Por Lucas MujicaEl momento más tenso de Chiqui Tapia: el listado de polémicas de la AFA que lo tienen en entredicho en Argentina
En medio de críticas por arbitrajes, decisiones reglamentarias controvertidas y frentes políticos abiertos, el timonel del fútbol transandino enfrenta una de las etapas más tensas de su mandato tras otorgarle el título a Rosario Central. Aunque mantiene el respaldo, la sucesión de episodios recientes profundiza el malestar y reaviva las especulaciones sobre su conducción.

Claudio Tapia atraviesa uno de los momentos de mayor tensión desde que asumió la presidencia de la AFA en 2017. A las críticas por la designación de árbitros y los formatos cambiantes de los torneos locales, se han sumado episodios recientes que involucran disputas con dirigentes y cuestionamientos públicos en distintos frentes, incluido el político. El dirigente intenta mantener normalidad. Su última aparición pública fue este lunes, durante el duelo entre Riestra y Barracas Central por los octavos de final del Clausura, donde se mostró distendido y saludó a los hinchas. Esa postal contrasta con el creciente malestar que rodea a su gestión.
El incidente más reciente que reactivó la presión pública sobre Tapia provino de Estudiantes de La Plata. El plantel decidió darle la espalda a Rosario Central en el pasillo que tradicionalmente se hace a los campeones. En el trasfondo está en la mala relación entre Tapia y Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes. La Bruja ha sido uno de los opositores del Chiqui.
El malestar platense llegó con la decisión de de reconocer un nuevo título con la competencia en disputa. El 20 de noviembre, la AFA anunció que Rosario Central era el “Campeón de la Liga Profesional 2025” por haber sido líder de la tabla anual, pese a que ese trofeo no figuraba en el reglamento. La entrega se realizó en una oficina de Puerto Madero, sin partido ni ceremonia formal. Tapia y Francisco Duarte, CEO de la Liga Profesional, entregaron la copa al capitán Ángel Di María, al técnico Ariel Holan y al presidente Gonzalo Belloso.
La justificación oficial fue que la tabla anual reflejaba el rendimiento global del año y que la propuesta se aprobó “por unanimidad” en el Comité Ejecutivo. Sin embargo, Estudiantes desmintió esa versión y aseguró que no hubo votación alguna. El acta difundida posteriormente respalda que la idea se mencionó, pero no deja constancia de un sufragio explícito ni incluye las firmas de los presentes. Tres clubes estuvieron ausentes de esa sesión: Independiente Rivadavia, San Lorenzo y Defensa y Justicia. La falta de claridad del documento abrió dudas sobre la legitimidad de la resolución.

El formato, permanente frente de conflicto
El 20 de noviembre, la AFA confirmó que en 2026 se mantendrá el formato para el fútbol argentino: Torneos Apertura y Clausura, 30 equipos divididos en dos zonas de 15, 14 fechas por grupo, dos interzonales, playoffs desde octavos de final y dos descensos (uno por tabla anual y otro por promedio). La estructura repetirá la fórmula aplicada en 2025. Además, sumaron una serie de títulos inéditos.
El anuncio se dio en un contexto marcado por acusaciones de favoritismos arbitrales, cuestionamientos a la conducción general del fútbol y protestas de hinchas. Durante la última semana, se registraron ataques a murales dedicados a la selección argentina, un símbolo que pocas veces había sido alcanzado por el enojo popular. En algunas intervenciones se leía: “El Mundial más caro de la historia”, apuntando a Tapia y Toviggino.
Arbitrajes, presiones y tensiones
En paralelo a las controversias reglamentarias, la gestión de Tapia está marcada por reclamos continuos sobre el arbitraje. El presidente de la AFA abordó el tema. “Tan malo el arbitraje argentino no es”, dijo. Ahí instó a jugadores, técnicos y periodistas a asumir responsabilidades. “No siempre la culpa es del árbitro”, insistió. También mencionó la racha de Riestra como ejemplo para desestimar teorías de favoritismo: “No creo que lo hayan favorecido 25 veces”.
En esa línea, el directivo aseguró que la crítica por el arbitraje siempre ha existido. “Incluso en tiempos de Julio Grondona”, remarcó.
Las declaraciones del dirigente se produjeron luego de una serie de polémicas que elevaron la desconfianza pública. El partido entre Barracas Central y Huracán generó tensiones cuando el árbitro Andrés Gariano cobró dos penales contra el cuadro de Parque Patricios mediante el VAR. El técnico Frank Kudelka denunció que Gariano lo amenazó al término del encuentro.
Semanas antes, un episodio involucró de lleno a la familia del presidente de la AFA. El 31 de octubre, el árbitro Nicolás Lamolina expulsó a Iván Tapia, hijo del dirigente y capitán de Barracas Central, en el duelo ante Boca. Para la fecha siguiente, Lamolina no fue designado. La Dirección Nacional Arbitral sostuvo que se trataba de un “descanso” por errores en su desempeño, pero el hecho desató sospechas debido al vínculo con el presidente de la AFA.
Críticas de todos lados
El escenario se complicó aún más a mediados de año en el plano político. El 26 de junio, tras la eliminación de Boca y River en la fase de grupos del Mundial de Clubes, el presidente Javier Milei cuestionó abiertamente a Tapia. Calificó su gestión como “el fracaso del modelo”, apuntó contra el formato de 30 equipos y volvió a defender la implementación de Sociedades Anónimas Deportivas. “No está a la altura del tremendo público argentino”, sostuvo.
A los cuestionamientos se suma la opinión de figuras históricas del fútbol argentino. Mario Alberto Kempes, campeón mundial en 1978, afirmó que no respeta a Tapia y acusó al dirigente de ejercer un poder excesivo. Dijo estar “desahuciado” por el rumbo del fútbol local y reprochó la cantidad de equipos en Primera División.
En octubre de 2024, Tapia fue reelecto para un nuevo período hasta 2029. En ese momento, la lista fue única, pero la elección estuvo marcada por la ausencia de Estudiantes y por la protesta de Talleres. Su presidente, Andrés Fassi, había sido suspendido por dos años y pidió anular la asamblea. La Conmebol finalmente ratificó la validez del proceso. Alejandro Domínguez es uno de los directivos cercanos al Chiqui.
En esa ocasión, Tapia destacó los logros de su gestión, especialmente los títulos de la selección argentina, y defendió la estructura institucional de la AFA.
Pese a la magnitud de los conflictos, Tapia conserva amplia influencia. Su vínculo interno con los clubes sigue siendo sólido, en parte por su capacidad para articular consensos y evitar fracturas que podrían poner en riesgo su autoridad. También cuenta con el beneplácito del plantel de la selección. Lionel Messi suele posar con Tapia en las fotos.
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