“Estamos en el ojo del huracán, buscarán cualquier cosa para hacernos pelear”: el control de daños de Siches con los jefes de partido tras la polémica avivada por Jackson

La ministra del Interior, Izkia Siches.

La jefa política del gabinete buscó aplacar las reacciones de los timoneles frente a los dichos del titular de la Segpres, quien señaló que “nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que frente a una generación que nos antecedió”, aludiendo a los gobiernos de la exconcertación, aliados hoy presentes en el gobierno desde el Socialismo Democrático.


“Estimados presidente de partidos. Estamos en el ojo del huracán. Buscarán cualquier cosa para hacernos pelear, distorsionar o dañar. Muy atentos a los errores no forzados y a no caer en su juego. Este es un gobierno diverso en edades, experiencias y miradas. #Seguimos”.

A las 13.28 horas de este miércoles, y con ese mensaje de WhatsApp en el grupo del comité político ampliado, la titular de Interior y jefa política del gabinete, Izkia Siches, buscó contener reacciones de los timoneles del oficialismo ante la polémica que ha involucrado al ministro de la Segpres, Giorgio Jackson durante esta mañana, tras sus dichos en la víspera, cuando aludió a que los “valores y principios” de su sector son mejores versus a los exgobiernos de Piñera y de la misma exconcertación.

Conocedores del “control de daños” de la ministra, señalan que en Palacio se transmitió la preocupación por la cantidad de críticas -incluso desde el mismo sector- al jefe de la Segpres. Hasta el cierre de esta nota, el mensaje aún no era replicado por el resto de los presidentes de partido.

Sin embargo, durante una entrevista en Radio Infinita casi en paralelo al mensaje de la jefa de Interior, y con la polémica como telón de fondo, la jefa del PPD, Natalia Piergentili, desestimó la validez de la Segpres como el espacio para llegar a un acuerdo político previo de modificaciones a la nueva Constitución, como lo instó el Presidente Boric hace algunos días y del cual ya han existido tratativas en las coaliciones. “Hoy en día, cuando se necesita un acuerdo político, la Segpres no puede ser un interlocutor. Tendremos que hablar con los otros partidos de presidente a presidente”, dijo.

Luego de que La Tercera dio a conocer el mensaje de Siches, hubo recriminaciones cruzadas en el grupo por la filtración. Uno de los representantes remarcó que con trascendidos así, “se hace imposible tener un intercambio franco y fluido”. Otros, cuestionaron que el chat de comité político es un espacio de “confianza”. El mayor reparo, eso sí, vino desde la jefa de gabinete de la ministra, Ana Lya Uriarte, quien también se hizo parte de esas voces. La vocera de gobierno, Camila Vallejo, también reaccionó en el chat interno.

Polémica en Twitch

Durante la noche del martes, junto al streamer conocido como Wingz y la periodista de Contexto Factual, Valentina Matus, el secretario de Estado habló extensamente sobre la diferencia de la actual administración con los gobiernos de Sebastián Piñera y de la exconcertación.

“Nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió, que podía estar identificada con el mismo rango de espectro político, como la centro izquierda y la izquierda, yo creo que estamos abordando los temas con menos eufemismo y con más franqueza”, señaló.

Asimismo, sostuvo que frente a sus antecesores “tenemos infinitamente menos conflictos de interés que otros que trenzaban entre la política y el dinero. Son tantos años de administrar el poder que es muy fácil tener el mismo tiempo el poder político y un compromiso con un negocio que pueda estar por fuera. Este tipo de conflictos de interés, que en algunos casos extremos pueden derivar en corrupción derechamente y en otras formas más sofisticadas de corrupción, como el tráfico de influencias o como las puertas giratorias, (..) yo diría que si llegamos a ver algo parecido en nuestra administración, esos se van a ir cagando (sic)”.

Tras el vendaval de críticas transversales, Jackson debió ofrecer disculpas desde el Congreso y realizó gestiones privadas con algunos parlamentarios del Socialismo Democrático -los principales aludidos- donde buscó aplacar las réplicas a sus dichos.

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