Mario Marcel: “Un plazo prudente para tener aprobada la reforma tributaria sería a fines de marzo de 2023”

07 Octubre 2022 Entrevista a Mario Marcel, Ministro de Hacienda Foto: Andres Perez

Tras el plebiscito y el cambio de gabinete, el ministro de Hacienda asegura que “trabajé bien con el comité político anterior y estoy trabajando bien con el actual”. Afirma que "la reforma tributaria poco a poco se va a ir transformando en una realidad" y destaca que durante este período se ha recuperado “bastante la racionalidad en el manejo de las finanzas públicas”, en el inicio de la tramitación del Presupuesto de 2023.


Una semana marcada por el inicio de la discusión del proyecto de ley de Presupuestos 2023 tuvo el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el primero suyo y de la administración de Gabriel Boric.

Para varios economistas, con este erario el secretario de Estado ratificó su sello de responsabilidad fiscal, el que ya está plasmando en 2022, donde cumplirá con una contracción del gasto público de más del 24%, volviendo -aunque temporalmente- a superávits tanto efectivo como estructural después de varios años: “Para nosotros el compromiso con la regla fiscal es un compromiso firme”, dice. Pero además el miércoles se ingresaron las indicaciones para la reforma tributaria y pese a que la oposición rechazó la idea de legislar, el ministro espera lograr una mayor sintonía durante la discusión en particular. “La reforma tributaria poco a poco se va a ir transformando en una realidad”, afirma Marcel.

También entrega su lectura sobre el amplio triunfo del Rechazo en el plebiscito constitucional y llama a sacar lecciones: “Los temas que aparecen justificando el voto de rechazo, en general, son aquellos en los cuales la gente sintió que se le estaba imponiendo algo, algo que no estaba muy dentro de su sentido común”.

¿Cuál es su evaluación de estos primeros siete meses de gobierno? ¿En qué han fallado, dada la baja aprobación del Presidente y del gobierno, inferior al 40%?

No tengo un juicio político que pudiera estar ligado al tema de las encuestas. Lo que puedo decir es que, en nuestra área, en lo económico, hemos tenido una agenda muy activa. Estamos cerca de tener aprobados casi diez proyectos de ley. Avanzamos en cumplir algunos compromisos del Presidente, como el aumento del salario mínimo que hoy está en $ 400 mil y nos vamos acercando a los $ 500 mil. Hemos tenido capacidad para innovar en política económica. Creamos este complemento de la asignación familiar por el costo de la canasta básica de alimentos y lo definimos de una manera que se pudiera ir adaptando en el tiempo. Chile Apoya ha sido muy oportuno como línea de política pública. Me hubiese gustado poder haber avanzado más rápido con las reformas tributaria y previsional, pero al final ese tiempo ha sido bien invertido en ir generando diálogo y acuerdos.

¿Por qué cree entonces que esta gestión de Hacienda, que usted destaca, no se ve reflejada en la valoración que la ciudadanía hace del gobierno?

Nuevamente, no tengo un juicio u opinión sobre las dimensiones más políticas, y por lo demás, no me corresponde. Lo que sí tengo claro es que el mejor aporte que Hacienda puede hacer al gobierno y al país es generar una economía y finanzas públicas sólidas, que le den tranquilidad a la gente en el día a día y confianza en que las grandes reformas que se han comprometido se van a poder hacer y sostener en el tiempo.

¿Se siente más acompañado tras el cambio de gabinete? Varios analistas han señalado que usted era “el adulto” del gobierno y quien le da el sustento técnico...

No voy a validar esas afirmaciones. En los últimos 15 años me he desempeñado en distintas actividades, instituciones, a las cuales he llegado sin conocer a nadie. Cuando llegué al BID, había cambiado mucho la gente que conocía cuando había sido director. Luego, en la Ocde, conocía a muy poca gente, y en el Banco Mundial, en mi entorno ni siquiera había una persona que hablara español. Creo haber desarrollado una capacidad para integrarme a equipos de trabajo heterogéneos, diversos. En el gobierno me he ido adaptando, entendiendo que lo principal es tener una buena sintonía con el Presidente, y tener un buen trabajo con el gabinete, además de lo que me toca hacer en el comité político

¿Pero hay más sintonía ahora con las ministras Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte, que son de su misma generación y sector político?

Somos de la misma generación. Con la ministra Uriarte no nos conocíamos tanto, con Carolina Tohá, mucho más, pero uno tiene que ser capaz de trabajar con quien corresponda. Trabajé bien con el comité político anterior y estoy trabajando bien con el comité político actual. En Chile tenemos que aprender que un buen gobierno, una buena organización o una buena empresa, no son aquellas donde todos son iguales, sino donde las diferencias se valoran y se aprovechan.

07 Octubre 2022 Entrevista a Mario Marcel, Ministro de Hacienda Foto: Andres Perez

Usted declaró tempranamente que votaría a favor de la nueva Constitución y que no le veía mayores problemas. ¿A qué atribuye la victoria del Rechazo? ¿Reconoce que quizá no ponderó bien todos los elementos?

Mi evaluación en ese momento tenía que ver con lo que había visto en los temas más económicos dentro de la propuesta de Constitución y, por otro lado, identificar cómo algunas cosas que no habían quedado bien resueltas, podían resolverse posteriormente, ya fuera por la vía de las reformas a la misma Constitución o por la legislación. Cuando entregué esa opinión, lo primero que dije fue lo importante que era la opinión que se formara cada chileno y chilena. El resultado mostró una diferencia de más de 20 puntos porcentuales en favor del Rechazo y esa fue la opinión que primó largamente. La diferencia de más de 20 puntos porcentuales no tiene muchas alternativas de lectura: a una amplia mayoría de chilenas y chilenos no le gustó el texto y pidió un nuevo proceso.

¿Y por qué cree que fue así?

Si uno va a ver las encuestas y recoge la evidencia más anecdótica, lo que encuentra es que los temas que aparecen justificando el voto de Rechazo, en general, son aquellos en los cuales la gente sintió que se le estaba imponiendo algo, algo que no estaba muy dentro de su sentido común. Esto debería servir de aprendizaje, no sólo para el siguiente proceso constitucional, sino que para otras decisiones de política pública.

¿Qué temas, por ejemplo?

Las encuestas y estudios disponibles muestran, por ejemplo, que el conjunto de cambios ligados al sistema judicial, como la justicia indígena, el cambio de nombre al poder judicial y el consejo de la justicia, tocaron una fibra altamente sensible de la ciudadanía. A ello se agrega la negativa imagen pública que generaron algunos convencionales. Esto sólo a modo de ejemplo, porque evidentemente la amplia diferencia en el plebiscito tiene muchas más explicaciones.

En su gira por Nueva York señaló que había visto menos incertidumbre en los inversionistas. ¿Al final era mejor el triunfo del Rechazo para la economía?

Si uno se guía por lo que ha ocurrido en los mercados, al triunfo del Rechazo no le siguió una euforia económica. Es posible que algo ya estuviera incorporado en los precios de mercado a raíz de las expectativas que se venían generando sobre el resultado del plebiscito. Pero hay que tener claro que un nuevo ciclo constitucional mantendrá un elemento de incertidumbre presente. Por eso me parece que los esfuerzos que se están haciendo en este diálogo político de acortar los plazos y tratar de completar ese ciclo dentro del año 2023, es algo que va a ayudar. En este contexto, los inversionistas empiezan a ver un horizonte más claro y empiezan a volver su atención sobre Chile y las oportunidades que ofrece el país.

Esta semana comenzó a tramitarse el Presupuesto 2023, el cual tiene un énfasis en seguridad pública, en medio de la escalada que se observa en materia de violencia y delincuencia. ¿Cómo esos hechos pueden terminar afectando la estabilidad económica?

El tema de la tranquilidad y la seguridad es un concepto que atraviesa todo el Presupuesto, no sólo en los temas de seguridad ciudadana. Chile acumula ya varios años de incertidumbre, de temor, que proviene de distintas fuentes. Por ello, el principal objetivo de este Presupuesto es dar tranquilidad, seguridad y confianza al país. El país tiene que estar tranquilo de que se están manejando bien las finanzas públicas, que se estará invirtiendo en crecimiento futuro, en gasto social y en seguridad ciudadana. El tema seguridad trasciende la seguridad ciudadana, si bien es, indudablemente, un eje importante. El crecimiento del gasto en seguridad ciudadana y justicia del 4,5% es un mensaje claro, después de que el gobierno anterior terminara con un gasto por este concepto casi igual a aquel con el que comenzó.

¿Pero la inseguridad ciudadana puede terminar impactando en la inversión y el crecimiento?

El aumento del delito genera riesgos para todos, también para las empresas porque lleva a que tengan que invertir más en fortalecer su seguridad, ya sea a través de servicios de seguridad privados, infraestructura, seguros. Todo eso va disminuyendo la productividad y la competitividad de la economía. Pero más importante que eso es cómo la delincuencia afecta la vida cotidiana de las personas e imprime temor y desconfianza en toda la sociedad.

En cuanto a las variables fiscales, este año se volverá a tener superávits efectivo y estructural después de más de una década. ¿Qué factores explican este logró?

Habría que destacar, primero, que vamos a recuperar cifras positivas en el balance efectivo y en el caso del balance estructural, para encontrar un año con un superávit de esta magnitud hay que retroceder al 2007, 15 años atrás. Los factores que lo explican: primero, la recaudación ha sido mejor que lo previsto cuando se preparó el Presupuesto. A fines del año pasado se pensaba que íbamos a crecer menos del 2% y ahora vemos que será algo más del 2%, pero, sobre todo, la Operación Renta fue muy positiva, reflejando que en 2021 hubo una expansión muy grande de la demanda. La evolución de la inflación y el tipo de cambio también han impactado sobre los ingresos nominales. Ahora, por supuesto, si uno hubiera trasladado todos estos mayores recursos a gasto, no habríamos tenido estos resultados. Para llegar a ellos ha sido necesaria mucha disciplina en el gasto fiscal y la convicción de que la consolidación debía hacerse ahora.

Pese a ello, para el próximo año se vuelve a un déficit fiscal estructural del 2,1% del PIB. ¿Por qué no se puede mantener el equilibrio?

Primero, el déficit estructural que está contemplado para el próximo año es menor al que se había previsto en junio pasado. En lugar de 2,6%, vamos a tener un 2,1% del PIB, y la razón por la cual volvemos a cifras negativas es porque parte de las mejoras del 2022 tienen que ver con factores que no son permanentes. Por ejemplo, vamos a tener una Operación Renta peor, porque este año ha sido más débil en términos de demanda; de hecho, vamos a tener una caída de los ingresos en 2023. Por eso, uno siempre tiene que combinar reglas fiscales con un buen juicio en términos de evaluar qué es prudente comprometer en materia de gastos, y eso estamos haciendo en este Presupuesto.

También conservaron la trayectoria fiscal de mediano plazo, llegando a un déficit del 0,3% del PIB en 2026 y previendo un equilibrio en 2027. De nuevo, si había un mejor punto de partida, ¿por qué no apuntaron a eliminar el déficit ya en su período? Y lo otro, ¿habrá un nuevo decreto fiscal?

Sí, vamos a hacer un nuevo decreto fiscal, en el cual recogeremos la propuesta del Consejo Fiscal Autónomo de definir la trayectoria para la política fiscal año a año y no sólo como el punto de llegada. Se incorporará la cifra que tenemos para 2023 y se agregarán para 2024 y 2025 las que sean consistentes con esa convergencia hacia el -0,3%. No vamos a cambiar esa cifra final, porque el compromiso del Presidente Boric ha sido estabilizar la deuda pública y lo haremos en un nivel menor al que planteamos como tope máximo, que era un 45% del PIB. Ahora la deuda pública para 2026 estará en un 40,9% del PIB.

¿Esta ruta fiscal no incluye los recursos de la reforma tributaria? ¿Eso puede cambiarla?

No se incluyen los recursos de la reforma tributaria. Pero esta trayectoria está definida en términos de balance estructural, entonces, si los ingresos de la reforma tributaria se destinan a gasto en la misma magnitud, eso no alterará esta ruta tampoco. La idea del gobierno es que la trayectoria sea la misma con la reforma tributaria. Lo que hará esta última es cambiar el nivel de ingresos y de gastos, pero el balance estructural no lo va a cambiar.

Eso quiere decir que en caso de que no se aprobara la reforma tributaria o que recaude menos, ¿los gastos del programa se ajustarán para mantener esta trayectoria fiscal?

Para nosotros el compromiso con la regla fiscal es un compromiso firme, pero hay que tener claro que la reforma tributaria va avanzando. Ya pasó la votación en general en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y vamos a empezar a discutir el proyecto en detalle con sus indicaciones. La reforma tributaria poco a poco se va a ir transformando en una realidad. Los detalles se podrán ir ajustando en el camino, pero hemos ido dando pasos que son necesarios. Probablemente la próxima semana vamos a tener más definiciones en torno al royalty minero y nos queda como tarea de aquí a fin de año presentar el proyecto de impuestos correctivos y la ley de rentas regionales.

¿Hay espacio en el Presupuesto 2023 para nuevas ayudas fiscales, dada la recesión que experimentará la economía?

En el Presupuesto hay espacio por la vía de la reasignación de recursos. Hay distintas formas para responder a una coyuntura que sea más negativa para las personas. Si lo hicimos este año con una caída del gasto del 24,5%, deberíamos estar en condiciones de hacerlo el próximo. La cuestión es ser selectivo en términos de a dónde se van a dirigir esas ayudas y la fundamentación de las mismas. Durante este período se ha recuperado bastante la racionalidad en el manejo de las finanzas públicas. No me refiero sólo al gobierno, sino que también al Parlamento, que nos ha apoyado en muchas decisiones difíciles.

07 Octubre 2022 Entrevista a Mario Marcel, Ministro de Hacienda Foto: Andres Perez

“Cuando llegue el momento de la votación en particular de la reforma tributaria veremos a los parlamentarios de oposición más involucrados en la discusión”

El miércoles ingresaron las indicaciones de la reforma tributaria, sin embargo, estas no dejaron conformes a la oposición. ¿Valió la pena abrir ese espacio de negociación, si de todas maneras dicho sector votó en contra?

Creo que fue útil de todas maneras. Para nosotros el tema del diálogo no es sólo un mecanismo para conseguir votos. El diálogo es para ir puliendo los proyectos, para que sea la mejor reforma tributaria posible dado sus objetivos. Creo que cuando llegue el momento de la votación en particular, veremos a los parlamentarios de oposición más involucrados en la discusión.

¿Está abierto a nuevas indicaciones en el Senado, como por ejemplo, cambiar el sistema dual?

No he visto tanta crítica al sistema dual. El esquema dual tiene una serie de ventajas. La más importante es que nos permite salir de este tira y afloja, en el cual llevamos varios años, respecto de la integración o desintegración del sistema tributario. Por tratar de resolver y generar soluciones intermedias en el tema de la integración o desintegración, le hemos agregado mucha complejidad al sistema de impuesto a la renta. El esquema dual simplifica mucho la declaración, el cumplimiento del impuesto a la renta, más allá de que nos ayuda a fortalecer el carácter progresivo que debiese contener un sistema tributario.

Algunos diputados de centroderecha dicen que esta reforma afectará aún más a la inversión de lo que lo hizo la que se realizó en el gobierno de Michelle Bachelet.

Hay bastante literatura que discute cómo la relación entre la tributación a las utilidades de las empresas y a las rentas personales del capital inciden sobre las decisiones de inversión, con conclusiones distintas a los dogmas que han dominado nuestro debate local. En lo que se refiere al sistema dual, se puede argumentar, por ejemplo, que el hecho de que se aumente la tributación sobre las utilidades distribuidas es un claro incentivo a retener y reinvertir utilidades.

Entonces, ¿no debería tener impacto en la inversión?

Una cosa que contamina mucho la discusión en Chile es la asimilación de ahorro e inversión a nivel microeconómico. Esta relación es evidente a nivel macro, pero a nivel de una empresa individual sus decisiones de inversión no dependen exclusivamente de su ahorro, porque hay un mercado de capitales local e internacional donde se levantan fondos para financiar inversiones. De lo que uno tiene que preocuparse es más bien de los incentivos que existen para invertir. En esa línea, el gobierno ha introducido una serie de indicaciones para hacer más atractiva la inversión, como acelerar los proyectos que estén estudiando y para eso se incorporó la depreciación semiinstantánea. También se introdujo este fondo de créditos tributarios para proyectos, con alto efecto multiplicador. Esos son incentivos directos para la inversión.

¿Qué plazo prevé para tener aprobada la reforma tributaria?

Esperaría que en la Cámara termine la discusión a fines de noviembre, y de ahí pasar al Senado. Un plazo prudente para tener aprobada la reforma tributaria sería a fines de marzo de 2023. Eso sería suficiente para que la reforma comience a tener algún efecto el próximo año, y desde el 2024 hacia adelante el impacto sería más significativo.

En cuanto a la reforma previsional, uno de los puntos de mayor debate será el destino del 6% extra de cotización. ¿El gobierno se abrirá a negociar en esa materia?

Con seguridad serán muchas las cosas que se van a discutir en el proceso legislativo. En esas discusiones uno siempre debe tener claro cuáles son los objetivos que se tiene en una reforma y por qué está estructurada de una determinada manera. El tema del 6% es parte de un diseño que se basa en tres pilares: la Pensión Garantizada Universal (PGU), la capitalización individual y el componente de seguridad social. El esfuerzo que todos tenemos que hacer es entender la lógica que está detrás y tratar de llegar a acuerdos dentro de esa lógica.

¿Para esos objetivos es clave que el 6% vaya a ahorro colectivo?

Ese 6% logra incorporar un componente de seguridad social en el sistema. Su lógica es corregir las diferencias que se producen en las pensiones de las personas, que son ajenas a su voluntad. La más evidente es la diferencia entre hombres y mujeres, pero también para las personas que dejaron de cotizar durante una parte de su vida, porque tuvieron que cuidar niños o adultos mayores. También hay un componente intra e intergeneracional para que beneficie a las generaciones actuales de pensionados. Si queremos hablar de capitalización individual, para eso está el pilar de capitalización individual, y si queremos hablar de beneficios financiados por el Fisco, para eso está la PGU.

07 Octubre 2022 Entrevista a Mario Marcel, Ministro de Hacienda Foto: Andres Perez

TPP11: “La expectativa del gobierno no es tener side letters con todos los países firmantes del tratado”

Si el Senado ratifica el TPP11, ¿el gobierno va a promulgar la ley del tratado sin esperar a que estén todas las side letters acordadas y firmadas?

El TPP11 tiene 10 países, además de Chile. Chile ha enviado side letters a todos esos países y va a tener respuestas positivas de algunos. Tenemos el precedente de Nueva Zelanda, que obtuvo cinco side letters. Claramente, la expectativa del gobierno no es tener side letters con todos los países firmantes del tratado, sino que apuntará a un número suficiente. Esto, porque lo que tiene que hacer el país, luego de tener las side letters, es ir con un nuevo proyecto al Congreso para que sea aprobado. Entonces, lo que se definirá después de un tiempo prudente, será ver cuáles son las side letters que se tienen y con eso se irá al Congreso para la ratificación legislativa de esos acuerdos.

¿Y cuánto es ese “tiempo prudente” de espera, a su juicio?

Esta es una definición que hará el Presidente, pero lo que hay que tener claro es que este proceso empezó antes de que se reactivara la discusión del tratado en el Congreso. Seguirá un tiempo más, hasta que haya un número suficiente de side letters para justificar llevar el proyecto correspondiente al Congreso.

“Es bienvenido que el Estado tenga una renta importante del litio por las concesiones que ha entregado a privados”

¿Qué le parece que SQM esté aportando al Estado más que Codelco?

Es bienvenido que el Estado tenga una renta importante del litio por las concesiones que ha entregado a los privados. El aporte de Codelco se redujo este año porque en las postrimerías del gobierno anterior la empresa aprobó aplicar depreciación instantánea y eso redujo en cerca de US$ 800 millones su traspaso al fisco vía impuestos. A ello se agrega que 2022 ha sido un año de baja producción en Codelco. Pero eso se irá recuperando, porque estamos confiados que, con su plan de inversiones y la nueva gestión, los aportes irán repuntando. De todas maneras, es bienvenido tener más ingresos para el Fisco.

Estos recursos en el Presupuesto 2023 se destinarán a una partida especial de desarrollo productivo…

En este caso en particular, los recursos se reorientarán e invertirán en ciencia, tecnología, innovación, apoyo a las pymes, desarrollo de nuevas industrias como es la industria del hidrógeno verde. Es importante que veamos estas rentas no como maná que cae del cielo para gastarlo en lo que sea, sino que para invertirlo en mejorar nuestra capacidad de crecimiento futuro.

SQM ha pedido renegociar contratos para poder aumentar la producción del litio. ¿Cuál es su posición?

Es un tema que debe resolver la Corfo, como contraparte de la compañía.

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