Por qué nuestro cerebro no recuerda qué pasó en la temporada pasada de nuestra serie favorita
Según un reportaje de The Conversation, la forma en la que consumimos actualmente las series puede alterar la retención de memoria de sus personajes y tramas.

Cuando vuelve a emitirse una serie muy esperada, muchos espectadores descubren con sorpresa que, al comenzar la nueva temporada, no recuerdan casi nada de lo ocurrido anteriormente.
Ese fenómeno, popularizado como “memoria de pez”, no es casualidad: tiene una explicación desde la neuropsicología, la ciencia que estudia cómo el cerebro procesa, almacena y recupera información.
Según explica un reportaje de The Conversation, la forma en que consumimos ficción hoy –rápido, de forma intensiva y guiada por algoritmos– está moldeando nuestros hábitos de atención, memoria y toma de decisiones.

Mucha oferta, poca memoria
Antes del auge de las plataformas de streaming, las series se veían a un ritmo más lento y acompañaban a los espectadores durante meses.
Ese tiempo permitía generar vínculos más fuertes con los personajes y recordar mejor la trama.
Pero la llegada de las plataformas cambió por completo el panorama.
A diferencia de las cadenas televisivas, su negocio no depende de la publicidad, sino de la retención de suscriptores. Y para ello, la estrategia fue clara: ofrecer un catálogo enorme que incentive el consumo intensivo.

El efecto de las maratones
Para que un recuerdo se consolide de forma estable, el cerebro necesita tiempo, atención y la capacidad de relacionar lo nuevo con lo aprendido. Sin embargo, los maratones interfieren en este proceso.
Al ver varios episodios seguidos, las tramas y personajes saturan la memoria de trabajo e impide que la información pase correctamente a la memoria a largo plazo.
Además, eliminamos actividades que ayudan a fijar recuerdos, como comentar lo visto o reflexionar con calma.
Esto interrumpe el llamado “efecto de memoria espaciada”, que demuestra que el aprendizaje distribuido en el tiempo dura más.
Un estudio de la Universidad de Melbourne lo confirma: quienes vieron una temporada completa de una sola vez recordaron más detalles inmediatamente después, pero 140 días más tarde fueron superados por quienes siguieron un ritmo semanal.
Incluso reportaron menos disfrute que quienes vieron los episodios a diario o cada semana.

El efecto túnel en las series
Otro factor clave es el sistema de recomendación de las plataformas, que busca evitar la indecisión del usuario.
Aunque ofrecen miles de títulos, solemos terminar viendo siempre lo mismo: los algoritmos dirigen nuestra atención hacia contenidos similares a los que ya disfrutamos.
Ese “efecto túnel” se combina con la dopamina que generan las portadas atractivas y la promesa de recompensa inmediata.
Así, optamos por decisiones rápidas y automáticas en lugar de explorar el catálogo de manera consciente.
A largo plazo, esta falta de variedad también afecta al cerebro.
La plasticidad neuronal necesita experiencias diversas, pero si consumimos siempre el mismo tipo de historias, estimulamos solo ciertos circuitos y perdemos oportunidades de aprendizaje.

¿Se puede evitar olvidar la trama?
No se trata de dejar de ver series, sino de ajustar hábitos para que se adapten mejor a cómo funciona la mente.
Entre las recomendaciones de los especialistas citados por The Conversation están:
- Espaciar los episodios para permitir que la información se consolide.
- Conversar sobre lo que vimos o repasar la trama.
- Evitar la multitarea (especialmente el celular).
- Salirse del circuito automático de recomendaciones.
- Alternar distintos tipos de contenido para evitar la saturación.
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