Osvaldo Andrade, exministro y expresidente del PS: “No me gusta que se usen los fondos de los trabajadores, pero no queda otra opción”

Foto: Luis Sevilla Fajardo.

El extimonel socialista sostiene que la impericia del gobierno y del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, llevó a que el proyecto de retiro de pensiones de las AFP siga avanzando.


El exministro del Trabajo y expresidente del PS Osvaldo Andrade mira con atención el debate sobre el retiro de fondos de las AFP. Asegura que si bien no le gusta que se ocupen esos dineros de los trabajadores, dice que la “indolencia” del gobierno no deja otra alternativa para enfrentar la crisis generada por la pandemia y apunta sus dardos los ministros Gonzalo Blumel e Ignacio Briones.

-Usted se ha manifestado en contra del retiro de fondos de pensiones. Ha señalado que esa plata tiene un fin determinado. ¿Por qué es mala idea tocar esos dineros?

-Lo que yo he dicho es que no me gusta que sean los trabajadores los que tengan, con sus ahorros, que enfrentar obligaciones que son del Estado. Eso es lo que he dicho.

-¿Pero está a favor de retirar el 10% de las pensiones?

-Quiero precisarlo, porque mi alegato no es desde la industria de la seguridad social. Mi alegato tiene que ver con una promesa que el Estado les hizo a los trabajadores cuando dijo que ahorráramos para que cuando tuviésemos vacas flacas usáramos esos ahorros. Los ahorros existen, están los fondos soberanos, el fondo de estabilización, fondos en la defensa y existe la posibilidad de endeudarse en buenas condiciones. Y a pesar de aquello se recurre a los ahorros de los trabajadores. La indolencia, la falta de perspectiva, la falta de humanidad del gobierno obligan a tomar este tipo de decisiones.

-Entonces, insiste en que es una mala idea tocar estos fondos...

-O sea, es inevitable, porque la indolencia del gobierno nos ha llevado a esto.

-¿Cómo habría votado usted en la Cámara ante este proyecto?

-Yo habría votado favorablemente el proyecto. No me gusta que se usen los fondos de los trabajadores, pero no queda otra opción. La responsabilidad la tiene el gobierno y, particularmente, el ministro de Hacienda, que ha mostrado una impericia tremenda.

-¿Por qué apunta a Briones?

-Él ha reiterado varias veces que no hay dinero y, sin embargo, a última hora, tratando de convencer a su propia coalición de que no le diera el quórum al proyecto para su aprobación, apareció más dinero. Entonces, no está diciendo la verdad. Dinero hay, lo que pasa es que se quiere ocupar para posteriormente respaldar a las empresas, y eso es un error.

-Expertos de la centroizquierda y exministros se han manifestado en contra del proyecto...

-No solo los técnicos han dicho eso, los propios parlamentarios en sus intervenciones señalaban que no les gustaba tener que hacer esto, pero que ante la incapacidad del gobierno no tenían otra poción.

-¿Comparte que quienes están en contra del proyecto es porque apoyan a las AFP?

-No puedo hablar por los demás. Pero la industria de las AFP es imposible de defender, porque traicionó su promesa original. Dijeron que íbamos a tener tasa de reemplazo de equis porcentaje en relación al ingreso, y eso no se cumplió. Todo el mundo comparte que hay que hacer modificaciones sustantivas al sistema sobre la perspectiva de un mecanismo mixto.

-Volviendo al retiro de fondos, el día de la votación en la Cámara el gobierno puso más recursos sobre la mesa...

-Claramente, la gente no le cree al gobierno, si ni siquiera los propios le creyeron. Y por eso hubo 13 votos de su propia alianza que no estuvieron para respaldarlo. El problema es que con Briones pasa lo mismo que con Mañalich. Uno puede tener un juicio respecto de su actuación, pero tiene un problema: no se le cree. Cuando hay un ministro que no tiene confianza, todos sabemos lo que se debe hacer.

-¿Debe salir del gabinete?

-No me meto en las decisiones del Presidente, pero todos sabemos lo que tiene que hacer. Por ejemplo, de qué sirve un ministro del Interior que ni siquiera está en condiciones de ir al Parlamento a hacer gestión cuando tiene una situación caótica en su coalición.

-Entonces, ¿es necesario un cambio de gabinete?

-En eso no me meto, solo hago un juicio político. Ni Briones ni Blumel cuentan con la confianza de su propia coalición.

-Cuando ustedes fueron gobierno también perdieron proyectos...

-Perdimos muchos proyectos, yo recuerdo el proyecto de pensiones por ejemplo, pero la crisis que se ha creado en el gobierno es de un envergadura que está expresando una ausencia de gobernabilidad. Esta es una situación muy grave.

-¿Esperaría que el proyecto no avanzara y que el gobierno finalmente pusiera más recursos?

-Entiendo que a estas alturas el proyecto es imparable, porque ya se generó en la opinión pública que esta es una alternativa ante la falta de respuesta del gobierno. Es inevitable, porque se instaló que esta es una solución viable. Este es un problema estrictamente político, de gobernabilidad. El gobierno nos ha metido en un túnel sin luz.

-El diputado Pepe Auth señaló que si la oposición estuviera en el gobierno, “jamás abriríamos la puerta a la descapitalización del ahorro”. ¿Lo comparte?

-Lo que sí puedo decir es que si Bachelet hubiese estado en el gobierno, hubiese utilizado los fondos ahorrados del Estado y el endeudamiento para hacer una propuesta suficiente para la ciudadanía.

-¿El gobierno de Bachelet hubiese enfrentado mejor esta crisis?

-No tengo ninguna duda, porque a lo menos habría hecho algo que este gobierno no ha hecho: habría preguntado a más y probablemente habría escuchado a más.

-¿No cree que la oposición está jugando al límite, porque es difícil que pueda volver a gobernar y hoy no le pueden hacer frente a una figura como Joaquín Lavín?

-No tengo una buena evaluación de la oposición como conglomerado político con perspectiva de mediano y largo plazo, hay que resolver muchas cosas que están pendientes. Discrepo con que una de las causas de este comportamiento tendría que ver con la incapacidad de enfrentar en el futuro a Lavín, no creo que sea la preocupación fundamental. No es el momento de estar pensando en la configuración de las fuerzas políticas. Es, más bien, el momento de hacerse cargo de que la gente lo está pasando pésimo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.