PIB sube sobre lo esperado en el segundo trimestre por fuerte alza de la inversión y se consolidan expectativas en torno a 2,5% para 2025
La formación bruta de capital fijo registró un aumento de 5,6%, el mayor aumento para un trimestre en tres años, gracias a una mayor inversión en maquinaria y equipo, dijo el Banco Central. El PIB desestacionalizado, eso sí, mostró una desaceleración respecto al primer cuarto del año.

Un crecimiento por encima de lo esperado registró la economía nacional en el segundo trimestre de este año, según los datos de Cuentas Nacionales publicados este lunes por el Banco Central.
De acuerdo al instituto emisor, el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile anotó un alza de 3,1% en período abril-junio, en relación al mismo período del año pasado. Esta cifra está casi dos décimas por encima del promedio de los Imacec de los mismos meses y se explica en parte por una fuerte alza en la inversión.
Además, estuvo por encima de algunas proyecciones como la de la encuesta de Bloomberg, que había previsto una expansión de 2,9%.
De hecho, las cifras de Cuentas Nacionales muestran que la Formación Bruta de Capital Fijo anotó en el trimestre un aumento interanual de 5,6%, el mayor salto para un trimestre desde abril-junio de 2022, cuando los números aún marcaban la recuperación de la pandemia.
El reporte del BC indica que este aumento de la inversión es coherente con un alza en maquinaria y equipo, en particular asociada a equipos de transporte y maquinaria de uso industrial. En menor medida, el componente de construcción y otras obras también contribuyó al resultado, en línea con una mayor inversión en obras de ingeniería.
Esto contrasta con el débil aumento de la inversión en el primer trimestre del año, cuando subió sólo 1,5%. Como porcentaje del PIB, en términos reales, la Formación Bruta de Capital Fijo llegó a 23,2%, mejorando desde el 22,7% de enero-marzo, pero por debajo del 23,5% del último cuarto del año pasado.
Por su parte, el consumo de los hogares creció 3,1%, registrando aumentos en todos sus componentes. El gasto en bienes no durables fue la principal incidencia al alza, reflejo de un mayor consumo de vestuario, alimentos y productos farmacéuticos, señaló el Central.
Le siguió en importancia el consumo de servicios, que creció impulsado por el gasto en salud, restaurantes y hoteles y transporte. Finalmente, el aumento del consumo de bienes durables fue liderado por las compras de productos tecnológicos, en particular de teléfonos móviles.
En cuanto al consumo de gobierno, este se expandió 2,6% en línea con un incremento en los servicios de salud.

Con este resultado, la economía chilena promedia una expansión de 2,8% en el primer semestre de 2025, en línea con las estimaciones que dio hace algunas semanas el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien además había anticipado que la actividad estaba empezando despegar del 2% para acercarse al 3% de crecimiento.
Esta alza semestral fue impulsado además por un ajuste al alza en el dato del primer trimestre, el que pasó de un aumento de 2,2% a 2,5%.
El informe del Central reveló también que las exportaciones de bienes y servicios aumentaron 5,4% mientras que las importaciones lo hicieron en 14,6%, lo que resultó en un efecto neto negativo en el PIB. Las exportaciones presentaron alzas tanto en bienes como en servicios.
De hecho, el crecimiento de los envíos fue el menor para un trimestre desde enero-marzo de 2024.
En los primeros destacaron los productos mineros y manufacturados, registrándose mayores envíos de cobre y de productos alimenticios y de madera, respectivamente. Las exportaciones de servicios también contribuyeron al resultado, incididas mayormente por el gasto en turismo.
El resultado de las importaciones fue liderado por el componente de bienes. Las principales contribuciones se observaron en maquinaria de uso industrial y equipos de transporte. Por su parte, el incremento de las importaciones de servicios fue determinado, principalmente, por los servicios empresariales.
PIB desestacionalizado
Las noticias menos positivas vinieron por el lado del indicador desestacionalizado. Ahí, el PIB registró una variación de 0,4% respecto al trimestre anterior, desacelerándose respecto a 0,8% registrado en el primer trimestre.
Esto se explica por mayo y junio, donde se registraron dos caídas mensuales desestacionalizadas consecutivas, de 0,4% y 0,5%, respectivamente.
En esta medición, las actividades que presentaron las principales incidencias al alza fueron la minería y los servicios personales. En contraste, comercio se redujo en el margen, restando al resultado anterior.
Estos datos ponen incertidumbre respecto al ritmo de la economía para los meses que vienen.
Reacciones
Tras conocerse los datos de Cuentas Nacionales, Diego Pereira, economista de JPMorgan, señala que “si bien la actividad general coincidió aproximadamente con lo que sugería el indicador mensual, las revisiones trimestrales muestran un mayor impulso en el sector minero y, por el contrario, un menor impulso en los demás sectores”.
Así, “prevemos una desaceleración en la segunda mitad de 2025, con un crecimiento de la actividad no minera por debajo de su potencial durante dos trimestres consecutivos, desacelerándose hasta alcanzar un ritmo anualizado del 1,4 % en la segunda mitad del año”, añade.
Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, señala que hacia adelante “habría un mejor desempeño de la inversión, aunque mayoritariamente motivado por acumulación de inventarios”.
Por su parte, Isidora Undurraga, economista de Bci, dice que “el crecimiento mayor a lo esperado proviene sobre todo de la mayor inversión, que era algo que ya se podía anticipar en base a las cifras de la CBC. En detalle, para este año, según el informe del segundo trimestre de la CBC, la cifra anual se ubicaría en torno a los 23.600 millones de dólares, lo que representa un incremento del 21% respecto del año pasado y, este dinamismo de la inversión viene precisamente del sector minería y también energía. Sin embargo, es importante considerar que el crecimiento del segundo trimestre también se vio favorecido por una baja base de comparación del año pasado”.
Valentina Apablaza, economista del OCEC-UDP, señal que “a nivel sectorial, este mayor crecimiento obedece a una corrección al alza en las estimaciones de actividad agropecuaria y silvícola y el comercio. Bajo el enfoque del gasto, este mayor crecimiento del primer semestre obedece principalmente a una revisión de la demanda interna, impulsada principalmente por un mayor consumo de hogares. Además, se observa un crecimiento mayor al proyectado en base a los indicadores de actividad mensual para el segundo trimestre (3,1% vs 2,9% anual), explicado principalmente por un mejor desempeño económico que el anticipado por el imacec en el mes de abril”.
Y Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma puntualiza “este crecimiento, que estuvo algo por sobre lo que era la proyección de mercado, se explica desde el punto de vista del gasto por un comportamiento más dinámico del esperado para el componente de la inversión, lo cual sin duda constituye una buena noticia en vista de la relevancia que tiene este factor para el comportamiento de la economía no solamente en el corto plazo, sino que sobre todo en el más mediano y largo plazo”.
Cierre 2025
Con este dato, Pincheira indica que mantiene su estimación de 2,5% para el año, pero agrega que si bien “es una señal positiva, no nos perdamos del orden de magnitud y que no es algo generalizado. El empleo está muy débil, el crédito igual, colocaciones de empresas casi nulas, etc. Pero tampoco es algo que se explique por un factor puntual como ha ocurrido otras veces. Hay que esperar a ver si se consolida".
Mientras, Undurraga señala que corrigió su proyección de crecimiento desde un 2,1% a un 2,3%. “Para la segunda mitad del año, esperaríamos un crecimiento promedio de 1,9%”, dice.
“Aunque se observa un mayor dinamismo en la demanda interna, con un crecimiento del 3,1%, este impulso sería transitorio. Se espera que la economía crezca alrededor del 2,0% en los próximos años, que es su nivel de crecimiento tendencial. Para lograr un crecimiento sostenido, por encima del 3,0%, nuestra economía necesita cambios estructurales y políticas con una visión de largo plazo”, indica la experta.
Apablaza también subió su estimación, hasta un 2,5% para 2025.
“Es difícil que la economía mantenga un ritmo de crecimiento interanual tan elevado como el registrado durante el primer semestre. De hecho, si observamos las cifras desestacionalizadas, ya se observa una desaceleración del crecimiento trimestral entre el primer y segundo trimestre del año. En este sentido, nuestra perspectiva implícita de crecimiento económico implica una ralentización de la actividad en los próximos trimestres en términos anuales, conforme se observa una base de comparación más exigente de aquí a diciembre, y se perciba un menor impulso proveniente del sector externo”, agrega.
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