Nueva variante del coronavirus vuelve a preocupar a Reino Unido: Tendría similitudes con otras dos mutaciones

Microscopio electrónico de electrones permite ver el virus Sars-CoV-2. Foto: National Institute of Allergy and Infectious Diseases / Rocky Mountain Laboratories.

La variación B1525 ha despertado las alarmas del país británico debido a sus particulares mutaciones: comparte la de “Kent” o “británica” (B.1.1.7), caracterizada por su mayor letalidad (de 30 a 70% más que la original), y la “brasileña”, señalada como más contagiosa.


Una nueva variante del coronavirus fue detectada en Reino Unido, región que ya estaba combatiendo la mutación B.1.1.7, la cual sería más contagiosa y mortal que el virus original de Sars-CoV-2.

Esta mutación fue detectada mediante la secuenciación del genoma del virus en 10 países, incluidos Dinamarca, Estados Unidos y Australia. Hasta el momento, han encontrado 32 casos de esa nueva cepa en el Reino Unido y según indican los expertos, las primeras formas de la variante se han rastreado hasta ese país y Nigeria.

La nueva variación, denominada B1525, es descrita en un estudio por investigadores de la Universidad de Edimburgo como “preocupante” debido a que posee un conjunto de mutaciones que podría aumentar su capacidad para entrar a las células.

La B1525 comparte similitudes con la variante de Kent (B1.1.7) conocida como “británica”, pero además contiene la mutación E484K en la proteína Spike, que juega un papel fundamental en la facilidad que tendría el virus para entrar a las células.

La variación E484K está presente en las mutaciones que surgieron en Sudáfrica y Brasil y se cree que ayuda al patógeno a evadir los anticuerpos neutralizantes.

Nicolás Muena, virólogo investigador de la Fundación Ciencia & Vida explica que si bien el hecho no es inesperado, sí es algo que preocupa, debido a que las mutaciones se están generando de “forma independiente”. Muena señala además que las variaciones se están acumulando en zonas específicas, como la proteína Spike, región que interactúa con el receptor en la célula (RBD), y el virus estaría seleccionando estas mutaciones que le darían ventajas para poder infectar.

Características de la mutación B1525

Simon Clarke, doctor y profesor asociado de microbiología celular en la Universidad de Reading (Inglaterra) advirtió que debido a las mutaciones que posee la nueva variante, si tiene “éxito” en propagarse, “se puede suponer que la inmunidad de cualquier vacuna se debilitará”.

Clarke agregó que cualquier variante que lleve E484K debería estar sujeta a pruebas de sobretensión ya que “parece conferir resistencia a la inmunidad, independientemente cómo se genere”.

Estructura de la proteína Spike.

Para Jonathan Stoye, virólogo del Instituto Francis Crick de Londres, el descubrir variantes con mutaciones conocidas “no era sorprendente”, ya que, en el momento en que comienzas a poner “presión de selección” sobre el virus, este empieza a seleccionar particularmente elementos que dan la capacidad de escapar las respuestas inmunes, “y creo que eso es lo que está pasando con esta nueva variante”, apuntó.

Según Lucy Van Dorp, doctora del Instituto de Genética de la University Collage de Londres, es “crucial” la detección temprana de vacunas, debido a que la vigilancia genómica permite localizar nuevos linajes con potencial peligrosidad cuando todavía su diseminación es baja, permitiendo evaluar su impacto y prevalencia en otras partes del mundo.

El virólogo de la Fundación Ciencia y Vida menciona al igual que Van Dorp, que es clave hacer estudios de vigilancia genómica para ver cómo va mutando el virus.

Y si se siguen acumulando mutaciones, será necesario modificar las vacunas para que sigan siendo eficaces contra las nuevas variantes. Lo bueno, indica Muena, es que las tecnologías que ocupan ARN mensajero (Pfizer y Moderna), son relativamente “sencillas” de modificar frente a estas nuevas mutaciones. No obstante, recalca, para las que no la ocupan, como la vacuna CoronaVac, “se debe evaluar”, a pesar que esta vacuna tiene la ventaja de tener todo el virus (inactivo), lo que permitiría seguir induciendo inmunidad ya que se hizo un cambio solamente en una parte del genoma.

Muena añade que si bien es “difícil” pronosticar qué cambio va a ocurrir, debido a que las mutaciones ocurren al azar, provocadas por “errores” en la copia de la información genética, o en qué zona del genoma en específico, los investigadores sí se pueden enfocar en las “zonas macros”, las partes externas del virus, ya que son las más expuestas, relacionadas con la acción de los anticuerpos y “prepararse” para posibles futuras mutaciones que podrían surgir en dichos lugares del genoma.

El Servicio Nacional de Salud en Reino Unido (PHE, sus siglas en inglés) indicó que como organismo están monitoreando todos los datos sobre las nuevas variantes emergentes “desde muy cerca”, y, cuando sea necesario, se realizarán intervenciones en la red de salud pública, como un mejor rastreo a los contactos estrechos de los contagiados o pruebas adicionales. Sin embargo, indicaron que actualmente “no hay evidencia de que este conjunto de mutaciones cause una enfermedad más grave o una mayor transmisibilidad”.

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