El Banco Central Europeo (BCE) lo hizo una vez más. La entidad dirigida por Christine Lagarde anunció una baja en la tasa de interés, nuevamente de 25 puntos base, para situarla en el 2%, lo que representa el nivel más bajo desde 2022.

Se trata de la séptima vez consecutiva que baja el precio del dinero y la octava desde que inició este ciclo de recortes hace un año.

La tendencia de la política monetaria ha sido muy diferente entre Europa y Estados Unidos, que no ha movido la tasa de interés. Esto ha generado la ira de Donald Trump que ha emplazado en todos los tonos al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a seguir el camino de Lagarde y bajar los tipos.

Ayer, sin ir más lejos, el republicano una vez más cargó contra el timonel de la Fed.

La decisión del BCE supone un apoyo a la economía del bloque en medio de la incertidumbre que ha generado la escalada arancelaria de EE.UU., que amenazó a la UE con aranceles de 50% a los productos importados de esa región.

El emisor europeo dijo el jueves que esperaba que la inflación en la eurozona alcanzara su objetivo del 2% en 2025, antes de lo que había estimado anteriormente.

De acuerdo a la agencia AFP, en su último conjunto de previsiones, el BCE dejó sin cambios su estimación de crecimiento para 2025 en el 0,9 por ciento y redujo ligeramente la cifra proyectada para 2026 al 1,1 por ciento.