Baja de impuestos a empresas impulsa crecimiento del PIB de EEUU

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La inversión privada y el consumo de los hogares fueron factores positivos para la economía en el segundo trimestre.


Estados Unidos anotó el mayor crecimiento en cuatro años, con un avance de 4,1% en el PIB del segundo trimestre. El dato era anticipado por los mercados y aunque no logró entusiasmar a Wall Street, que cerró a la baja ante los poco convincentes resultados de Twitter y Exxon Mobil, Donald Trump reaccionó rápidamente al dato con una conferencia de prensa, en la que atribuyó a sus políticas el repunte de la actividad.

"Hemos logrado un cambio económico de proporciones históricas", señaló el mandatario estadounidense. "Ahora estamos en camino de alcanzar un crecimiento anual promedio del PIB de más de 3%, y podría ser sustancialmente superior a 3%", agregó.

Un triunfante Donald Trump aseguró que sus pares internacionales lo felicitan por su administración económica y relacionó el repunte con la desregulación financiera y del sector energético, la rebaja de impuestos y la política comercial que han tenido lugar en EEUU, desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2016.

Parte de su análisis es cierto, considerando que el gasto de los hogares, responsable del 70% de la economía del país, fue uno de los mayores impulsores de la actividad con un crecimiento de 4% que superó las expectativas. Los estadounidenses se han visto favorecidos por la contratación estable, una tasa de desempleo de 4%, una inflación bajo control y la rebaja de impuestos, de lo que toma créditos el presidente.

La reforma también fortaleció la inversión empresarial, que aumentó 7,3%, tras el salto de 11,5% del periodo anterior, aportando casi 1 punto porcentual al crecimiento de periodo abril-junio. Los desembolsos del gobierno también hicieron su contribución, al registrar un alza de 2,1%, que aportó 0,37 punto porcentual al aumento del PIB.

"El crecimiento del PIB de EE.UU. fue más rápido de lo que esperábamos, en parte debido a la fortaleza continua de la inversión empresarial, y significa que es posible que Estados Unidos crezca un 3% para 2018 en general", sostuvo a PULSO Charles Seville, jefe de calificaciones soberanas en América del Norte de Fitch.

Pese a la fortaleza de los números, hay algunos analistas que dudan que se cumplan las grandes expectativas de Jefe de Estado. Uno de ellos es Jean-Francois Perrault, economista jefe y vicepresidente senior de Scotiabank, a quien no le sorprendió mayormente el último dato, teniendo en cuenta que durante el 2014 hubo trimestres en los que la economía creció 5,1% y 4,9%.

"La tasa de crecimiento observada en 2T no es sostenible. Anticipamos un crecimiento anual de 2,9% en 2018. El potencial de crecimiento a largo plazo de la economía de EEUU se estima, por la Oficina de Presupuesto del Congreso, en 1,9% por año, muy por debajo del 4,1% registrado", detalló Perrault.

Por su parte, Sam Bullard, economista jefe de Wells Fargo Securities, si bien cree que en el resto del año los consumidores continuarán impulsando el crecimiento, considera que el comercio podría convertirse en un arrastre.

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