Fiscalía asegura que carabinera fue asesinada con un extintor y no pudo defenderse
Gary Valenzuela fue formalizado por el delito de femicidio y quedó en prisión preventiva. Según la fiscalía, el imputado habría engañado a la víctima para que ella accediera a juntarse a solas con él.
El sábado 22 de agosto, al interior de la pieza número 6 del motel Eclipse de Luna, de Linares, el exsubteniente de Carabineros Gary Valenzuela Ramos (26) tomó el extintor de su auto, golpeó, zamarreó, asesinó y escondió en la maleta de su vehículo a su expareja, la carabinera Norma Vásquez Soto (20). Este relato es parte de la imputación que realizó ayer el fiscal regional del Maule, Julio Contardo, y la fiscal jefa de Linares, Carola D’Agostini, en la audiencia de formalización en contra de Valenzuela, por ser el presunto autor del delito de femicidio en contra de la uniformada.
De acuerdo a los antecedentes que los persecutores entregaron en la instancia, Valenzuela y Vásquez habían terminado su relación luego de que la víctima denunciara ante la PDI y Carabineros que su expololo había intentado violarla en la noche del 17 de julio. La acción derivó en una investigación en la Fiscalía Occidente, en un sumario en la policía uniformada y en una orden judicial, en la cual Valenzuela tenía prohibido acercarse a la uniformada. Pese a eso, el expolicía insistió en reiterados llamados telefónicos y mensajes para que, según relató el Ministerio Público, se juntaran, ya que él tenía un regalo que le iba a gustar mucho.
“Bajo este engaño y previamente deliberado, el imputado Valenzuela Ramos golpeó a la víctima en la cabeza con un extintor de incendio que tenía en su vehículo, en varias ocasiones”, aseguró Contardo.
Manchas de sangre en el interior del auto, en las paredes y en las cortinas del motel, así como indicios de que el imputado limpió el piso de la habitación con un trapero, son parte de las pruebas que hay en el caso.
Según el Ministerio Público, después del crimen Valenzuela saltó la pandereta del motel y cerca de las 7.30 del sábado 22 de agosto tomó un taxi rumbo a Chillán, donde compró dos mudas de ropa y botó lo que tenía puesto en un basurero.
Los resultados de la autopsia, según comentó D’Agostini, permiten establecer que “el extintor utilizado en las lesiones de la víctima corresponde, sin lugar a dudas, a un elemento compatible con las lesiones”. A su vez, agregó que “la víctima no tuvo posibilidad de defenderse o prever lo que le iba a ocurrir, porque el golpe fue muy sorpresivo”.
El Ministerio Público afirmó que las declaraciones de amigos de la víctima permiten acreditar que la relación de ambos estuvo marcada por agresiones anteriores, ataques de celos y maltrato sicológico. “Había una relación de dependencia de la víctima hacia el imputado, que probablemente hizo que por esto aceptara el encuentro”, agregó D’Agostini.
Además, la persecutora expuso que “la víctima tenía una formación religiosa que la hizo abstenerse de mantener relaciones sexuales con el imputado en todo el tiempo en que se mantuvo este pololeo”. Este hecho fue acreditado por un informe físico de la víctima.
El antecedente es parte de lo que, a juicio de la fiscalía, sería la motivación del crimen. “El imputado tenía esta manifestación de rabia por dos motivos. La ausencia de una relación sexual con la víctima, a la que había querido acceder el imputado de manera violenta y forzada, y la denuncia presentada por su propia polola, que culminó en la baja de la institución”, dijo D’Agostini. Contardo agregó que el ilícito habría sido cometido con alevosía y en un contexto de violencia física y sicológica.
La jueza Paula Sánchez decretó su prisión preventiva al considerarlo un peligro para la sociedad. El defensor, Marco Caballero, reveló que Valenzuela le pidió que no se opusiera a la medida cautelar. La magistrada fijó cinco meses para la investigación y autorizó tomarle una muestra de sangre y un peritaje siquiátrico.
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