Covid-19 paraliza Santiago y gobierno prepara escenario de 100 mil contagios

Con 201 casos confirmados, el 76% en la Región Metropolitana, las calles se han vaciado. El tráfico en hora punta de Metro cayó 47,5%, mientras centros comerciales, gimnasios, plazas, casinos, restaurantes y discotecas optaron por cerrar. Salud alista 42 mil camas y gestiona arrendar hoteles para cuarentenas.


Causó tanta impresión, que los pocos pasajeros que usaron el servicio compartieron sus fotos en redes sociales: estaciones vacías, andenes desocupados y vagones con apenas un puñado de personas. El Metro, como “termómetro” de lo que ocurre en la ciudad, este martes quedó de manifiesto: el flujo de pasajeros cayó a la mitad, dando cuenta del vaciamiento de las calles de Santiago, producto de las cuarentenas y el temor que ha infundido el Covid-19 en la población.

Según la estatal, en la hora punta matinal la afluencia fue de 669 mil pasajeros, es decir, 47,5% menos comparado al martes pasado, cuando viajaron 1.277.465 personas en el mismo horario. “Hubo una baja de demanda, que se parece a la época de verano, por el llamado que se ha hecho de hacer (solo) los viajes indispensables”, dijo la ministra de Transportes, Gloria Hutt.

Los buses del Transantiago, también con menos pasajeros, vieron mermadas las máquinas en circulación, pues casi el 15% de los conductores, 2.688 personas, está en grupos de riesgo. “Se ha registrado una menor demanda y hemos adecuado el programa de operaciones, reduciendo la frecuencia de los buses en un 18%”, dijo Fernando Saka, director de Transporte Público Metropolitano.

Carlos Melo, académico de la U. San Sebastián y ex subsecretario de Transportes, añadió que los flujos de pasajeros “se han reducido a niveles anteriores al Transantiago (2007)”.

La ciudad paralizada

Con las clases en los colegios y universidades suspendidas, y miles de personas trabajando desde sus casas -luego de que se impulsara una flexibilización de la modalidad laboral-, las principales calles de la capital se vaciaron. Tanto, que las cafeterías más concurridas y donde los clientes suelen hacer filas para comprar registraron el récord de atender a solo un cliente por hora.

La confirmación de 201 casos de Covid-19 al mediodía de este martes, con el 76% en la Región Metropolitana, acentuó el clima de inseguridad y los llamados a endurecer las medidas y las cuarentenas. Así, se fueron sucediendo los anuncios de suspensiones y cierres: cadenas de gimnasios, parques y plazas, bares y discotecas, los casinos de juego e incluso parques de entretenciones y montañas rusas. Otros recintos, como centros comerciales y malls, optaron por reducir sus jornadas, mientras que los cines, con una caída a la mitad del público, están funcionando con butacas bloqueadas, para garantizar una separación segura entre las personas.

El municipio de Providencia tomó medidas más estrictas, decretando el cierre del mall Costanera Center. En Las Condes, el concejo aprobó un cambio de ordenanza para autorizar la misma acción.

En los restaurantes, los primeros días del llamado a no salir de la casa, salvo que sea imprescindible, fue notorio: los clientes bajaron un 80%. “Los restaurantes desde el viernes comenzaron a cerrar. Y este martes cayeron a un 20% de los clientes habituales. También, las personas dejaron de salir en la noche definitivamente”, cuenta Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga).

El plan de salud

Con 41 casos nuevos, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, adelantó que ya se trabaja bajo una proyección para el “peor” de los casos: “Nos hemos preparado para que, a la vez, haya 100 mil enfermos. Esto no quiere decir 100 mil hospitalizados, pues el 85% de estas personas no lo va a requerir, estamos hablando de un máximo de 15 mil personas, simultáneamente, requiriendo hospital y la secuencia de tratamientos intensivos”.

Este escenario, reiteró, debiera desarrollarse durante las próximas ocho a 12 semanas -entre fines de abril y todo mayo-período donde la curva de contagios alcanzará su peak. Con todo, en el gobierno esperan que Chile no registre la tasa de mortalidad de 3,3% que ha tenido el Coronavirus en el mundo y que, dada la temprana detección de casos, la letalidad sea muy inferior y se acerque a los bajos porcentajes de países como Suiza y Corea del Sur, con tasas de entre 0,6% y 0,8%.

Mañalich destacó la temprana pesquisa que se está realizando con la aplicación de casi 1.200 test diarios, que podrían incrementarse a cinco mil en las próximas semanas. “Estamos comunicando el número de casos nuevos y totales de coronavirus que es muy próximo a la realidad. Por eso, la inmensa mayoría de los casos son leves. Estamos seguros, como han manifestado autoridades extranjeras, que en otros países no existe esta capacidad, y que hay un enorme número de personas que está enferma y que no han sido detectadas por esta condición”, dijo Mañalich.

Para hacer frente a la emergencia, la Subsecretaría de Redes Asistenciales planifica aumentar la capacidad total de la red de salud, pública y privada (38 mil camas) en un poco más de cinco mil unidades, lo que dejará a la red con más de 43 mil cupos para internar pacientes.

El subsecretario Arturo Zúñiga reiteró que con la apertura acelerada de cinco hospitales en su etapa final de construcción -siendo el más grande el nuevo Félix Bulnes, en Cerro Navia- se sumarán 1.762 camas. A lo anterior se añaden tres hospitales modulares, que sumarán 500 más, el hospital de campaña en el Parque Bicentenario de Cerrillos y el arriendo de Espacio Riesco, que habilitaría 800 camas.

Mañalich también adelantó que se está gestionando el arriendo de hoteles para quienes necesiten de aislamiento y no puedan hacerlo en su domicilio.

¿Estado de catástrofe?

Frente al escenario internacional y el alza de los contagios, diversos expertos plantean que se deben endurecer las medidas. El infectólogo de la U. de Chile Miguel O’Ryan respalda “que las personas se queden en sus casas. Es una estrategia intensa que han adoptado China y buena parte de países europeos ahora, con el fin de aplanar la curva con distanciamiento social”.

El secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, dice que la postura del gremio es que se aplique un “lock down” o bloqueo de las comunas o ciudades, tal como ocurrió en algunos países de Asia: “En Chile ya estamos en un nivel en que el comercio, los espacios, como cines o restaurantes, deben suspender sus actividades. Ello lleva a menos circulación de gente que sea fuente de contagio. El caso de Italia se debe mirar, porque hoy está pagando las consecuencias”.

En caso de que la propagación del virus se descontrole, ya varios países como Italia y España han restringido del todo la movilidad de las personas con estados de emergencia. En Chile, lo más similar a aquello sería decretar un estado de catástrofe, un escenario que está en la batería de medidas disponibles para La Moneda.

El abogado constitucionalista Gabriel Osorio pidió a través de Twitter que el Presidente Piñera “dicte Estado de Excepción Constitucional de Emergencia y toque de queda en todo el país”. Consultado por La Tercera, Osorio dijo que las opciones son el estado de catástrofe y de emergencia, los que han sido empleados antes en terremotos y tras el estallido del 18 de octubre.

La Constitución, en su artículo 43, establece que en el estado de catástrofe el Presidente podrá “restringir las libertades de locomoción y de reunión”, además de disponer requisiciones de bienes y limitar el ejercicio del derecho a la propiedad. “En un estado de catástrofe puede requisar productos, por ejemplo, si la harina ya no está disponible, pero tú sabes que hay una bodega con toneladas de harina, puedes requisar eso y lo distribuyes a la población. Después hay que pagarlo”, explica el abogado constitucionalista Patricio Zapata.

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