Lista única o pactos con omisión: oficialismo tiene 49 días para resolver puzle parlamentario
Aunque el gobierno ha tratado de persuadir a las dirigencias partidarias de presentarse en una sola lista, hay una dificultad objetiva para hacer calzar y unir a postulantes de nueve colectividades diferentes: el PS, el PPD, los radicales, los liberales, el PC, el Frente Amplio, Acción Humanista, FREVS, además de la DC.
El jueves 3, en la sede del Partido Socialista, se darán cita los ocho partidos de la alianza de gobierno.
A pesar de que las conversaciones informales se vienen desarrollando hace meses, esta será una reunión clave para comenzar a resolver la parrilla de candidaturas parlamentarias.
Aunque el gobierno ha tratado de persuadir a las dirigencias partidarias de presentarse en una sola lista, la mayoría parece estar encaminada hacia dos pactos ante la dificultad para hacer calzar y unir a postulantes de nueve colectividades (PS, PPD, radicales, liberales, PC, Frente Amplio, Acción Humanista, FREVS, además de la DC).
En caso de que hubiera dos listas -incluso algunos hablan de tres-, la fórmula para mantener cierta unidad es negociar ciertas omisiones, especialmente a nivel senatorial o en distritos que eligen a tres o cuatro diputados. Es decir, algunos partidos se inhibirían de presentar candidaturas en ciertas zonas electorales para no levantar competencia a sus aliados, a cambio de compensaciones en otros lugares.
Ambas alternativas, sin embargo, aún no están descartadas, más aún después de los resultados de este domingo. La decisión dependerá en gran parte del balance más fino de la elección primaria, en la que se impuso la abanderada del PC, Jeannette Jara.
Tiempo para deliberar no hay mucho. La determinación debe adoptarse antes de la medianoche del 18 al 19 de agosto, plazo límite para declarar las candidaturas al Congreso.
Conscientes de esa premura, el pasado martes los presidentes y secretarios generales de los partidos de la alianza de gobierno ya habían tenido un acercamiento oficial para analizar ambas fórmulas: lista única o pactos por omisión.
No obstante, ante la falta de claridad, las directivas acordaron volver a reunirse con los datos de la primaria ya digeridos. En la decisión no solo influirá el resultado nacional: el peso electoral de cada colectividad por comunas, distritos y regiones será un factor que incidirá.
El que tiene...
Al menos, ya se han definido ciertos parámetros. El primero de ellos es “el que tiene, mantiene” sus cupos.
Dado el temor que existe por un avance de las distintas corrientes de derecha, la apuesta es más bien conservadora y tratar de retener los escaños en la Cámara y el Senado.
Otro criterio es que los legisladores que renunciaron o se distanciaron de sus colectividades no pueden ser llevados en la nómina de otro partido, salvo que las tiendas de origen levanten el veto.
Precisamente estos diseños son lo que han generado los primeros nudos.
Por ejemplo, en la circunscripción senatorial de Valparaíso, el Frente Amplio tiene a tres aspirantes (el senador Juan Ignacio Latorre, que buscará su reelección, y los diputados Jorge Brito y Diego Ibáñez), mientras que el PC tiene su principal apuesta en la diputada Karol Cariola quien pretende saltar a la Cámara Alta.
El problema es que en esa región hay dos cupos -de acuerdo al criterio de quien tiene, mantiene- que pertenecen al PS y al PPD.
El nudo se enreda aún más con las aspiraciones del FREVS de llevar como candidato al Senado al exalcalde de Valparaíso Jorge Sharp, quien enfrenta un férreo veto de parte del Frente Amplio, coalición a la que perteneció en el pasado. Debido a ese bloqueo, semanas atrás el excandidato presidencial del FREVS, Jaime Mulet, dio por desahuciada la idea de una lista unitaria.
La DC es otro tema aparte. El presidente de la colectividad, el diputado Alberto Undurraga, ha dicho que en su partido no están dispuestos a competir en una misma lista que el PC y el Frente Amplio. No obstante, sus senadores Yasna Provoste y Francisco Huenchumilla, que van a la reelección, no comparten esa postura.
Techo en diputados
El distrito norte de Santiago es otro nudo. En esa zona, el PC aspira a retener los dos cupos con el exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, y el diputado Boris Barrera, quien irá a su reelección. El Frente Amplio también tiene dos escaños en esa zona y pretende retener su representación, independiente de que Maite Orsini no sea repostulada. El problema es que la capacidad de una lista se acorta, porque el PPD pretende recuperar influencia en ese distrito con el exsenador Guido Girardi y el exalcalde de Huechuraba Carlos Cuadrado, lo que dejaría un margen reducido a las otras tiendas oficialistas.
Otro distrito atochado es el de Nuñoa, Santiago y Providencia. El Frente Amplio tiene tres diputados (Gonzalo Winter, Lorena Fries y Emilia Schneider) y un par más de aspirantes. Mientras que el PC tiene a una representante (Alejandra Placencia) y está evaluando llevar una carta más (la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler). El PPD, en tanto, tiene a la diputada Helia Molina, quien irá a su reelección. Con ese cuadro, los otros partidos oficialistas quedan sin espacio.
Este escenario se repite en el distrito de San Bernardo, Talagante y Melipilla, donde el PS tiene a dos diputados (Raúl Leiva y Leonardo Soto). En esa zona, sin embargo, también competiría la diputada Marisela Santibáñez (ex-PC), quien está en conversaciones con los radicales, pero para ir en la lista oficialista necesita que los comunistas no veten su postulación, en caso contrario, se vería obligada a correr como independiente fuera de pacto.
Todas estas proyecciones e intenciones tienen un techo. A nivel nacional solo hay 183 cupos de candidatos a diputados por lista, por lo que lo ideal es que cada colectividad oficialista no presente más de 30 postulantes.
El punto es que el Partido Socialista tiene la pretensión de contar con 45 cupos, mientras el Frente Amplio está pidiendo cerca de 60 cupos para retener sus 21 diputados.
Debido a estos problemas de espacio y de vetos cruzados, es que algunos negociadores han sugerido incluso tres listas, bajo una lógica de “parejas” de partidos: por ejemplo, el Partido Socialista con el Frente Amplio, el Partido Comunista con el PPD o la Democracia Cristiana con el Partido Radical.
Gancho senatorial
En el plano senatorial, sin embargo, hay cierta holgura. El PC y el Frente Amplio tienen una apuesta acotada a la Región de Valparaíso, ya que sus estrategias apuntan a crecer en la Cámara. Ello tiene varias explicaciones. De partida, son más cupos en juego y a mayor porcentaje de votos a nivel de diputados, mayor es el aporte fiscal a los partidos.
Si se confirma la apuesta de comunistas y frenteamplistas por la Cámara, eso genera un gancho interesante para el Socialismo Democrático (PS, PPD, radicales y liberales) y para la DC, que podrían tener la pista despejada para asegurar la reelección o elección de algunas de sus figuras en el Senado, tanto en el norte como en el sur.
En total, en esta elección, una lista puede presentar hasta 30 candidatos a senador de los cuales 24 podrían repartirse entre el Socialismo Democrático y la DC.
Ese factor de interés, además de la derrota de Carolina Tohá, podrían motivar y obligar a las directivas del PPD y el PS a reconsiderar su negativa inicial a la idea de una lista unitaria.
La misma participación en estas primarias, más baja de la esperada, generan una preocupación que podría llevar a los partidos oficialistas a buscar refugio en un pacto de unidad.
La fórmula de la lista única, según reconocen varios dirigentes es un arma de doble filo. Efectivamente aumenta las chances de sacar más parlamentarios, pero nadie sabe con certeza si el mejor rendimiento electoral -por el hecho de ir todos juntos- al final favorecerá al Socialismo Democrático o al Frente Amplio o al PC.
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