El gran golpe de tres hermanos Del Río Goudie

Juan Pablo, Felipe y Carolina Del Río Goudie sellaron esta semana la venta de la automotriz Derco a la inglesa Inchcape. Hace 12 años se adjudicaron la empresa en la partición de los negocios de los siete hermanos. Intercambiaron sobres con ofertas y se quedaron con Derco. Sus ventas se multiplicaron por cuatro. Los tres recibirán ahora más de US$1.000 millones en acciones y efectivo. Mucho más que lo que vale hoy la participación de los siete hermanos Del Río en Falabella, antaño su negocio principal: poco más de US$800 millones.


La suerte de la distribuidora automotriz Derco, sus tres accionistas, sus cuatro mercados y sus 4.500 empleados se selló esta semana: la inglesa Inchcape acordó comprar la compañía y la valorizó en 1.300 millones de libras, unos US$1.500 millones. Pero esa suerte también se selló hace casi trece años, cuando los siete hermanos Del Río Goudie decidieron separar sus áreas de negocios. Los siete decidieron seguir en Falabella, entonces el corazón de su patrimonio familiar, pero abordaron caminos separados en sus otras empresas. José Luis Del Río (76 años), el mayor de los siete, aumentó su presencia en la salmonera Friosur, en la que se unió a sus hermanos Bárbara (75) y Sebastián (64). Y la automotriz Derco y decenas de propiedades inmobiliarias fueron traspasados a Juan Pablo (74), Felipe (69) y Carolina (62). El séptimo, Ignacio (65), dueño de San José Farms, no eligió ninguna alianza.

La separación fue financiada entonces en parte con la venta del 3% de Falabella, por la que recaudaron cerca de US$350 millones, y el reparto fue entonces atribuido a intereses, valorizaciones y aversión al riesgo distintos. Pero nunca se reveló cómo se hizo la partición. La solución fue una fórmula de negocios que suele aplicarse en otro tipo de divisiones: un intercambio de sobres. Cada parte ofrece lo que está dispuesto a pagar por un activo y se la queda el que ofrece más. Y en vez que cada hermano armara su propia oferta, formaron dos alianzas. José Luis con Bárbara y Sebastián, por un lado. Y Juan Pablo, Felipe y Carolina, por otro. Los segundos hicieron la mejor oferta, con un notario de por medio, y se quedaron con Derco. “José Luis también quería Derco”, dice un profesional que conoció esa historia. “Era la joya de la corona”, dice otro.

A algunos en el grupo les sorprendió la alta apuesta que hicieron los ganadores de Derco. Derco tenía ingresos por US$700 millones al año en ese período. La pesquera Friosur vendía US$70 millones, pero tenía mejores resultados finales que los estrechos márgenes del negocio de la distribución masiva de automóviles. En los últimos 12 meses, Derco facturó en los cuatro países donde está, Chile, Colombia, Perú y Bolivia, la impresionante cifra de US$2.600 millones. Es que después que compraron la empresa, hace poco más de una década, la venta de automóviles se disparó.

Y por eso llegaron al magnífico precio conseguido en la negociación con Inchcape. Lo único fijo es que recibirán el equivalente a 280 millones de libras (unos US$340 millones), en acciones de la multinacional Inchcape, que opera en 40 países y vende al año 7.600 millones de libras anuales. Aquello representará el 9,3% de Inchcape y les permitirá tener uno de los asientos en el directorio en Londres. Lo ocupará Juan Pablo del Río. También tendrán dos puestos en el directorio de Inchcape America, la filial en la región: ahí se sentarán Felipe y Carolina.

Pero, además, los tres hermanos recibirán efectivo, una vez que la transacción se perfeccione y se descuenten deudas y capital de trabajo. La cifra se definirá al cierre, pero se estima que rondará los 600 millones de libras (US$730 millones).

Inchcape llega a acuerdo para comprar Derco
Chilena Derco fue adquirida por Inchcape.

Así, en total, los tres hermanos Del Río Goudie conseguirán más de US$1.000 millones por Derco. El negocio más valioso de la familia. Más incluso que su otrora estrella, la multilatina Falabella.

“Les costó vender. Fue emocionalmente fuerte vender la empresa que fundó su padre”, dice alguien que los conoce.

Falabella vale menos

El mismo año que falleció el patriarca José Luis del Río Rondanelli, 2003, los siete hermanos Del Río sellaron la fusión de Sodimac con Falabella y se hicieron socios de un gigante del retail en el que son cocontroladores con las diversas ramas de la familia Solari. Falabella llegó a valer casi US$25 mil millones. Pero perdió el favor del mercado y el jueves, el mismo día que Del Río anunciaron la venta de Derco, Falabella tenía una capitalización bursátil de apenas US$5.500 millones. Los hermanos conservan el 15,03% de Falabella, lo que equivale a US$818 millones, pero dividido en siete partes. “Es nuestro principal activo y mi principal responsabilidad”, decía José Luis del Río en noviembre de 2009, cuando se anunció la reorganización de los activos familiares.

El mayor de los hermanos lideró siempre los negocios familiares y fue el reemplazante natural de su padre. Y aunque no todos los hermanos participaban en los negocios, sí lo hacían Juan Pablo, que encabezaba Sodimac, y Felipe (69), que había liderado la financiera Conosur. Ambos querían tener más protagonismo y en ese empeño los respaldó su hermana Carolina (62). “Querían ser colíderes”, ejemplifica un exasesor. José Luis mandaba en el grupo casi sin contrapesos y los hermanos propusieron un mando más colegiado. Por ello se produjo la división de 2009, una escisión que fue en buenos términos y que no dañó, dicen varios consultados, los lazos familiares del clan, que sigue reuniéndose de cuando en vez. “Fue solo un asunto de liderazgos”, interpreta alguien que conoce bien al grupo.

La familia, además, sigue junta, pero no revuelta, en Falabella. En el directorio del holding las dos ramas tienen representación. José Luis, ingeniero civil de la Universidad Católica, ya suma dos décadas en la compañía: ha estado en la mesa de Falabella desde 2003. La otra rama familiar se rota en el puesto. Hoy está Felipe, también ingeniero civil UC, pero antes también estuvieron Juan Pablo, arquitecto, y Carolina, máster en comunicación y desarrollo. Lo mismo en las filiales más relevantes: en Falabella Retail están por sus respectivas ramas familiares Carolina y Sebastián, ingeniero civil. En Sodimac se repiten Juan Pablo, presidente de la empresa, y José Luis.

Cómo operan los tres hermanos

Los hermanos que siguen juntos actúan de modo colegiado. En las reuniones del último año para resolver la venta de Derco participaban regularmente los tres. Todos intervenían y preguntaban, y no involucraron a alguno de los 16 hijos que suman en conjunto. “Actúan por unanimidad”, dice alguien que ha trabajado con ellos.

Juan Pablo del Río está casado con la presidenta de la Organización contra el Cáncer de Sangre DKMS Chile, Patricia Edwards Braun (69), quien, además, lidera la Fundación Huella Gestión Social, que establece puentes entre organizaciones sociales y empresas. Previo a ello, estuvo en la fundación Nuestros Hijos y también fue integrante del consejo del Ministerio de Desarrollo Social.

Tienen seis hijos: Elisa (47, ingeniera comercial), Diego (44), Ana (43), Pedro (39), Sara (38, diseñadora) y Paula (34). La mayor, Elisa, es tesorera de la fundación que Huella Gestión Social y desde el año 2020 es presidenta de la aseguradora 4 Life. Diego del Río es también director de Fundación Huella. Y Paula oficia como directora de proyectos de la misma entidad.

El 2015, los seis hermanos Del Río Edwards crearon Agrícola y Lechera D y E, para la explotación de actividades agrícolas. Hoy, Diego y Pedro son los representantes legales de esa firma. Además, los seis poseen la sociedad de bienes raíces Agrícola Lago Ranco, nombre que deriva del lago de la XIV Región donde tradicionalmente veranean.

Felipe del Río es el más DC de una familia históricamente ligada a ese partido, un origen que heredaron de su patriarca. “Los Del Río son muy bajo perfil, de tradición DC y muy preocupados por sus trabajadores”, dice un profesional que ha trabajado con ellos. Felipe del Río fue intendente de la Región de Coquimbo entre 2002 y 2006, en el gobierno de Ricardo Lagos. Casado con la sicóloga Mariana Arteaga Vial (66 años), tienen seis hijos: Luis Felipe (44, periodista), Andrés Antonio (41, ingeniero civil), Martín (38, sicólogo), Javier (34, geógrafo), José Pablo (31, ingeniero civil informático) y Mariana (28, ingeniera comercial).

En 2006, la familia creó la Fundación del Río Arteaga, que luego mutó a la Fundación Emprépolis, orientada a la educación y el emprendimiento de jóvenes y adultos de la región de Coquimbo. Toda la familia está en el directorio de la fundación. Además, varios tienen roles en el family office de la familia, Huillinco: Andrés es gerente de Desarrollo y Martín es el gerente de RSE y Factor Humano. Javier es gerente de desarrollo en la agrícola familiar del mismo nombre; Martín es director de Cruzados y Mariana fue economista de la Comisión Nacional de Productividad.

Carolina del Río está casada con Víctor Pucci Labatut (64), quien ocupó antes cargos gerenciales en empresas como CIC, Copec y Agsametal y fue gerente general de Sodimac. Hace dos años asumió la presidencia de Derco en reemplazo de Felipe.

En 2009, Carolina, Víctor y sus cuatro hijos -Víctor José (37), Pablo (38), Rodrigo (34) y Felipe (29)- formaron la Fundación Ilumina, que apoya proyectos orientados a la primera infancia. Carolina Del Río es la presidenta; su marido es vicepresidente, y participan Víctor José, Pablo y Rodrigo como directores. Además, es directora de la iniciativa 3xi. En la web de la instancia se presenta así: “Mamá de 4 hijos, abuela chocha de 7 nietos. Soy empresaria y lo que más me mueve es aportar por una sociedad más justa y de encuentro”.

De manera independiente, Víctor Pucci Del Río es socio de la oficina de private equity y activos alternativos Kapin Capital.

Cada rama, además, tiene su propio family office. El de Felipe es Huillinco, el de Carolina se llama Peñuelas, y el de Juan Pablo, es Cerro Mayo.

Además de Derco, en conjunto controlan la aseguradora 4 Life y una empresa que posee 31 bienes raíces en siete regiones: Sociedad de Rentas Comerciales. La firma tiene propiedades en arriendo con Walmart y Sodimac, son dueños del mall Puerta del Mar, en La Serena, y han desarrollado dos grandes proyectos inmobiliarios: un edificio de departamentos en Las Condes ya terminado y otro en Vicuña Mackenna 9903, donde pretenden levantar cuatro edificios con 520 departamentos. Los tres, además, son accionistas de Cruzados, la sociedad que gestiona el club deportivo de la Universidad Católica, donde son directores Juan Pablo y el hijo de Felipe, Martín del Río. Además de Guillermo Agüero, otro exgerente general de Sodimac que los acompaña en algunos directorios familiares.

En Derco, los tres hermanos se han acompañado de directores independientes, como Ramiro Urenda, exgerente general de la automotriz, y Alfonso Gómez, exdecano de la Facultad de Ingeniería y de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, socio fundador de empresas como Apple Chile, Unlimited y Virtualia y hoy director del Banco Santander. Antes colaboró en Dersa, durante años, el excanciller y exministro de Obras Públicas Alfredo Moreno, histórico asesor del grupo que los dejó en 2010 para incorporarse al primer gobierno de Sebastián Piñera. Volvió entre 2014 y 2018 y volvió a irse con Piñera 2.

Pero el principal ejecutivo del grupo ha sido históricamente el ingeniero comercial de la Universidad de Valparaíso Edmundo Hermosilla, exministro de vivienda de Eduardo Frei Ruiz Tagle. Era el gerente general de Dersa cuando todos los hermanos estaban en un mismo holding y optó luego por seguir con los hermanos Juan Pablo, Felipe y Carolina. Es, de hecho, el gerente general de Dercorp, el holding familiar, y fue quien negoció la venta de Derco con Inchcape, con viajes a Londres incluido. La venta que dejará a fines de 2022 a tres de los siete hermanos Del Río Goudie con un patrimonio superior a los US$1.000 millones.

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