Distancia en lo público y malestar por arremetida en seguridad: cómo se “enfriaron” las relaciones entre Boric y Chile Vamos

El presidente Gabriel Boric durante una actividad en el Parque Costanera de Puerto Montt.
El presidente Gabriel Boric durante una actividad en el Parque Costanera de Puerto Montt.

La denominada "luna de miel" entre la oposición y el Presidente quedó atrás hace meses, sin embargo, en medio de la crisis de seguridad, el Jefe de Estado ha resentido ciertas ofensivas del sector. En La Moneda precisan que el Mandatario ha optado por mantener una relación "más institucional".


Una oportunidad para limar asperezas tuvieron ayer en la Escuela de Formación de Carabineros de Puerto Montt el diputado y secretario general de Renovación Nacional, Diego Schalper, y el Presidente Gabriel Boric.

Ambas autoridades coincidieron en el aniversario número 96 de la institución y -en un cóctel que se ofreció después de la ceremonia- pudieron retomar una comunicación que se había enfriado en los últimos meses. Un hecho que, dicen en la derecha, no sería aislado.

En el sector aseguran que han advertido una actitud más distante de parte del Mandatario, quien se caracterizó, en su aterrizaje en La Moneda, por llamar directamente a los dirigentes de los partidos de Chile Vamos como el propio Schalper, el timonel de su partido, Francisco Chahuán, o su par de la UDI, Javier Macaya para abordar cuestiones como el proceso constituyente o la crisis de seguridad.

Con Schalper, explican en el gobierno, el Jefe de Estado tuvo diferencias en el marco de la negociación por el acuerdo constitucional 2.0, mientras que con Macaya ha marcado distancias públicas en el último tiempo. De hecho, solo la semana pasada el Mandatario lo emplazó en su intervención en Expomin, luego de que el líder de la UDI advirtiera que no podía pretender hablar en la mañana como Ricardo Lagos y en la noche como Salvador Allende, ante sus disimiles mensajes en Enade y el anuncio de la nueva política del litio. En todo caso, ambos continúan hablando para algunas materias.

En La Moneda aseguran, en todo caso, que Boric tiene comunicación fluida con los dirigentes de la oposición, aunque reconocen que -cada vez más- él ha entendido que como Presidente debe delegar en su comité político y el Segundo Piso ciertas conversaciones y evitar levantar el teléfono por temas demasiado específicos.

Por lo mismo, esa fue una de las tareas que el Jefe de Estado le encomendó a su nuevo ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, quien a una semana y media de asumir ya a ha reforzado puentes con lo que en el Ejecutivo denominan como “la derecha democrática”.

Lo que sí -sostienen en el gobierno- el Presidente se ha impresionado de la actitud de la derecha en general -incluyendo a Republicanos- en el marco de la crisis de seguridad que se ha agudizado en los últimos meses. De hecho, una de las cosas que indispuso al Mandatario con el sector fue la actitud que asumieron durante el trámite legislativo de la Ley Nain-Retamal. Para Boric, algunos en Chile Vamos utilizaron políticamente el asunto.

Las mismas fuentes sostienen que el Jefe de Estado ha manifestado en privado sus críticas a las ofensivas que han levantado alcaldes como Rodolfo Carter (La Florida) o Evelyn Matthei (Providencia).

El “distanciamiento” del Presidente con la oposición coincide precisamente con el fin de la denominada “luna de miel” que le dieron al inicio de su mandato en Chile Vamos, donde internamente se optó por evitar confrontaciones permanentes con el gobierno.

Ese tono fue cambiando sobre todo en momentos electorales como lo fue el plebiscito constitucional de septiembre pasado y ahora que se acercan los comicios del 7 de mayo ha vuelto a percibirse con más fuerza.

De hecho, de cara a esas elecciones, uno de los temas que han conversado de manera privada entre el ministro Segpres y los dirigentes oficialistas es el temor que comparten ambos sectores por una arremetida del Partido Republicano en el nuevo órgano constituyente.

Las mismas fuentes sostienen que en particular con Macaya, Elizalde tiene una comunicación fluida y este ha sido uno de los temas en que ambos habrían compartido miradas.

Por lo mismo, en el oficialismo esperan que tras las elecciones, Chile Vamos esté más disponible a llegar a acuerdos y que no se “derechice” en caso de que exista un triunfo contundente de los republicanos. “Ojalá no se sientan arrinconados por los sectores más conservadores”, comentan en el sector.

Un capítulo aparte fue la tensión que se generó con la concesión de indultos a condenados en el marco del estallido social con amplio prontuario previo. En ese momento, Chile Vamos pasó a la ofensiva y terminó incluso acusando constitucionalmente a la exministra de Justicia, Marcela Ríos. Esa acción fiscalizadora se sumó a las de la exministra Ikzia Siches y al hoy titular de Mideso, Giorgio Jackson.

De todas maneras, en Chile Vamos destacan que al menos en materia de seguridad los partidos han tendido a un diálogo constructivo con La Moneda. Ahí destacan, por ejemplo, el acuerdo al que la ministra Carolina Tohá llegó con el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), para priorizar 31 proyectos relativos a la agenda de seguridad.

Esta semana, en todo caso, la derecha le dio otro golpe al gobierno aprobando una interpelación en contra de la jefa del gabinete del Presidente, precisamente, por su rol en la crisis de delitos violentos y el debate sobre otorgar mayores facultades a Carabineros, el que está tensionado -esta vez- por la tramitación de las Reglas del Uso de la Fuerza (RUF).

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