño.