Las inéditas cifras del Registro Nacional de No Donantes en medio de los cambios que entrarán en vigencia el próximo año

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La cifra marcó su peak el 2014, y ha ido en descenso desde entonces. En lo que va de este año, 356 individuos han ido ante notario para inscribirse, pero durante este año cerca de cuatro millones de personas que aún permanecen en esa categoría deberán ratificar formalmente su intención o pasarán a ser posibles donantes.


El 1 de octubre del año 2013 entró en vigencia la Ley de Donante Universal, la cual establecía que todo aquel que no quisiera ser donante debía expresar su voluntad ante notario mediante un poder simple. Esta declaración sería llevada entonces al Registro Civil, para incluir así a la persona en el Registro Nacional de No Donantes.

La ley cambió con respecto a la establecida en la del 2010 –que indicaba que toda persona era donante a menos que se negara cuando renovara Carnet de Identidad o licencia de conducir– debido a la cantidad de personas que no prestaban atención al momento de realizar el trámite. De hecho, hasta hoy el registro cuenta con cuatro millones de personas que datan de la época previa.

Por esto, en aquel entonces se decidió formalizar el trámite, y así asegurar que aquellos que no querían ser donantes estuviesen conscientes de la decisión mediante un trámite formal ante notario.

De acuerdo a los datos entregados por primera vez por el Registro Civil a La Tercera, en el año 2013, cuando entró en vigencia esta nueva ley, un total de 3.975 personas se inscribieron como No Donantes en la notaría en el período del 1 de octubre al 31 de diciembre del 2013, es decir, los primeros tres meses.

Al siguiente año, 4.078 personas se inscribieron en el registro. Ese año, según datos del Ministerio de Salud, existieron 123 donantes, lo que dio una tasa de 7.2 donantes efectivos por millón de habitantes en Chile. Países líderes en materia de trasplante, como España, cuentan con un promedio de 35 donantes por millón de habitantes.

La evolución de esta cifra ha sufrido, a lo largo del tiempo, alzas y caídas considerables. Si bien el 2012 tuvimos 8.8 donantes por millón de habitantes, el 2013 ese número se bajó a 6.1. Desde ahí ascendió a 7.2, 7.1, 7.9 y llegó a un peak de 10.1 el 2017, para descender en picada a un 6.6 el 2018.

La proyección para este 2019 es que se llegue a una tasa de 8.7 de donantes efectivos por millón de habitantes. Entre enero y junio de este año, la tasa estaba en 5.1.

https://www.latercera.com/nacional/noticia/59-las-familias-se-nego-autorizar-entrega-los-organos-pariente-donante/763556/

El proceso para depurar el registro

Actualmente la lista de no donantes es una mezcla de dos bases de datos: aquellos que se inscribieron desde 2013 ante notario como no donantes y aquellos que antes de esta fecha ya estaban incorporados en el registro. Para depurar la lista de aquellos que desconocen su status, desde marzo del 2019 las personas que estén registradas como no donantes cuentan con un año para confirmar su decisión. Para hacerlo, deben ratificar su decisión de No Donantes a través de Notaría Pública o acudiendo a una oficina de Registro Civil.

Quienes no realicen el trámite serán considerados donantes.

El plazo para hacer este trámite es el 12 de marzo del 2020. Desde esa fecha, el Registro Civil tiene seis meses -o sea, hasta septiembre del 2020- para limpiar la lista y una vez hecho este trámite, se debería tener un Registro Nacional de No Donantes únicamente con personas conscientes de su estado y que asistieron ante una notaría para realizar el trámite.

Según informó el Coordinador Nacional de Trasplantes del Ministerio de Salud, Juan Eduardo Sánchez, la semana pasada, se espera que con esta depuración del Registro Nacional de No Donantes -que se estima en 4 millones de personas entre aquellos inscritos vía notarial y aquellos que desconocen su estado– decrezcan en 1,5 millones de personas aproximadamente.

El ser No Donante, expresó, no le quita a las personas la posibilidad de recibir un órgano en caso de necesitarlo; sin embargo, sí lo pone en menor prioridad frente a alguien en iguales condiciones de salud que es donante.

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