Por Gonzalo ValdiviaLas mejores películas y series de 2025
En un año que termina con la inminente (e impactante) venta de Warner Bros. a Netflix, la mejor cinta de los últimos 12 meses es justamente una producción del primer estudio: Una Batalla Tras Otra, de Paul Thomas Anderson. Vince Gilligan salió del universo Breaking Bad y triunfó con la serie Pluribus y, en el terreno local, no hubo mejor filme que Denominación de Origen. Aquí también revisamos los principales hitos y personajes de la temporada que llega a su fin.

*Película internacional: Una Batalla Tras Otra, de Paul Thomas Anderson
Tras la entrañable Licorice pizza (2021), Paul Thomas Anderson llegó a las salas con una película mayúscula que fácilmente se encumbra entre lo mejor de su robusto catálogo. Es la historia de Bob Ferguson (encarnado por Leonardo DiCaprio), un exrevolucionario que vive aislado y con temor a que se descubra su vieja identidad y corra peligro la seguridad de su hija, Willa. A medida que la historia despliega su filo, se revela como un drama padre-hija, como una radiografía a una revolución fallida y como una película de acción, como demuestra esa inolvidable secuencia por la carretera en la que el director plasma todo su amor por Terminator 2: El juicio final (1991).
En una cinta con ritmo vertiginoso y elasticidad para cruzar géneros (es una adaptación muy libre de Vineland, de Thomas Pynchon), probablemente lo más astuto es la sinceridad con la que aborda el traspaso de posta entre el errático Bob y la audaz Willa, mientras de fondo –en Estados Unidos en un futuro cercano– el supremacismo blanco parece no tener frenos.

Tiene grandes actuaciones de los veteranos Sean Penn y Benicio del Toro, una magnética interpretación de Teyana Taylor y un descubrimiento, la joven Chase Infiniti, quien parece destinada al estrellato. Todo avanza a paso firme para que Anderson obtenga su primer Oscar, un galardón que hasta el momento le ha resultado esquivo, pero que honraría más al premio que a él mismo.
También tiene méritos de sobra Valor sentimental, que llegó el último jueves del año. Con Renate Reinsve y Stellan Skarsgård como protagonistas, el noruego Joachim Trier (The worst person in the world) ofrece su trabajo más rotundo y conmovedor, un filme sobre la compasión, el legado familiar y la creación de arte como forma de sanación.
Menciones honrosas para Fue solo un accidente, Pecadores, Sueños de trenes, Exterminio: La evolución, El esquema fenicio y, por último, para F1, junto a la tercera Avatar, la mejor superproducción que entregó Hollywood este año. También un saludo para Aún estoy aquí, Flow, El brutalista, Grand tour, No other land y Nosferatu, películas del año 2024 que acá debutaron durante los primeros meses de 2025.
*Película chilena: Denominación de Origen, de Tomás Alzamora
El director de La mentirita blanca (2017), nacido y criado en San Carlos, se enfoca en el surgimiento de un movimiento social que busca recuperar la denominación de origen que distingue la longaniza local. Presentado como un documental falso, el largometraje transformó una premisa improbable en una obra plagada de personajes memorables y momentos hilarantes y entrañables.

Estrenada en salas nacionales en abril pasado, se convirtió en la película chilena con mayor número de espectadores desde La memoria infinita (2023), de Maite Alberdi. Una prueba de que la historia propuesta por Tomás Alzamora, a pesar de comenzar y terminar en una ninguneada comunidad de la Región de Ñuble, tocó la fibra y alcanzó múltiples puntos de conexión con el público. Muchos de los cuales, por cierto, se habrán sorprendido al enterarse posteriormente de que parte de lo que la cinta muestra es real y parte es una ficción.
A través de la causa liderada por su cuarteto de protagonistas (Luisa Barrientos, DJ Fuego, el tío Lelo, el abogado Peñailillo, todos interpretados por actores no profesionales), Alzamora se pregunta por la chilenidad y por lo que impulsa en estos tiempos lo colectivo y lo individual, sin nunca perder humor ni chispa. Una reflexión que resuena particularmente tras los sucesos vividos por el país durante los últimos años.
No fue el único filme destacado de la cosecha 2025. Boris Quercia y Daniel Muñoz le imprimieron cariño a su película sobre el tío Roberto Parra (Me rompiste el corazón: El amor de Roberto Parra y la Negra Ester), Dominga Sotomayor en Limpia salió airosa del reto de adaptar la novela de Alia Trabucco y el género documental dejó varias obras apreciables (Pirópolis, Henri, el último pirata). En tanto, La ola, el esperado regreso de Sebastián Lelio a Chile, dividió opiniones. Un alcance: La misteriosa mirada del flamenco queda fuera de esta revisión, pero únicamente porque su debut comercial está programado para 2026.
*Serie internacional: Pluribus, de Vince Gilligan
El guionista y productor estadounidense Vince Gilligan decidió salir del universo Breaking bad y probó suerte con Pluribus (Apple TV), una historia de ciencia ficción en que volvió a ejercitar las virtudes que lo han convertido en uno de los cerebros más extraordinarios de la televisión de las últimas décadas.

Su protagonista es Carol Sturka, una escritora que, de un momento a otro, pierde a su esposa y se transforma en una de las pocas personas inmunes a un virus que conecta a toda la humanidad en una sola gran red de la felicidad. Primero, intenta huir de la complacencia de “los otros”; luego, apela a su ingenio para buscar respuestas y luchar por revertir la situación y que todo regrese a la normalidad.
Su temporada de nueve episodios está cuidadosamente confeccionada y sostenida en una gran actuación central de Rhea Seehorn (Kim Wexler en Better call Saul). Sin embargo, por algún motivo, su cadencia resultó difícil de seguir para parte de su audiencia. Quizá el hecho de que la escena de la infección ocurra en los primeros minutos puede haber generado expectativas diferentes en cierto sector del público. Lo cierto es que Gilligan no defrauda y logró instalar con éxito un escenario fascinante que promete desplegarse en un ya confirmado segundo ciclo.
En el campo de las miniseries, despuntaron Adolescencia (Netflix) y Morir de placer (Disney+). En tanto, El estudio (Apple TV) fue la mejor comedia de los últimos 12 meses, The Pitt (HBO Max) se consolidó como la sorpresa del año y Severance (Apple TV) no perdió vuelo a pesar de que su segundo ciclo brindó más respuestas de las que se podrían haber esperado. Con la segunda y última entrega de Andor (Disney+) como máximo exponente, también brillaron las series derivadas de populares franquicias (Alien: Earth, It: Bienvenidos a Derry). La enésima confirmación de que, en la era de las franquicias televisivas, siempre hay margen para superar las limitaciones de un proyecto que, en el papel, es un mero encargo.
*Personaje internacional: Stephen Graham
Hasta este año, para muchos era el actor que habían visto en películas como Snatch: Cerdos y diamantes (2000) y Pandillas de Nueva York (2002), y en una que otra serie que pillaron en el streaming. Este año su estatus en la industria cambió para siempre, gracias a su rol en la gestación de Adolescencia, la impactante miniserie de Netflix filmada en plano secuencia.

En cada uno de sus cuatro episodios la ficción profundizó en una ángulo diferente alrededor de un niño acusado de propinarle un ataque letal a una compañera de colegio. El actor británico no siempre estuvo al centro de la acción (el tercer capítulo está dedicado íntegramente a una psicóloga y al muchacho sospechoso), pero su devastadora actuación tiñó toda la historia. La de un padre de familia cariñoso y trabajador al que lo carcome la culpa por los actos de su hijo, un joven de 13 años que nunca despertó alarmas sobre un comportamiento agresivo o extraño y que ahora es foco de una grave acusación. Esa es justamente la pregunta incómoda que plantea la producción y que generó que todo el mundo se recomendara verla.
Con toda justicia, Stephen Graham se llevó tres galardones en la última edición de los Emmy, por su rol como productor, actor y guionista de la serie. Un triunfo categórico que debiera garantizar la continuidad de su labor delante y detrás de cámaras.
Este también fue el año en que Hollywood dijo adiós a figuras capitales de la talla de David Lynch, Robert Redford, Diane Keaton, Gene Hackman y Rob Reiner. El fallecimiento de estos dos últimos fue particularmente doloroso, por las cruentas circunstancias que rodearon sus decesos. Y ya que hablamos de partidas, en el plano local se multiplicaron las muestras de cariño hacia Héctor Noguera, un creador fundamental de la escena chilena que continuó ejerciendo su labor hasta sus últimos días.
*Personaje chileno: Diego Céspedes
Su alabada ópera prima, La misteriosa mirada del flamenco, no se podrá ver de manera oficial en salas del país hasta inicios de 2026 (marzo), pero los logros obtenidos por el director nacional durante los últimos meses son ineludibles.

Su largometraje debut se estrenó en la sección Un Certain Regard del 78° Festival de Cannes, cosechó elogiosas críticas de la prensa y se convirtió en la primera película chilena en obtener el principal premio de ese apartado. Una carrera en que superó a las primeras películas de Kristen Stewart, Scarlett Johansson y Harris Dickinson, y a cintas tan comentadas como la colombiana Un poeta.
Diego Céspedes conquistó al jurado con una historia ambientada en un pueblo nortino a inicios de los años 80, al comienzo de la epidemia del VIH. La puerta de entrada a ese mundo es Lidia, una niña de 11 años que vive junto a una familia queer que atiende una cantina frecuentada por mineros de la zona. El grupo es acusado de la propagación de aquel virus –aún sin nombre y que, en la lógica de la historia, supuestamente se transmite a través de una sola mirada cuando un hombre se enamora de otro–, arrojando a Lidia a un viaje en que debe enfrentar el miedo y el dolor.
Esa mirada poética y sensible le permitió a La misteriosa mirada del flamenco ser seleccionada por los festivales de Toronto y San Sebastián y por otros tantos certámenes internacionales de renombre. Tal vez, con una campaña más robusta en Estados Unidos, podría haber conseguido un lugar en la lista corta del Oscar a Mejor película internacional. De todas formas, el filme de Céspedes (quien cumplirá 31 en enero) está muy por sobre cualquier debut auspicioso e instala sólidas bases de una carrera en ciernes.
*Hito del año: La arremetida de Netflix por Warner
En la serie El estudio uno de los mayores temores de Matt Remmick (el ejecutivo interpretado por Seth Rogen) es que la histórica compañía que lidera termine en manos de una plataforma de streaming. Él y todos a su alrededor entienden que ese potencial movimiento sería letal para la estructura interna y para el legado de Continental Studios. Por eso, con sus errores y aciertos, Remmick intenta hacer lo imposible para no pasar a la historia como el hombre que mató a la firma responsable de décadas de películas importantes.

Evidentemente Continental Studios no es Warner Bros., pero los últimos sucesos han demostrado que la sátira de aquella comedia era tremendamente pertinente. A inicios de diciembre, ante el asombro de Hollywood, Warner Bros. Discovery y Netflix anunciaron haber llegado a un acuerdo para que el servicio de streaming adquiera el estudio en una operación en efectivo y acciones valorada en US$ 82.700 millones.
De ese modo, el gigante detrás de Casablanca, Los imperdonables y todas las Batman, Harry Potter y El Señor de los Anillos pasaría a quedar bajo control de la plataforma encabezada por Ted Sarandos. Además de poseer su biblioteca de títulos, manejaría sus estudios de cine y televisión, propiedades intelectuales y tanto HBO como HBO Max.
Fuera de la preocupación generada por un eventual monopolio (son dos gigantes del mundo del entretenimiento), gran parte de las preguntas apuntan al compromiso de Netflix con los estrenos en salas. Sarandos ya adelantó que las ventanas “evolucionarán para ser mucho más amigables con el consumidor” y que no es partidario de las extensas estadías de filmes en la pantalla grande. La inquietud es real: un grupo de ejecutivos anónimos escribió al Congreso de EE.UU. expresando su preocupación de que Netflix “destruya” la economía de las salas si reduce el tiempo que las películas de Warner Bros. se encuentran en cartelera.
En otro frente, ¿HBO seguirá existiendo como tal? Por ahora, sí. De hecho, los suscriptores de Netflix tendrán acceso al contenido de esa cadena y de HBO Max, pero ambas seguirán operando de manera independiente. Al menos en un inicio.
Mientras Paramount Skydance no afloja en su intento por revertir una batalla que ya parece resuelta (y la adquisición aún está sujeta a aprobaciones regulatorias), las interrogantes se multiplican. Lo que luce claro es que estamos ante el fin de una era y el inicio de una nueva.
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