“No sé si hacerse la foto justifica el viaje”: ¿Qué es el “turismo negro” y por qué ha ganado popularidad?

“No sé si hacerse la foto justifica el viaje”: ¿Qué es el “turismo negro” y por qué ha ganado popularidad? Foto: Piotr Malecki / Bloomberg / Getty Images.

Mientras algunos turistas optan por vacacionar en playas y paisajes naturales, otros prefieren visitar lugares en los que han ocurrido catástrofes, un fenómeno que en medio de la era de las redes sociales, genera cada vez más controversia. Acá, un grupo de especialistas cuenta de qué se trata esta moda y explica el trasfondo detrás de ella.


Ya se avecina la temporada de verano y cada vez más turistas analizan las posibilidades de lugares para salir de vacaciones. Mientras medios como el New York Times recomiendan un sector de Chile como una de las aventuras más extraordinarias para viajeros, guías como Lonely Planet detallan cuáles serían los mejores destinos para visitar en 2023.

Pero no todas las personas optan por recorrer paisajes naturales o vivir la experiencia de probar nuevas comidas en medio de paisajes folclóricos. Más bien, la opción de visitar sectores en donde han ocurrido catástrofes se ha convertido en una tendencia creciente.

Este último fenómeno, conocido como “turismo negro”, es habitual en plataformas de redes sociales como Instagram y TikTok, en donde se ve cómo los visitantes comparten contenidos desde paisajes como Chernóbil o la entrada del ex campo de concentración de Auschwitz, el cual fue utilizado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Foto: Lonely Planet / Getty Images.

Una moda en ascenso

Según un sondeo publicado por Passport Photo Online, el 82% de los turistas estadounidenses ha visitado por lo menos una vez algún destino que entra en esta categoría, mientras que un 52% destacó que valora “el aspecto educativo” y un 47% dijo que lo hace para “rendir homenaje a las personas afectadas”.

Los autores del estudio detallaron que factores como la popularidad de series de streaming como Chernobyl y El otro turismo han influído en esta tendencia. Y a ello se le suma que el grupo etario que más ha concretado estos viajes o está interesado en ellos, es el de la generación Z, es decir, jóvenes de hasta 25 años.

“Se está poniendo de moda, pero no es nada nuevo”, declaró al Huffington Post la profesora de turismo de la Universidad Europea de Valencia, María Sánchez de Mora, para luego añadir que se trata de turistas que “tienen muy claro qué quieren ver y que han hecho investigaciones previas, nada que ver con ese modelo de viajes en el que te dan todo hecho”.

En este sentido, citó un estudio publicado en My Travel Research para aseverar que “es un mercado que crece” y que responde a “la costumbre de crear producto turístico en ciertas tendencias”.

Detrás del turismo negro

Para Sánchez hay varios factores que confluyen en el interés por este tipo de destinos.

Desde su visión como especialista, “hay un componente cultural, hay un elemento de empatizar con el sufrimiento y luego no olvidemos que al ser humano le gustan las emociones extremas y estos viajes lo son”.

En este sentido, ejemplificó con casos como el de Chernóbil, Ucrania, en donde “además de lo doloroso, tiene un elemento de peligro para la propia salud, un morbo añadido de adentrarse en lugares ‘prohibidos’”.

Foto: Genya Savilov / AFP / Getty Images.

Según datos reunidos por el portal Statista, sólo ese destino presentó un aumento de 46.000 a más de 124.000 visitas anuales entre 2017 y 2019, mientras que Auschwitz, en Polonia, mostró una subida de un millón desde 2013 a 2019.

Aquello ha llevado a que desde el Memorial del ex campo de concentración exijan más respeto a los turistas que transitan por el sector, hasta el punto en que se han tomado el tiempo de dirigirse a quienes suben fotografías inapropiadas en sus redes sociales.

“Hay mejores lugares para aprender a mantener el equilibrio sobre una barra que uno que simboliza la deportación de cientos de miles hacia su muerte”, reclamaron desde su cuenta oficial de Twitter a inicios de 2019.

Asimismo, Sánchez insistió al Huffington Post que el “turismo negro” es un fenómeno global que también llega a países como Brasil, en donde “la moda ahora es hacer un turismo extremo visitando las favelas más peligrosas”.

Según ella, “las mafias, la policía y los guías han pactado incluir esta ‘experiencia’ para muchos turistas y ahí les puedes ver montados en un Jeep hiperblindado metiéndose por donde no deberían para vivir ‘al límite’”.

Una realidad controvertida

Si bien, el académico de Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya, Daniel Liviano, explicó al citado medio que hay diversos motivos detrás de este tipo de excursiones, también destacó a un grupo que presenta “una curiosidad morbosa por la muerte”, la cual se puede explicar con la palabra en alemán “schadenfreude”, la cual se traduce en un sentimiento de satisfacción al percibir el sufrimiento o la infelicidad de otras personas.

Foto: CNN.

Frente a esto, el secretario de la Asociación Española de Profesionales del Turismo, Carlos Lepe, detalló que “ir puede tener un elemento hasta educativo o curioso, quizás lo macabro sea la actitud que muchos viajeros puedan adoptar, con determinados vídeos, selfis, montajes”. Pero aun así, destacó que el simple hecho de visitar estos lugares “no es macabro en sí mismo”.

Por su parte, Sánchez sentenció al Huffington Post: “no sé si hacerse la foto justifica el viaje, pero hoy si no lo demuestras es como si no has estado (...) quizás eso sea lo morboso, que lo alimentas demostrando que has pisado”.

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