Política

Juan Antonio Coloma: “Para ganar y gobernar bien hay que tener ideas, pero también un espíritu de aunar visiones y esa es la ventaja de Matthei sobre Kast”

El senador UDI explica a qué se debe su aterrizaje en la primera línea del comando de Evelyn Matthei. Asegura que en estos 100 días que vienen se juega la elección, y que esta no está perdida. Y plantea que, a diferencia de republicanos, es la exalcaldesa la que asegura una vocación de mayorías que permitiría gobernar.

08/08/2025 - JUAN ANTONIO COLOMA - Foto - Mario Tellez / La Tercera MARIO TELLEZ

Fue la propia Evelyn Matthei y su jefe de campaña, el exdiputado Diego Paulsen, quienes le pidieron al senador Juan Antonio Coloma que asumiera un rol de primera línea. Aunque el coronel UDI ya colaboraba activamente en el equipo político del comando, tras una de las peores semanas para la candidata de Chile Vamos y una caída en las encuestas que suma más de dos meses, tanto él como el empresario Juan Sutil dijeron que sí para entrar de lleno a la campaña.

¿Qué significa eso? Coloma asumió un rol de coordinación política y, entre líneas, plantea que busca dotar de energía a la campaña, a ocho días de que Matthei se inscriba ya ante el Servel. Aunque elige no criticar a los republicanos –ni a José Antonio Kast, contra quien compitió en dos ocasiones en la interna UDI–, sí defiende el marcar las diferencias. Y asegura que, a diferencia de ellos, Matthei tiene vocación de mayorías y que debe aspirar a congregar a las fuerzas del “rechazo” para gobernar.

Los números no acompañan a la candidatura. ¿Su llegada y la de Sutil responden a una crisis?

Estuve revisando las encuestas de la segunda semana de agosto de hace cuatro años. El resultado en ese momento era Sichel, actual alcalde de Ñuñoa, 24 puntos, Boric 21 puntos, Provoste un poquito más atrás. Muy cerca venía Kast y aún no aparecía Parisi. ¿Qué quiere decir eso? Que las encuestas no están fijando una realidad inmutable, la elección no está resuelta. Obviamente, me gustaría tener números mejores. ¿Pero la fotografía de hoy es la del 16 de noviembre? Te aseguro que va a haber cambios muy relevantes, y espero que sean para favorecer la candidatura de Evelyn.

Hace unas semanas, Paulsen en entrevista a La Tercera reconoció que había habido un desgaste en la campaña...

Yo creo que el cambio de ser alcaldesa a candidata es fuerte, porque cambian los escenarios, la percepción de las personas. Y creo que además la lógica de los “bots”, que afectaron las condiciones del debate, de alguna manera influyó. Pero bueno, es parte de la historia

Lo relevante es que hoy tenemos un país que lamentablemente está desesperanzado. Tenemos una delincuencia desatada, una inmigración inmisericorde, una economía trancada. En el tema de salud, las listas de espera volvieron a crecer. Estas cosas no pasan por casualidad. Hay una tremenda responsabilidad del gobierno, que por una lógica ideologizada, por imposibilidad o por el cambio constante que ha tenido de criterio, no ha sabido enfrentar los problemas de fondo que tiene Chile. Ante eso, ¿cuál es la mejor forma de enfrentar lo que viene? Soy un convencido de que la clave es la capacidad de volver a levantar Chile, de resolver los problemas. Y eso no es solo voluntad. Es ver la capacidad de llegar a entendimientos y de resolver los problemas. En materia de experiencia, en materia de eficiencia, de vocación, para la gran mayoría, la candidatura de Matthei tiene una enorme opción.

Lo evidente es que José Antonio Kast es el que aparece en la pole position. ¿Por qué Matthei perdió ese lugar?

Un poco por lo que dije. Creo que obviamente le afectó lo que ocurrió en redes sociales...

¿No por errores propios?

No, y el pasar de ser alcalde a ser candidato presidencial es obviamente una diferencia relevante. Ahora, estas cosas evolucionan, uno tiene que mejorar el mensaje y llegar a las personas para entender el tema de fondo que está en juego en esta elección. Esta es una elección probablemente de las más complejas de este siglo.

¿Por qué?

Porque yo no había visto proyectos tan contrapuestos. Que el oficialismo lleve como candidata a una militante del PC es algo que no había ocurrido antes. Y en el otro lado hay un proyecto que tiene una visión bastante única de las cosas. Es una elección no menor.

Es una elección parecida a la del 2021, ¿no?

No es lo mismo. Para mí lo más parecido a esta elección es lo que se produjo en el primer proceso plebiscitario: básicamente con el apruebo-rechazo. Si tú veías tres o cuatro meses antes, el apruebo sacaba un 80%. ¿Pero qué pasó? A medida que se fue acercando el plebiscito la gente se dio cuenta de que era complejo y surgió un fenómeno transversal increíble que fue el rechazo. Yo creo que en un escenario parecido, quien mejor representa la transversalidad del rechazo es Evelyn Matthei. Porque es capaz de aglutinar más de una fuerza en función de una opción común hacia adelante. Y ese es un eje muy importante en los meses que vienen.

¿Y Kast no puede aglutinar eso mismo? También estuvo con el rechazo.

Ellos tienen una vocación que no definiremos si es mejor o peor, pero es distinta.

¿En qué sentido distinta?

El tiene una opción, pero es más complejo que congregue a más visiones. El rechazo congregó muchas visiones respecto del tipo de país que queríamos. Y eso es un eje muy importante para el futuro. Los países son cada vez más difíciles de gobernar, porque hay una polarización mucho mayor. Entonces, para gobernar bien hay que tener vocación de mayoría para resolver los problemas. Te voy a dar un ejemplo. A mí me tocó, en la presidencia del Senado, ver la ley Naín-Retamal. Había un diagnóstico compartido: no resistía que un carabinero que hacía uso de un arma de fuego, sea para defenderse o para defender a otro, automáticamente fuera formalizado. En ese momento la izquierda acusaba que era la ley del gatillo fácil. Republicanos no estuvo de acuerdo, decían que tenía que ser más amplia la defensa. Pero, ¿qué se hace cuando hay un problema y se necesita generar una mayoría? Hay que tener vocación de llegar a acuerdos. Y hoy tenemos una ley Naín-Retamal que no fue gatillo fácil y que permite que los carabineros puedan defender al Estado haciendo uso del monopolio de la fuerza, que es lo que las leyes lideran.

Usted entró a reforzar el tema político de la campaña y Juan Sutil a reforzar la gestión. ¿Habla eso de dos déficits importantes que habían en el comando?

No vengo con la lógica del desastre, sino que con la lógica de cómo, teniendo una buena candidata y un mejor mensaje, somos capaces de congregar a las grandes mayorías. Ese también es el rol que tiene Juan Sutil en lo suyo y yo en lo mío.

¿Y eso implica reforzar qué cosa?

Reforzar el mensaje, básicamente entender que nuestro tema clave es cómo volvemos a levantar Chile, recuperando la esperanza, comunicando que en esa situación hay una responsabilidad del gobierno. La continuidad del gobierno es el problema a derrotar. Y tercero, cómo mostrar que la posibilidad de levantar Chile tiene directa relación con tener un gobierno con vocación de mayoría que pueda no solamente denunciar los problemas, sino que resolverlos.

Me interesa convocar. Generar el entusiasmo, la energía para entender que en la situación de desesperanza de Chile con el gobierno que tenemos, nuestra alternativa es sólida, tiene vocación de resolver los problemas conforme a los principios de orden, libertad, seguridad, que son los que identifican a nuestro sector político.

¿Y falta que Chile Vamos ponga energía tras esta candidatura?

Eso es parte de las campañas. Yo no conozco una campaña que esté siempre a full. Lo importante es entender que estas campañas se resuelven en los últimos 100 días. La historia electoral del Chile moderno así lo refleja.

Nadie duda de la preparación que tiene Matthei ni de los equipos que hay detrás. Sin embargo, el momento político parece estar más ligado a lo emocional y a una fuerte polarización. ¿Cuánto la perjudica eso?

Es un escenario electoral que es propio de este periodo de campaña, pero a medida que avanza el tiempo eso va a ir mutando. Hoy tenemos un escenario emocional, pero hay un minuto en que las personas dicen ya, pero ¿quién va a gobernar mejor, quién va a juntar las mayorías para resolver los problemas, no para denunciarlos? El país necesita experiencia, eficiencia, y quien tiene la mayor dosis de ellas nadie duda que es Evelyn Matthei. Tenemos que buscar vincular esa experiencia, esa eficiencia, a la esperanza para volver a levantar Chile. Ese es el escenario que tenemos que plantear en estos 100 días que faltan para la elección.

A la candidata se la ha visto tensa en los últimos debates...

Yo la vi solo en el debate de ayer (jueves 7, sobre transporte). Me pareció que estuvo súper bien, sobre todo en respuestas que son interesantes de debatir como es cómo se articulan los principios de libertad con los de seguridad.

¿No está frustrada por esta candidatura que partió tan arriba y ahora está en tercer o cuarto lugar?

Al menos en las reuniones que hemos tenido la veo con entusiasmo, con capacidad de escuchar y resolver los temas. No la he visto frustrada.

¿La ve firme en el sentido de llegar hasta la primera vuelta sí o sí? Hubo diputados que plantearon derechamente que se bajara...

Competir en esta presidencial es una decisión política, una decisión de vida.

La “visión única” de Kast

¿Cuál es su relación con Kast? Usted compitió dos veces contra él en la UDI. Las dos veces usted ganó.

Sí, fuimos contrincantes.

¿Tiene los puentes cortados con él?

No, no cortados. Cuando nos hemos encontrado, conversamos.

¿A los republicanos hay que tratarlos como adversarios, como planteó Diego Paulsen?

El adversario, el rival, es el gobierno. Hay que aclararlo. Los otros son proyectos distintos con los que tenemos muchas cosas en común, pero distintas formas respecto de cómo resolver los problemas. Nuestra vocación es que en esa segunda vuelta el nombre alternativo al continuismo del gobierno sea Evelyn Matthei por su capacidad de resolver los problemas y de levantar Chile. Si no se da, y creo que hay un acuerdo importante, iremos con la candidatura que se confronte al gobierno. Pero mi esperanza, mi trabajo, mi fuerza, mi energía, mis ganas, es que esa ecuación sea así.

Pero para llegar a segunda vuelta tienen que ganarle a Kast. ¿Cómo se le confronta? Parece que no han logrado dar con el tono.

Aquí no hay una fórmula única... creo que el tema de los bots era muy importante plantearlo, eso le hacía mal a la política. En la vida pública nos tenemos que confrontar con la verdad, no con fake news. Ahora, para mí el tema sigue siendo que ante los problemas de mano firme, ante los problemas económicos, de falta de vivienda, de falta de empleo, ¿quién va a reunir esa energía, esa experiencia, esa eficiencia y esa capacidad de aglutinar fuerzas? Porque se requiere vocación de mayorías para resolver esos temas.

¿Kast no asegura esa vocación de mayoría?

Kast está por plantear una visión única y ganar con ella. Pero para ganar y gobernar bien hay que tener ideas y también un espíritu de aunar visiones y esa es una ventaja grande de Matthei sobre Kast. Vuelvo a poner el caso de la ley Naín-Retamal, que para mí es muy emblemático: muchos problemas no se resuelven insistiendo en una visión, sino que sumando fuerzas. La fórmula para tener éxito en la democracia es ir convenciendo y sumando energías. De otra manera es muy difícil gobernar.

¿Por qué, según usted, los republicanos no buscan fuerzas para sumar?

Porque no han tenido la responsabilidad de gobernar, y cuando la tuvieron en el segundo proceso constituyente les pesó más esa visión única que tenían, que es legítima. Pero tanto les pesó que no lograron juntar las mayorías para terminar con éxito ese proceso.

¿Cuánto de la hegemonía en la derecha se está jugando en esta elección presidencial?

Obviamente, hay dos visiones en la derecha que son bien relevantes. Y creo que al final va a ser necesario que esas visiones tiendan a tener una relación, algo en común. Por eso, fue una mala noticia el hecho de que los republicanos hayan cerrado la puerta al pacto electoral de lista única. El parlamento es muy importante para gobernar, el que hayamos tenido más de la mitad del Senado ha sido decisivo para enrielar el desarrollo de este gobierno.

Todo indica que lo que busca republicanos es más conquistar que competir con Chile Vamos.

No sé bien lo que buscan. Lo que hubiera sido deseable era generar un pacto único de todas las oposiciones. Eso habría sido una buena manera de aglutinar las fuerzas históricas del rechazo y le daría más gobernabilidad a Chile. Pero quien mejor representa esa transversalidad importante que tuvo el rechazo, a mi juicio, es Evelyn Matthei.

¿Chile Vamos está viviendo un momento parecido al que vivió la Concertación cuando enfrentó la aparición y crecimiento del Frente Amplio?

Siempre las coaliciones tenemos amenazas. En otro momento hubo dificultades entre la UDI y RN, pero siempre tratamos de hacer las cosas lo más unidos posibles. Yo soy de aquellos que creen que lo mejor para Chile es la estabilidad, y hoy la mejor garantía de estabilidad es la unidad de quienes tuvieron una visión conjunta como la del rechazo.

A partir del rechazo se produjo un reordenamiento de las visiones de la política. Nuestro mundo no puede hacer como que ese escenario no existió. Hay una responsabilidad en darle espacio a personas que hoy no se sienten cerca del PC y que comparten una visión, a lo menos, de qué es lo que no se quiere, que fue lo que identificó el rechazo.

Pero estando republicanos fuera ya de por sí es imposible repetir ese escenario.

No, un triunfo de Matthei puede reconfigurar esa fuerza desde el gobierno. Por eso importa el rechazo, porque es una base muy importante para gobernar. Esa energía, esa fuerza del rechazo puede ser un muy buen eje para gobernar.

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