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Fiscal afirma que imputado en crimen de Curacaví aceleró “a gran velocidad” para “pasar por encima” de la víctima

La banda de cinco sujetos que dio muerte al ingeniero se reunió dos veces tras el homicidio para discutir qué hacer con el auto robado. Tras la formalización, el tribunal dejó a todos los investigados en prisión preventiva.

Un concertado pero imperfecto plan fue el que relataron los fiscales metropolitanos Occidente Eduardo Pontigo y Leonardo Tapia respecto a la banda de cinco sujetos que dio muerte a Michael Peñaloza, ingeniero asesinado por atropello el 19 de agosto en Curacaví.

Esabu Muñoz Escobar, José Contreras Escobar, Vicente Higuera Muñoz, Matías Tapia Adasme y Kevin Aguilar Tapia, todos chilenos y mayores de edad, fueron formalizados este martes por cuatro hechos, que tuvieron su punto de partida el 11 de agosto, cuando entraron a robar a la parcela de Peñaloza en circunstancias en que la víctima no se encontraba en su domicilio. Esa vez robaron dos televisores, dinero en efectivo, perfumes, una biblia y una copia de las llaves de su camioneta.

El crimen de Peñaloza se produjo ocho días después. Tal como en la primera ocasión, los imputados llegaron en un auto Chevrolet Corsa, que manejaba Aguilar y que dejaron en los alrededores para emprender la huida. Para lograr su cometido sin ser descubiertos, los sujetos cortaron la luz de la parcela.

El fiscal regional Metropolitano Occidente, Marcos Pastén.

“Conforme a las funciones de cada uno proceden a efectuar el corte del cierre perimetral del inmueble, ingresando y dirigiéndose hasta el sector en donde se encontraba el vehículo. En ejecución del plan y labores asignadas primeramente revisan el vehículo como asimismo proceden a cortar una cadena del cierre de un portón de entrada de la vivienda, mediante la utilización de sierras de mano y desatornilladores que llevaban para cumplir con dicha finalidad, para posteriormente cortar la energía eléctrica a objeto de apagar la luz e inhabilitar las cámaras de seguridad de la propiedad”, relató el fiscal Pontigo.

Sin embargo, dijo el fiscal, fueron sorprendidos por el dueño de casa, “comenzando los imputados a tirarle piedras, abalanzarse y gritarle”.

Fue en ese momento cuando Muñoz, añadió el persecutor, tomó el vehículo de la víctima, del cual tenía las llaves, y procedió a abalanzarse sobre él: “Al ver que la víctima se coloca al frente del vehículo para impedir su sustracción, procedió a acelerar dirigiendo el automóvil a gran velocidad en contra de Michael Peñaloza, impactándolo con la parte delantera del vehículo, pasando por encima de él, atropellándolo y dejándolo tendido en el piso para luego darse a la fuga del lugar”.

El atropello también fue relatado por el imputado en su declaración ante los fiscales: “El hombre se puso adelante y pasé por encima nomás. Le pegué nomás”.

¿Qué hacer con el vehículo?

Posteriormente, los imputados se dirigieron a la cuesta Lo Prado para discutir qué hacer con la camioneta robada. Fue ahí cuando empezaron a ofrecerla a terceros por teléfono, pero no tuvieron éxito.

Muñoz declaró a los fiscales que todos “andaban con la pera” luego de enterarse que había muerto una persona.

El mismo día en la tarde se volvieron a reunir, ahora en la Villa Los Almendros, de la comuna de María Pinto. A esa altura, luego de que la noticia ya copaba los matinales, los imputados tenían claro que la camioneta debía ser quemada. Hasta ese momento el auto lo mantuvieron oculto en casa de Muñoz.

Carabineros en el sitio del suceso.

Así fue como el fiscal reveló que acordaron “quemarlo o incinerarlo en su totalidad en el sector de la cuesta Lo Prado en horas de la madrugada, dividiéndose las funciones”.

Durante la madrugada del 20 de agosto, Muñoz, Contreras, Higuera y Tapia llevaron el auto al lugar acordado, mientras Aguilar los esperaría en un local de comida rápida cercano.

Todos los imputados fueron formalizados por robo en lugar no habitado, uno consumado y otro frustrado; robo con homicidio e incendio. Además, a Muñoz se le imputó el delito de tráfico de drogas y receptación, mientras que a Tapia se le imputó el delito de tener elementos para cometer el delito de robo.

La defensa

A su turno, el abogado de Muñoz, el defensor penal público Óscar Manríquez, señaló que no hubo dolo o intención en el atropello que cobró la vida del ingeniero.

Esto, debido a que cuando Muñoz quiso robar el auto la víctima arrojó un objeto contundente al parabrisas, impactando directamente en el lado del conductor.

Esto, según el defensor, habría dificultado la visibilidad de Muñoz al conducir, por lo que no se habría percatado de que iba a atropellar a Peñaloza.

Para Manríquez, lo que buscaban estos sujetos era robar un auto para poder venderlo. También pidió que se valorara la colaboración que ha prestado su defendido hasta ahora.

Por su lado, el también defensor penal público Ariel Cabello, quien representa a los otros cuatro imputados, alegó que sus defendidos no tuvieron relación en el atropello y posterior muerte. Eso sí, no desconoció que participaron en el robo a la casa.

La Fiscalía pidió prisión preventiva para todos los imputados y el tribunal accedió a dicha petición al dar por acreditada la participación de los cinco imputados en el delito de robo en lugar habitado e incendio. El tribunal, además, fijó en 120 días el plazo de investigación.

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