El Antidopaje retoma los controles tras cinco meses sin deporte

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Con la vuelta al fútbol y los entrenamientos del Team Chile, la CNCD debió elaborar un protocolo para poder retomar su labor. Espacios amplios y elementos de protección similares a los de una UCI son parte de las nuevas obligaciones.



A mediados de marzo, desde que se decretó la pandemia en Chile, la Comisión Nacional de Control de Dopaje (CNCD) dejó de testear a los deportistas. La necesidad de espacios cerrados y, sobre todo, estar junto al controlado durante todo el procedimiento, hizo que la labor fuese prácticamente imposible.

Pero ha pasado el tiempo y ya muchos deportes retomaron sus actividades. Si bien el peligro por un contagio de coronavirus aún es latente, el retorno del fútbol profesional adelantó una labor en la que la CNCD ya venía trabajando: crear su propio protocolo de control antidopaje.

Y cambiaron varias cosas. Si antes un control requería de estrictas normas sanitarias, debido a la manipulación de orina y a posibles contaminaciones de la muestra, ahora estas serán más estrictas aún. Tanto el oficial a cargo como el deportista controlado tendrán la obligación de utilizar elementos de protección personal para evitar cualquier posible contagio, como si estuviesen en una UCI.

Mascarillas, guantes, protector facial, lentes de seguridad, pecheras desechables, alcohol gel, desinfectantes en aerosol o líquidos y toallas desechables son los nuevos implementos que, por obligación, cada oficial deberá utilizar. Los deportistas, en cambio, serán obligados a utilizar mascarilla y guantes.

El espacio físico será otra modificación. La zona de control ahora deberá habilitar tres espacios distintos para ello. El área de espera, por ejemplo, deberá garantizar un espacio mínimo de dos metros de distancia entre los participantes, que para el fútbol puede llegar a ser siete, entre deportistas, acompañantes y el oficial de control.

El área de procesamiento de la muestra, que es donde el deportista realiza la manipulación de su orina junto al oficial de control de dopaje, deberá contar con un espacio mínimo de tres metros de largo y tres de ancho, para conseguir también un distanciamiento mínimo de dos metros entre el oficial, el deportista y su acompañante. Lo único que no cambiará será el baño, donde el testeado deberá miccionar.

Otras modificaciones son los limpiapiés con desinfectante en cada acceso y un cuestionario previo que deberá llenar cada deportista, donde se le consultará por síntomas o contacto estrecho de Covid.

Para esta nueva etapa, el protocolo de la CNCD está pensado para realizar controles dentro y fuera de competencias.

Aunque el deporte recién está asimilando el protocolo, todas las modificaciones no representarán un gasto para los clubes u organizadores de eventos deportivos, más allá de los ya incurridos para poder desarrollar su actividad durante la pandemia.

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