Fin del Senado tensiona negociaciones entre Apruebo Dignidad y PS-PPD por la nueva mesa

10 DE DICIEMBRE DE 2019/VALPARAISO Vista general de la sesion especial del Senado en donde se analiza la Acusacion Constitucional en contra del ex ministro del Interior, Andres Chadwick. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Reuniones de urgencia se realizaron en las oficinas de las bancadas de la DC y el PS tratando descomprimir el mal ambiente que existe por el papel que han jugado el Frente Amplio y el PC para poner fin a la Cámara Alta en la Convención Constitucional.


Reuniones de urgencia en las oficinas de las bancadas de la DC y el PS se realizaron este miércoles en la tarde en el Senado tratando descomprimir el mal ambiente que se ha generado por las negociaciones para distribuir las comisiones legislativas y los años de presidencia en el próximo período legislativo.

Aunque ya existe un acuerdo marco entre la derecha y la centroizquierda para dividir dos años de presidencia de la Cámara Alta para cada sector y rotarse el dominio de comisiones estratégicas como Hacienda y Constitución, las tensiones intrabloque han demorado el desenlace del acuerdo.

El martes en la tarde, cerca de las 15 horas, las bancadas del PPD y el PS se reunieron para acordar una estrategia común. Según algunos presentes, el PPD pidió a los socialistas apoyar una queja contra la bancada de Apruebo Dignidad (coalición inicial del Presidente electo Gabriel Boric, compuesta por senadores del PC, el Frente Regionalista Verde Social y RD), cuyos integrantes promueven abiertamente el fin del Senado, idea que predomina en la Convención Constitucional y que pone en riesgo la continuidad de la institución si es que se llega a plebiscitar, aprobar y promulgar una nueva Carta Fundamental.

Así, en una reunión posterior, realizada el mismo martes, el senador independiente-PPD, Pedro Araya, quien es una de las cartas de su bancada para presidir la Cámara Alta, le hizo ver a la interlocutora de Apruebo Dignidad, la senadora electa del PC Claudia Pascual, que no correspondía que los representantes comunistas y del Frente Amplio participaran del acuerdo de gobernabilidad de la corporación, si paralelamente seguían con la campaña para poner fin al Senado.

Según algunos asistentes a esa reunión (en la que estaban José Miguel Insulza y Alfonso de Urresti por el PS y Ximena Rincón y Matías Walker por la DC), Pascual lo tomó como una amenaza.

La situación puso en suspenso en las conversaciones. Araya, sin embargo, le hizo ver que su ánimo no era excluir a los comunistas, quienes a través de Pascual, siguieron participando de las reuniones siguientes.

“Es necesario que quienes presidan la mesa y quienes estarán en ciertas comisiones estratégicas, crean que el Senado debe seguir. No se entiende que, por ejemplo, Apruebo Dignidad pida un cupo en Hacienda para un senador electo (Daniel Núñez, PC) que ha sido un férreo partidario de que el Senado se termine”, dijo Araya, al ser consultado por La Tercera.

La postura de Araya era compartida plenamente por el PPD, aunque en el PS, había matices: le reconocían al senador por Antofagasta que tenía un reclamo legítimo.

En la tarde del miércoles, esa tensión se logró apaciguar en parte con la propuesta de Matías Walker de que las comisiones sean integradas por siete senadores en vez de cinco, lo que ayudaría a descomprimir la presión por ser parte de las instancias más importantes del Senado.

Si bien ese episodio no ponía en riesgo el acuerdo marco entre centroizquierda y la derecha (pues Apruebo Dignidad solo cuenta con seis senadores, que no son suficientes para oponer resistencia a la mayoría de la Sala), el hecho se sumó a la lista de tensiones que han ralentizado las conversaciones.

Por el lado de la derecha, el senador RN Manuel José Ossandón, quien es la carta de su partido para liderar la Cámara Alta en 2022, arremetió el mismo martes en contra del negociador de la UDI, Claudio Alvarado, quien había deslizado, en entrevista en La Tercera, que la derecha apueste a conducir la corporación en 2023 y 2024. Ossandón acusó que detrás había una maniobra del gobierno.

La palabras de Alvarado jugaban en línea con un plan que comenzó deslizarse desde la UDI de que en este año que es crítico para supervivencia del Senado, los socialistas asumieran el liderazgo desde la testera, ya que tienen mayor ascendencia en el gobierno de Boric y en algunos convencionales del PS, que serían clave para evitar que la Cámara Alta sea suprimida o mutilada en sus atribuciones dentro de la asamblea constituyente.

Esa idea que le concedería la presidencia en 2022 probablemente al senador y timonel PS, Álvaro Elizalde, sin embargo, complicaba los planes de Ossandón, quien logró el respaldo de su partido con el argumento de que tenía el perfil adecuado para liderar la defensa de la Cámara Alta este año.

Además, aún no está cerrado completamente el reclamo de la bancada DC, que postula a la presidencia de la corporación a Francisco Huenchumilla. Si bien la DC estaría abierta a evaluar a que no sea este año, no están dispuestos a declinar su aspiración, que complicaría particularmente las chances del PPD de poner a alguien de su comité a cargo del Senado.

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