Gobierno inicia proceso de diálogo con miras a adelantar el cierre de centrales a carbón en el país, pero gremios difieren en urgencias

El trabajo contempla 14 sesiones en las que participarán distintos actores de la industria, la academia y la sociedad civil. El objetivo apunta a establecer una hoja de ruta hacia el 2030 que permita habilitar las metas de descarbonización comprometidas previamente, que apuntan al retiro de centrales eléctricas con dicho combustible en 2040, así como también la posibilidad de acelerar la salida del sistema de dichas generadoras.


El ministro de Energía, Diego Pardow, y la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, dieron inicio este martes a un proceso de diálogo estratégico, con miras a construir acuerdos con la industria y actores de la sociedad civil para avanzar en la descarbonización acelerada de la matriz energética en Chile.

El evento, realizado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago, forma parte de las acciones contempladas en la Agenda inicial para un Segundo Tiempo de la Transición Energética lanzada en abril de este año por el Ministerio de Energía, que ya había registrado avances con el inicio de un trabajo técnico que contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la revisión de los distintos análisis sectoriales en búsqueda de los consensos y disensos existentes para avanzar en un Plan de Descarbonización con foco a 2030.

El trabajo contempla 14 sesiones en las que participarán distintos actores de la industria, la academia y la sociedad civil. El objetivo apunta a establecer una hoja de ruta hacia el 2030 que permita habilitar las metas de descarbonización comprometidas previamente, que apuntan al retiro de centrales eléctricas con dicho combustible en 2040, así como también la posibilidad de acelerar el proceso que busca reducir las emisiones contaminantes.

Dicho trabajo se realizará en torno a tres bloques temáticos identificados para guiar el proceso de diálogo. Estos consideran la modernización de la red de infraestructura habitante; la descarbonización, reconversión y combustibles de transición; así como una transición justa.

El proceso contará con la colaboración del BID, que apoyará desde un rol de secretaría técnica. El trabajo concluirá durante el primer semestre de 2024.

El ministro Pardow, explicó que el “lo que busca es precisamente construir consensos, primero, sobre cuál es el horizonte temporal que queremos acordar”, y aunque sostuvo que desde el Ejecutivo no tiene establecida “una fecha que cierre la conversación”, sí buscarán acelerar el proceso de descarbonización.

“Existe un horizonte temporal actual, del 2040. Yo creo que hay, desde el punto de vista de todos los actores, una voluntad de adelantarlo, pero cuánto y sobre todo cómo, qué significa tanto para el sector público en demandas de infraestructura, como de los procesos que hay que hacer con las comunidades para que esta transición genere impactos positivos en los lugares donde esto está ocurriendo. Eso implica tener conversaciones en que no son evidentes cuáles son las respuestas. Los incentivos a la reconversión, por ejemplo, es una conversación que tenemos que tener”, detalló.

En ese sentido, Pardow enfatizó en el rol que pueden jugar combustibles como el gas natural, una fuente que a su juicio se había “olvidado en nuestro imaginario colectivo” tras los quiebres de suministro de parte de Argentina, pero actualmente resulta fundamental para la generación eléctrica.

“Hoy día si tomamos la energía inyectada en el primer semestre de este año, la mayor fuente ha sido el gas natural. Y no solo eso, también ha permitido hacernos cargo de la estrechez hídrica en su momento, especialmente en el invierno pasado. A su vez, nuestras relaciones con Argentina están en una posición inmejorable, entonces esa es una decisión que tenemos que tomar también colectivamente, mirando de frente las consecuencias de lo que queremos hacer”, sostuvo.

Gremios

Desde los gremios del sector energético hubo distintas reacciones al inicio del proceso de diálogo.

Para Carlos Cortés Simon, presidente ejecutivo de la Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN Chile), las palabras expresadas por el ministro Pardow “confirman lo que hemos sostenido como industria: el rol del gas natural en la transición energética chilena debe ser protagónico, ya que mediante un mayor uso de este recurso favoreceremos una reducción sustancial en las emisiones de nuestra matriz energética, con seguridad de suministro y en forma costo efectiva”.

Para Cortés, el trabajo de diálogo iniciado con el Ejecutivo resulta clave, ya que retirar todas las centrales de generación a carbón " requiere sincerar los costos y riesgos involucrados en el proceso”.

Foto referencial de una central a carbón.

“Un uso intensivo de gas natural, tal como ha venido ocurriendo en el presente año, permitirá morigerar riesgos y costos para el país, y contribuir a los objetivos ambientales formulados hacia el año 2030″, enfatizó.

Matías Cox, director ejecutivo de GPM, en tanto, valoró el anuncio como una “buena noticia”.

“Es un paso decidido a abrir conversaciones necesarias para alcanzar la descarbonización. Es importante que este debate abarque temas que son muy relevantes para el desarrollo de nuestro sistema, y esperamos que se avance por el camino del entendimiento, la argumentación técnica y en un marco colaborativo”, remarcó.

Por su parte, el presidente ejecutivo de Generadoras de Chile, Claudio Seebach valoró los avances que ya exhibe el país en la materia, destacando que “hemos incluso acelerado los primeros cinco años, y del carbón ya hemos retirado el 25% de la capacidad” desde los acuerdos logrados en 2018 para la descarbonización.

En esa línea, planteó que “a cinco años de ese hito, amerita tener una revisión de cómo fue planificada en sus orígenes” por lo que aseguró que en el proces diálogo “más que hablar de plazos (...) lo importante es tener en consideración las condiciones habilitantes para que esto ocurra”.

“Como dijo alguien acá muy claramente, no por ir mucho más rápido podemos realmente llegar a un mejor puerto, así que es super importante el proceso de diálogo que se tiene ahora y poder ir construyendo consensos, basados además en evidencia”, remarcó.

El disenso provino de un actor que pareció haber quedado olvidado en los anuncios. Así fue como desde Empresas Eléctricas señalaron que “resulta preocupante que en una visión de largo plazo sobre cómo el país abordará el proceso de descarbonización de la matriz energética, no aparezca ni una sola mención al rol de la distribución eléctrica como habilitante de esa transición”.

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El gremio que reúne a las principales empresas de distribución eléctrica puntualizó en que existen “metas desafiantes, como pasar de 24% a 75% de electrificación de la matriz de consumo final de energía e instalar 8000 MW de generación distribuida al 2050″, así como que “el 18% del compromiso de carbono neutralidad al 2050 esté asociado al desarrollo de electromovilidad”, compromisos que, a juicio del gremio no “será posible de cumplir sin cambios profundos al modelo de distribución eléctrica”.

“Creemos que el gran ausente de este plan es una mirada que ponga a los usuarios de energía como protagonistas. Es necesario avanzar en una transición energética pensada en las personas”, enfatizaron desde Empresas Eléctricas.

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