Fabricar una vacuna en el país: rector de la U. de Chile propone crear centro de producción en el Proyecto Académico Laguna Carén

La pandemia es un buen momento para reflexionar dice Ennio Vivaldi. Según él, la capacidad humana está para desarrollar y producir vacunas en Chile sí está. Lo que falta es la decisión país y los recursos.


Hubo un tiempo, no muy lejano en el que Chile producía sus propias vacunas. Hace 20 años, el Instituto de Salud Pública (ISP) tenía un centro de producción, que abandonó en 2000 porque requería de una alta inversión para modernizar las instalaciones y la implementación de nuevas tecnologías de producción.

Hoy cuando estamos en medio de la peor pandemia de los últimos 100 años a causa de la aparición del virus Sars-CoV-2, varias voces piden la creación de un centro de vacunas, tal como los que sí cuentan países vecinos como Argentina y Brasil y que hoy los convierte en lugares más atractivos para generar convenios y acceder más fácilmente a las vacunas contra Covid-19 que distintos laboratorios y centros de investigación están desarrollando.

Hoy fue el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, quien sugirió la creación de un centro de vacunas. Y ya tiene un lugar para ello: el Proyecto Académico Laguna Carén, algo así como el Silicon Valley chileno.

Durante una reunión coordinada por la Academia Chilena de Ciencias para hablar sobre vacunas contra el coronavirus, y la participación que tiene la Universidad de Chile, el rector señaló que el actual momento de pandemia es útil para preguntarnos, como reflexión país, “desde qué posición combatimos la pandemia, desde dónde defenderemos a nuestro pueblo, a nuestra gente de los estragos de la pandemia”.

Estamos proponiendo formalmente que se genere un centro de producción de vacunas. Lo tuvimos, en algún momento. Tuvimos un centro que producía vacunas en el Instituto de Salud Pública y nosotros proveíamos nuestra propia demanda en muchas de las vacunas. Hoy día no lo hacemos y gastamos una cantidad sustantiva de recursos en pagar las vacunas en el extranjero”, dijo Vivaldi.

Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile.

A su juicio, es necesario contar con un centro de producción de vacunas porque esta no es la primera ni será la última vez en que nos veamos enfrentados a un virus desconocido, “esta situación se dará muchas veces a futuro”. En esas circunstancias, insistió el rector, “es fundamental que nosotros tengamos una independencia en nuestra capacidad de generar plataformas y eventualmente de producir vacunas”.

La posibilidad de producir vacunas, es según el rector, un atractivo para los desarrolladores de vacunas ya que el país se volvería más atractivo incluso para participar en estudios clínicos de fase 3, pero también implica tener una empleabilidad del más alto nivel en el mundo, porque un centro de vacunas es una fuente de empleo altamente calificada por lo que además, se valoriza la actual matriz productiva del país que es básicamente extractivista.

“El propósito de nuestro nuevo campus en Carén es ser la infraestructura transdiciplinarias y tienen un muy fuerte componente de interés estatal y estamos muy abiertos a la participación de la academia de Chile. Desarrollar un centro de vacuna es una más de las acciones que se están tomando en Carén”, indicó Vivaldi.

El rector dijo que sobre este tema ya había tenido conversaciones con las autoridades del Ministerio de Ciencias, Salud y también con parlamentario en el Congreso.

Consultado al respecto, el ministro de Ciencia, Andrés Couve, señaló que son muy bienvenidas las propuestas respecto a cómo Chile debe abordar este tema en el futuro y dejar capacidades instaladas. “En cuanto a la estrategia inmediata para una vacuna Covid-19, los plazos para el desarrollo e inicio de manufactura son muy acotados, con estimaciones internacionales que apuntan al segundo trimestre 2021 para inicio de fabricación, haciendo muy difícil cumplir con esos plazos con manufactura local especialmente dadas las exigencias técnicas y certificaciones necesarias”.

El ministro de Ciencia agregó que se está trabajando en colaboraciones internacionales y acuerdos comerciales para contar con una vacuna a la brevedad y proteger así la vida y salud de nuestra población, pero hay que considerar que en este esfuerzo todavía no sabemos qué tecnología va a probar ser exitosa (por ejemplo si será un vacuna basada en virus inactivado, adenovirus, o una tecnología emergente como ARN mensajero) y conocer eso es necesario para montar procesos de manufactura, o partes de ellos, muy diferentes.

Universidad de Antofagasta

La propuesta de la Universidad de Chile, no es a la única. La Universidad de Antofagasta, con el el apoyo de la Universidad Católica, el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y del Gobierno Regional ya terminó la primera etapa de un proyecto de evaluación y estudio de mercado para instalar la infraestructura necesaria para crear un laboratorio que permita crear vacunas en Chile.

Se trata del proyecto Atacama Desert Vaccine Laboratory, una iniciativa que propone la construcción de una planta del tipo “Fill and Finish”, es decir, que se compren los insumos, se rellenen las dosis en el país y se distribuyan. El costo aproximado de esta instalación es de 18 millones 500 mil euros, cerca de 17 mil millones de pesos. Argentina, por ejemplo, tiene una de estas plantas.

Vivaldi considera que esta es una buena iniciativa y aclara que en ningún caso su propuesta es antagonista de esta.

Sinovac, Janssen y Astrazeneca

Actualmente, la Universidad de Chile, participa en tres iniciativas de vacunas candidatas que están siendo estudiadas para combatir el virus. Una de ellas es la vacuna de la farmacéutica china Sinovac Bioctech (junto a la UC) y la otra es un estudio del laboratorio Janssen de Johnson & Johnson.

Ambos estudios están a la espera de la autorización del ISP para iniciar el enrolamiento de los voluntarios y el ingreso de las vacunas. Miguel O’Ryan, investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), y quien está a cargo del ensayo de la vacuna de Janssen, dijo que es probable que en octubre puedan ya iniciar el estudio.

Con respecto a la vacuna de Oxford-Astrazeneca, que ha tenido dos casos de efectos secundarios graves en voluntarios británicos, O’Ryan dijo que los ensayos están en pausa, pero que esperan reiniciar pronto. Mientras tanto, el protocolo está en revisión en el comité de ética de la universidad y en el ISP.

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