
Johannes Kaiser (libertario): “En materia internacional, hay muchos instrumentos que hoy debemos analizar con una visión más crítica”
El abanderado asegura que el Presidente Gabriel Boric ha dirigido la política internacional "ignorando cuáles son los intereses del país" y recalca que las relaciones diplomáticas deben ser administradas como una política de Estado. Además, insiste en que llegará directo a la primera vuelta presidencial.
Esta semana, el abanderado del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, no dudó en subir el tono con el gobierno en materia internacional. “Este Presidente se ha dado lujos desde el inicio de su mandato”, asegura.
En esta entrevista, profundiza en sus críticas y también adelanta algunas de las medidas que tomaría en su eventual administración. Al respecto, plantea que uno de sus primeros objetivos será reconstruir las relaciones con Estados Unidos y marca distancia de la ONU.
Esta semana planteó que “el cargo significa defender los intereses de Chile”. ¿Hasta qué punto la ideología de un Presidente debería definir las relaciones internacionales?
El Presidente tiene que definir las relaciones internacionales, pero tiene que hacerlo teniendo presente que es un administrador. No puede hacer política internacional como le venga el cuesco en gana, ignorando cuáles son los intereses del país. Uno no se puede dar ciertos lujos como Presidente de un país pequeño, ni siquiera como Presidente de un país grande. Y este Presidente se ha dado lujos desde el inicio de su mandato.
¿Este gobierno marca un antes y un después en la forma en que se mantienen las relaciones diplomáticas?
Teníamos una tradición histórica de mucho cuidado en nuestras relaciones y lo que hizo Boric fue transformarla en la de un país bananero. Y eso es una lástima, porque va a costar mucho tiempo recuperar nuestro prestigio.
¿Cuál es su propuesta en materia internacional?
Lo primero que vamos a hacer es viajar a Estados Unidos a reconstituir nuestras relaciones y mantener las mejores relaciones posibles con todo el mundo. Chile no es un país que requiera meterse en los grandes conflictos internacionales.
¿Dónde entran países como Cuba y Venezuela?
No puedo romper relaciones con Venezuela, porque no tenemos relaciones y al gobierno venezolano lo considero un gobierno enemigo de Chile. Lo mismo al gobierno cubano. Así como ellos han estado interviniendo en Chile, yo trataría de detener eso y ver cómo apoyar la recuperación del régimen democrático en esos países.
¿Cómo lo sostendría? Venezuela, al igual que Perú y Bolivia, son claves en el control de la inmigración.
Voy a intentar negociar con los Estados Unidos para poder triangular a los extranjeros venezolanos que se encuentran en Chile para despacharlos de vuelta. Pero para eso se necesitan muy buenas relaciones. Con Bolivia, va a venir un apriete firme. No les vamos a tolerar que sigan dejando pasar inmigrantes ilegales a través de su territorio. Si no está dispuesta a colaborar, les vamos a hacer pagar el costo con sanciones económicas, de comunicaciones, de todos los tipos.
¿Qué haría respecto de organismos colegiados como la ONU? En su sector tienden a ser bien críticos de este tipo de organizaciones.
Las Naciones Unidas nacieron para evitar guerras y no han evitado ninguna, pero están permanentemente interviniendo en nuestros asuntos internos. La Agenda 2030 no ofrece ninguna medida que no vaya de la mano del intervencionismo estatal, ya sea económico, en la educación, en la libertad de opinión. Y lo que no va a suceder es que nosotros sigamos siendo su campo de experimento. En la Asamblea General nos quedamos, porque es esencialmente diplomática, pero del resto de las organizaciones asociadas, de la burocracia de la ONU, vamos a tomar distancia.
¿Cómo funcionaría eso?
No veo gran ventaja en ser miembro de muchas de esas organizaciones. Tampoco veo ventaja en mantener firmados ciertos tratados. Hay muchos instrumentos que hoy debemos analizar con una visión mucho más crítica. Vamos a tener que ver qué tenemos que ir derogando. El Tratado de Escazú, el 169 de la OIT.
Dijo que le molestaba que lo comparen con Bukele o Milei. Más allá de eso, ¿qué recoge de esos liderazgos?
Respeto tanto al Presidente Bukele como al Presidente Milei. Pero tratar de ser una copia no es lo nuestro. Nosotros tenemos nuestras propias aproximaciones. Evidentemente que nos interesa implementar en Chile el sistema económico que está teniendo éxito en Argentina.
Respecto de Israel, ¿qué hubiese hecho usted?
No me habría transformado en un enemigo. Habría tratado de mantener las mejores relaciones posibles, representando también los intereses de la comunidad palestina en Chile.
¿Pero no cree que retirar a los agregados militares es una medida atingente dada la situación en la Franja de Gaza?
No. Un agregado militar son los ojos y oídos en materia militar en el país que son despachados. Si los retiro, lo que estoy haciendo es cerrar mis ojos. Eso es estúpido.
¿Ve como un genocidio lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza? Como lo han denominado algunos organismos internacionales.
Lo que pasa es que yo no veo nada, porque no tengo ojos allá.
Pero hay registros claros de medios de comunicación…
Sí, pero de los medios de comunicación de afuera cuántos están efectivamente adentro. A mí no me interesan esos registros, el primer muerto en una guerra es la verdad. Que posiblemente se hayan cometido crímenes de guerra, no me queda la menor duda. Si esto constituye genocidio o no lo tendría que determinar otra instancia. Pero si tú quieres formarte una opinión, hazlo como corresponde.
Usted ya tomó lugar en la carrera presidencial. ¿A qué asocia su baja en las encuestas?
Hay dos elementos que son esenciales. Nosotros no estamos en campaña y no estamos gastando plata, pero las otras candidaturas sí están desplegadas y están invirtiendo en redes sociales, en medios y actividades. Nosotros tenemos medios limitados y estamos reservando nuestra capacidad de acción para el momento en que tenga el mayor impacto posible.
¿Mantiene su decisión de ir directo a primera vuelta?
Bueno, sí. ¿Por qué la iba a cambiar? Le voy a decir una cosa, cuando usted está entre 10 y 14 puntos para una primera vuelta, es muy bueno. Pero vienen los debates, vienen las confrontaciones, viene el momento en que se puede desplegar. Eso es bastante positivo. Y hacer presente. Lo que es nuestra campaña, sí tenemos equipos y un gran número de personas que están preparando todos los proyectos de ley, los reglamentos, que se van a requerir para optimizar el funcionamiento del Estado.
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