UDI y RN reprochan desmarque de Evópoli y debate divide al bloque

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La sesión del comité político ampliado, que se realizó en La Moneda.

Presidentes de partido valoraron renuncia de Rojas, pero marcaron diferencias respecto de su visión sobre el Museo de la Memoria.


Fue prácticamente el único tema de conversación en la reunión de comité político, que congrega a los presidentes de partidos y jefes de bancada de Chile Vamos con los ministros de La Moneda.

Por cerca de una hora y media, los dirigentes abordaron la delicada situación del ahora ex ministro de las Culturas, Mauricio Rojas, y fueron informados de su decisión de renunciar al cargo, apenas tres días después de haber asumido, por calificar el Museo de la Memoria como un "montaje".

Pese a que el autor trató de aclarar sus dichos y afirmó que "no reflejan mi posición actual", desde el comité político la postura fue compartida: "Su situación es insostenible", plantearon.

Esto, principalmente -reconocen- porque el "bloqueo" desde el mundo de la cultura impedía que Rojas siguiera a la cabeza de la cartera. Además, los errores comunicacionales del ex ministro Gerardo Varela "dejaron muy sensible a La Moneda", y lo ocurrido en las últimas horas volvía a poner "en una situación compleja" al gobierno, y en particular al Presidente Sebastián Piñera.

Donde los partidos tuvieron diferencias fue respecto del contenido de sus dichos, pues mientras la UDI y RN habían defendido con fuerza a Rojas, el PRI y Evópoli tomaron distancia. Es más, Evópoli dio a conocer la noche del domingo una declaración pública rechazando las declaraciones del ex secretario de Estado.

En la cita en La Moneda, el texto del partido que lidera Hernán Larraín Matte fue cuestionado por sus pares de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y de RN, Mario Desbordes, quienes apuntaron a la "falta de prudencia" de un partido de la coalición, al salir "a criticar por la prensa" a un miembro del gabinete, sin esperar la reunión que pocas horas después tendrían en el palacio de gobierno. En ese sentido, apelaron a la "unidad" del conglomerado y, por tanto, a la necesidad de hacer las críticas internamente.

Tras la reunión, las diferencias volverían a quedar en evidencia. La senadora Van Rysselberghe defendió a Rojas, apuntó a "la actitud absolutamente beligerante" en su contra y afirmó que el museo "tiene un sesgo de la izquierda". Además, dijo entender que fue construido "para poder tener memoria de un momento súper doloroso para el país", pero remarcó que "parte de lo que se produjo en ese tiempo fue fruto también de un contexto histórico, en donde los gobiernos de izquierda llevaron al país a un nivel tal de polarización" que condujeron al golpe.

Debordes también habló la existencia de un "sesgo" en el contenido del museo, y sostuvo que "en el mismo período donde se violaron gravemente los derechos humanos de muchas personas y que tienen todo el mérito del mundo para estar en ese museo, en paralelo se asesinó a decenas y a centenares de personas. Son 200 personas asesinadas por violencia política, y el Informe Rettig es muy categórico. Esas personas también tienen derecho a memoria".

En contraste, Larraín Matte aseveró: "No comparto la lógica de sesgos". Luego puntualizó que el organismo cuenta con un directorio pluralista, y busca "recordarnos los horrores de la dictadura. Por supuesto, siempre podemos seguir conversando y debatiendo sobre su rol, pero jamás poner en duda la importancia que tiene para la memoria de nuestro país".

"Ya ayer se hacía insostenible la situación del hasta ahora ministro Mauricio Rojas... Nadie en Chile podía decir que lo que pasó durante la dictadura y las graves violaciones a los derechos humanos eran un montaje", sostuvo en tanto el timonel del PRI, Eduardo Salas.

Las distintas posturas del bloque oficialista fueron resumidas en parte por el propio Presidente Piñera, al leer la declaración en la que dio cuenta de la salida de Rojas. "No compartimos sus opiniones y declaraciones respecto al sentido y la misión del Museo de la Memoria, que recoge los testimonios, las vivencias, las evidencias y las enseñanzas de un período muy oscuro en nuestro país", sostuvo.

En lo que fue leído como un guiño a la UDI y RN, añadió que "tampoco compartimos la intención de ciertos sectores de nuestro país, que pretenden imponer una verdad única y que no tienen ninguna tolerancia ni respeto por la libertad de expresión y la libertad de opinión de todos nuestros compatriotas".

Tras su declaración, Piñera recibió a los cuatro timoneles, para abordar en conjunto la controvertida salida de Rojas.

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