Banco Central prevé una menor caída de la economía este año ante desconfinamientos y medidas de apoyo a ingresos de hogares

Banco Central prevé una menor caída de la economía este año ante desconfinamientos y medidas de apoyo a ingresos de hogares

El instituto emisor pronostica un retroceso del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 5,5% y 4,5% en 2020. frente al descenso de entre 7,5% y 5,5% previsto en junio.


El retiro gradual de los controles sanitarios, las medidas implementadas por el gobierno para apoyar los ingresos de los hogares y el retiro del 10% de los fondos de pensiones, llevaron a que el Banco Central modificara su estimación para el desempeño de la economía chilena este año.

Al dar a conocer su Informe de Política Monetaria (IPoM) el instituto emisor señaló que ahora prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) registrará una caída de entre 5,5% y 4,5% en 2020 frente al retroceso de entre 7,5% y 5,5%, pronosticado en junio.

“Tras una aguda caída a comienzos del segundo trimestre, en los últimos meses la economía chilena ha dado signos de estabilización, combinándose una incipiente mejora en algunos sectores y deterioros en el margen en otros”, indica el informe.

Asimismo sostiene que el nuevo escenario marcado por los desconfinamientos y los recursos que se están entregando a los hogares supone una recuperación importante en la segunda mitad del año, pero advierte que el cierre de las holguras de capacidad creadas en este período y la convergencia de la inflación a la meta culminarán recién hacia el 2022.

El escenario de proyección del informe supone que el 2021 el PIB crecerá entre 4% y 5%, frente a la expansión de 4,75% - 6,25% proyectada en junio, mientras que para el 2022 mantuvo su estimación en un aumento de 3% a 4%.

“Estas tasas de crecimiento son coherentes con un escenario sanitario que permitirá el avance paulatino del desconfinamiento, donde los sectores económicos continuarán adaptando sus operaciones para desarrollar sus actividades y donde el crédito seguirá fluyendo para apoyar el proceso de recuperación”, sostiene el informe.

Agrega que las proyecciones también suponen un encauzamiento institucional de la crisis social evidenciada a fines del 2019.

Pérdida de empleos

El informe sostiene que el shock negativo provocado por la pandemia es muy significativo, lo que se refleja en el elevado número de personas y empresas que ha visto afectada su fuente de ingresos.

Asimismo indica que revertir la pérdida de empleos, la caída de ingresos de los hogares, el deterioro del consumo y mantener un flujo de crédito acorde con las necesidades de capital de trabajo e inversión de las empresas, constituyen los mayores desafíos para la recuperación económica y para el aporte de la política pública en este proceso.

En este contexto, dice que, debido al alto riesgo de contagio, la pandemia provocó una contracción particularmente aguda en rubros donde la interacción social es clave en el desarrollo de la actividad, afectando directamente los ingresos de empresas y personas que se desempeñan en ellos.

Consumo e inversión

Por el lado de la demanda agregada, el consumo y la inversión se han deprimido ante la pérdida de ingresos, las limitaciones a la movilidad y el contacto entre personas y la alta incertidumbre, indica el informe.

No obstante, sostiene que las perspectivas para el consumo han mejorado producto de una serie de medidas de apoyo que se han desplegado en el tercer trimestre y que se reflejan en mejores expectativas empresariales, en particular para el comercio, y de consumidores.

Entre ellas, un número importante de programas de ayuda directa, subsidios, postergaciones de pagos, rebajas impositivas y la aprobación del retiro de una parte de los ahorros previsionales.

Estima que esto último involucrará recursos del orden de 6% del PIB, de los que cerca de la mitad se destinará a consumo, el que se distribuirá entre 2020 y los primeros meses de 2021.

Así para este año ahora el instituto emisor ahora pronostica una caída de 7,1% en la demanda interna, comparada con el descenso de 10,4% estimado en junio.

En el caso de la inversión, medida por la Formación Brutas de Capital Fijo, se prevé un retroceso de 10,6% menor al 15,9% proyectado en junio. Esto último por la incorporación de algunos proyectos ligados al sector energético y los anuncios de inversión pública y medidas de reactivación para el 2020-2022.

Inflación

En cuanto a la inflación el Banco Central prevé que convergerá a 3% hacia el 2022, con un nivel que, en los próximos meses, no bajará de 2% anual.

“Si bien en el corto plazo esta trayectoria está algo por sobre la prevista en junio, en buena parte debido al mayor consumo que se proyecta, a mediano plazo su principal determinante sigue siendo la menor actividad acumulada”, indica el informe.

De este modo se espera que la inflación cierre en 2020 con un alza de 2,4% frente al 2% previsto en junio, pero las expectativas dos años siguen en torno a 3%.

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