El cobre se mantendrá firme sobre los US$ 4 y valor del litio se va a disparar en 2022, según Bank of America

Expertos ponen al cobre y al litio como los metales más beneficiados en los próximos meses, pero no creen que haya superciclo de commodities

De acuerdo al informe “Perspectivas de minería y metales para 2022″, el valor del metal rojo promediaría US$ 4,451 en 2022, frente a los US$ 4,312 actuales.


Luego del rebote postpandémico que caracterizó al presente año, la economía global se va a desacelerar en 2022. Sin embargo, esto no será suficiente como para desalentar los precios del cobre, que se mantendrán firmemente por encima de los US$ 4, umbral que superó en febrero y sobre el cual ha permanecido a excepción de una breves bajas, la última en agosto.

Así lo afirma Bank of America (BofA) en su informe “Perspectivas de minería y metales para 2022″. Allí detallan que “el cobre está más expuesto a la desaceleración económica que se desarrolla, agravada por la debilidad del sector inmobiliario de China, dicho esto, una normalización de las cadenas de suministro, algunos estímulos y los bajos inventarios siguen siendo favorables por ahora, antes de que el mercado se convierta en un superávit para 2023″.

El metal rojo, actualmente en US$ 4,312 la libra, llegaría a un precio promedio de US$ 4,451 en 2022, mientras que recién el años siguiente descendería por debajo de los US$ 4, hasta US$ 3,799. Cabe destacar, que ambos pronósticos sufrieron recortes, pues previamente BofA estaba anticipando US$ 4,479 y US$ 4,309, respectivamente.

La mejora más amplia es para el litio

litio

Por el contrario, el reporte liderado por Michael Widmer, estratega de metales del banco estadounidense, mejoró de manera espectacular sus proyecciones para el litio (carbonato de litio).

Si en su pronóstico anterior en 2022 lo veía en US$ 15.823 la tonelada, ahora apunta a US$ 25.550, un incremento en su estimación de 61,5%, el más amplio de un reporte que considera a un grupo vasto de metales.

“La demanda de litio sigue aumentando exponencialmente, pero una mayor oferta debería aliviar algo de la escasez”, se lee en el reporte, donde agregan, de todas maneras, que “existe el riesgo de que los precios no aumenten más”, cuando se reduzca el déficit.

De hecho, para 2023 BofA anticipa una caída hasta US$ 16.183, que es incluso mayor a la proyectada anteriormente de US$ 17.365 la tonelada.

Otros metales

En tanto, para el próximo año la entidad redujo sus estimaciones el aluminio en 3,8% hasta US$3.125 la tonelada, lo que de todas maneras representa un avance relevante en relación a los actuales US$2.597. “Si bien el aluminio puede enfrentar vientos en contra a medida que se normaliza el mercado eléctrico de China, las fundiciones del país finalmente alcanzarán el límite de capacidad de 45Mt, lo que elevará los precios”, explican en el informe.

Entre los metales base más relevantes, BofA mantiene intacto su pronóstico para el níquel en US$ 22.125 la tonelada, mientras que lo sube en 6,8% para el Zinc a US$ 2,938 y lo reduce en 1,7% el de plomo hasta US$ 2.213.

Por el lado de los metales preciosos, será crucial el alza de tasas de interés que ya comenzó a desarrollarse a nivel mundial. “A medida que los mercados del oro se reorientan hacia una política monetaria más estricta viendo qué tan alto pueden subir las tasas, el metal amarillo debería recuperarse”, se lee en el reporte que mejoró en 2,7% su pronóstico hasta US$ 1.925 la onza en 2022.

En el caso de la plata “una mayor inversión en paneles solares debería impulsarla”, curso que también seguiría el platino, gracias a “una normalización del comercio de chips en la industria automotriz”. Se estima, así, que llegarán a US$30,13 y US$ 1.338 la onza, respectivamente.

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