Acuerdo constituyente: las líneas rojas que Boric le marcó al oficialismo y el duelo final entre el órgano 100% electo y mixto

El Mandatario transmitió a la alianza de gobierno que hay que persistir en una Convención elegida en las urnas. A La Moneda lo que más le importa es que el sector actúe con unidad y puedan cerrar con éxito el pacto para habilitar el proceso constituyente 2.0. El panorama no se ve alentador. Chile Vamos llegó con su última propuesta y final: una instancia redactora que combine 50 integrantes electos y 50 expertos designados. Al poner esa alternativa sobre la mesa pasaron el recado: algo distinto a eso no tendrá los votos de los diputados y senadores de oposición.


A las ocho de la mañana los partidos de la alianza única de gobierno comenzaron a llegar a La Moneda a un comité político ampliado extraordinario. “Prepárense para trasnochar”, dijo mientras entraba a Palacio la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.

La citación tenía un solo objetivo: unir al oficialismo en una postura única para enfrentar las negociaciones del acuerdo constituyente. Las palabras de la timonel socialista apuntaban en esa dirección. El tema ya parece cuento del lobo. Los partidos llevan tres meses diciendo que están cerca de llegar a acuerdo, pero semana tras semanas la promesa queda incumplida.

La reunión partió con una larga intervención del Presidente. Según presentes en la cita, sus palabras apuntaban a cuadrar a los díscolos de las dos coaliciones de gobierno. En su discurso, el Mandatario hizo referencia al Acuerdo por la Paz de 2019. Que lo hiciera era especialmente simbólico. En aquella ocasión, el entonces diputado Boric se jugó todo su capital político al atreverse a firmar el acuerdo del 15-N sin el respaldo de su partido Convergencia Social (CS).

Fuentes oficialistas cuentan que Boric les transmitió la importancia de terminar esta discusión. Una tecla que ya había a tocado previamente en algunas de sus intervenciones en público. “Somos los llamados a terminar con este encargo”, habría comentado en el comité con los ministros políticos y los dirigentes oficialistas. El Presidente, cuentan los mismos testigos, pidió tener consideración con el momento actual y lo urgente que se hacía que esta negociación terminara de forma exitosa.

Luego de ese discurso, Boric por primera vez expuso sus líneas rojas: seguir dando la pelea por un órgano 100% electo. Contrario a lo que esperaban sectores de Socialismo Democrático, el Mandatario no dio ninguna señal de apertura hacia un órgano mixto.

Por el contrario, respaldó lo que ha sido la postura rígida del presidente de CS, Diego Ibáñez. Para varios esa fue una señal de que el diputado siempre ha estado en plena sintonía con Boric. La confirmación se da con una frase que Ibáñez comentó el jueves de esta semana. “No nos vamos a mover un pelo del órgano 100% electo”, comentó a CNN Chile.

Dejando clara ese postura, siguió con su segunda línea roja. La propuesta que toma fuerza en el oficialismo -y que había sido conversada entre el Jefe de Estado y el presidente de la UDI, Javier Macaya, pero que no concitó respaldo en Chile Vamos- es que un grupo de expertos redacte un anteproyecto o marco constitucional, que se lo entregue a un órgano 100% electo, esos redactores elaborarán una propuesta de nueva Constitución que deberá ser ratificada por 4/7 del Congreso para luego de ese visado pasar a plebiscito de salida. En ese contexto Boric fue claro: en la ratificación del Congreso los parlamentarios no pueden hacerle cambios al texto.

Pese a remarcar de manera enfática esos puntos, Boric le pidió a sus dos coaliciones “facilitar” los diálogos, “apurar” el ritmo y llegar a acuerdo pronto. Todos asintieron, incluido el Partido Comunista. Pese a que en esta colectividad no les gusta que el texto del “órgano soberano” tenga que ser ratificado por el Congreso, no van a poner reparos en esta alternativa. La única que reclamó fue la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social, Flavia Torrealba, quien no ha participado de las reuniones relevantes de negociación y es de la idea de que “el momento constituyente ya no existe”.

Para el gobierno lo más relevante de esta jornada es que el oficialismo esté alineado y, según ha transmitido la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte, al resto de sus pares del gabinete hasta el momento eso es así incluyendo al PC. Despejado el tema de que la alianza de gobierno actúe con una sola postura, La Moneda sabe que hay poca agua en la piscina para que el acuerdo avance con éxito durante este jornada, a pesar de que tienen esperanza de que Macaya pueda hacer lo suyo con Chile Vamos.

Lo complejo, reconocen en el sector, es que la unidad lograda ahora resulta poco creíble ya que en las semanas previas el oficialismo ha entregado múltiples señales de que está abierto al órgano mixto. Lo hizo Vodanovic al decir que el PS no rechazaba el órgano mixto. Luego vino el timonel de RD, Juan Ignacio Latorre. “Tenemos toda la disposición a flexibilizarla y ceder, incluso a introducir modalidades mixtas con expertos y personas elegidas”, admitió a mediados de noviembre. Lo han hecho senadores de Socialismo Democrático y el último y más enfático fue el diputado PPD Raúl Soto.

Macaya, RN y los votos de Chile Vamos

Luego de la cita en La Moneda, los partidos oficialistas llegaron como bloque hasta la sede del Congreso en Santiago. A las 10:00 estaba convocada una reunión con los negociadores de Chile Vamos que -hasta el jueves- se esperaba fuera crucial para arribar a un “principio de acuerdo”.

Esas expectativas se fueron difuminando rápidamente. Pese a los movimientos del presidente de la UDI, Javier Macaya, con Boric para explorar la opción del órgano 100% electo con ratificación en el Congreso, Chile Vamos le dio un portazo a esa opción. El secretario general de RN, Diego Schalper, llegó con la propuesta de la oposición impresa en su mano.

La derecha, luego de tres meses, abandonó su ideal inicial de un órgano 100% electo con 50 personas escogidas bajo las reglas del Senado y jugó su última carta y final: un órgano mixto de 50 integrantes electos en urnas y 50 expertos designados por el Congreso. Pese a las dudas generadas por las gestiones de Macaya, Schalper fue duro en recalcar que esa es la propuesta unitaria de los tres partidos del bloque.

Por lo mismo, cuando partió la reunión de negociación, Schalper entregó la propuesta al oficialismo y fue directo al grano. “Los votos de nuestras bancadas no están ni estarán por un órgano 100% electo”, habría comentado según los presentes.

Lo mismo hizo Chahuán, quien luego, afuera ante la prensa, lo confirmó: “Hay que actuar bajo ciertos márgenes de realidad y hay que construir los 4/7 en el Parlamento respecto del mecanismo. Nuestras bancadas de diputados y senadores optan por un órgano que tenga 50 miembros expertos y 50 elegidos y ellos no son partidarios de un órgano 100% electo”. Según algunas versiones transmitidas por los presentes, la DC y Democrátas se habrían mostrado abiertos a dar el paso hacia la opción mixta.

Luego de la intervención de RN, llegó el momento de Macaya. Testigos del encuentro relatan que el senador gremialista confesó que la opción que estuvo tanteando fracasará en su bloque.

Los intercambios de palabra duraron algunos minutos hasta que llegó el turno de la ministra Uriarte. La secretaria de Estado ha estado acompañando en segundo plano estas negociaciones y hace varias semanas que había dejado de asistir a las reuniones. Hoy fue parte del encuentro y, según una fuente oficialista, no se mostró “intransigente” en sus posiciones y siguió en el ánimo de facilitar las posturas.

Este duelo entre el órgano 100% electo y la instancia redactora mixta se ve casi imposible de resolver. La llave para destrabar el tema está en que una de las partes ceda. Chile Vamos dice en privado que no lo harán y que llegaron hasta su “máximo esfuerzo”. Ellos están en posición aventajada -por el aplastante triunfo del Rechazo- y el oficialismo dice que tampoco ya que, sienten, que ya han cedido bastante en otros asunto.

Este último punto fue reafirmado por el timonel de RD, Juan Ignacio Latorre. “En esto todas las partes tienen que ceder y nos parece que nosotros ya hemos cedido bastante con el tema de las bases, el árbitro, con que exista un comité de expertos, incluso con una propuesta que la estamos conversando de que el Congreso pueda tener una ratificación previa al plebiscito de salida, lo cual también es complejo para nuestro sector. Hemos tenido muestras de flexibilidad, hemos estado disponibles a revisar la fórmula electoral, el número. Acá también los otros sectores tienen que ceder para llegar a un acuerdo”, afirmó el senador.

Las aguas están divididas, los ánimos también. Al cierre de esta edición los negociadores seguían reunidos en el tercer piso del Senado. La imagen final de esa reunión a puertas cerradas habla por sí misma: los negociadores se dividieron en dos salas distintas, a un lado el oficialismo, y al otro, la oposición.

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