
Las vacaciones pasan la cuenta: Jorge Almirón se llena de críticas y suma presión a días del Superclásico frente a la U
El descanso previo a la derrota contra la UC generaron molestia al interior de Blanco y Negro. La figura del técnico argentino está cada vez más cuestionada, en un semestre en el que ya casi ni quedan objetivos.

Universidad Católica celebró a costa de un tambaleante proceso de Jorge Almirón. Colo Colo sufrió una dolorosa caída ante la UC en el Santa Laura. El conjunto precordillerano se impuso por 2-0 en un partido pendiente de la Liga de Primera, que era crucial para las aspiraciones de ambas escuadras. Una comienza a despegar, mientras la otra sigue estancada.
De marzo a julio. Cerca de cuatro meses tuvieron que pasar para que el Cacique pudiera disputar su primer clásico del año tras dos suspensiones. ¿El resultado?, lejos de lo esperado. Una nueva caída reflota las dudas, que cada vez abundan más en Macul. En la otra vereda, Daniel Garnero ganó su primer partido tradicional, en su segundo al mando de los cruzados.
Más allá de la derrota, en el Monumental también genera conflicto las formas de la derrota. Imposible hablar de una actitud prepositiva del cuadro albo, que no remató al arco en todo el partido. Derechamente, no hubo profundidad, claridad o idea alguna para llegar a la portería de la UC.
¿El problema mayor?, que el siguiente fin de semana deberán afrontar el Superclásico del fútbol chileno. El sábado 12 de julio, Universidad de Chile recibirá a Colo Colo en el Estadio Nacional. La presión es absoluta y recae sobre Almirón.
El argentino, notoriamente molesto, descartó calificaciones potentes como una “crisis”. “Perdimos un partido, así es esto. Estuvo muy parejo. que la intención de ustedes (los periodistas) es generar estos titulares, de que el equipo está muy mal y un montón de cosas, pero no. Hoy te tocó perder, duele porque es un clásico, pero son cosas que tenemos que arreglar dentro (...) pero no veo en esto ninguna crisis”, señaló al finalizar el cotejo.

Líos internos
Colo Colo mostró poco, por no decir nada, algo que molesta en el interior de Blanco y Negro. Era un partido clave, necesario para el Cacique, que imperaba de los puntos para no seguir cediendo terreno en la Liga de Primera. En la concesionaria que rige el camino del cuadro albo hay dudas por Jorge Almirón. Pese a que apenas pasaron un par de días, lejos parece quedar el abrazo entre Aníbal Mosa y el estratega argentino.
Ambos mantuvieron una reunión secreta, que no trascendió públicamente. El timonel albo dio el paso para buscar el restablecimiento de una relación que permanecía rota desde mayo. El viernes pasado, en la conferencia previa al clásico ante la UC, Almirón y Mosa firmaron la paz con un afectuoso abrazo para las cámaras, reflectores y flashes.
“Creemos con Jorge que es importante decirle a los colocolinos que todas las especulaciones extrafutbolísticas han quedado en el pasado. Nosotros hemos colocado a Colo Colo por delante, y eso lo entiendo yo y lo entiende Jorge”, aseguró el puertomontino. “Con los jugadores tengo buena relación. La idea es darle tranquilidad a ellos y a la gente, que es lo más importante para nosotros. Esta es una institución muy grande y está por encima de todos nosotros. Las diferencias como hombres hay que discutirlas donde se deben y vamos a trabajar muy seriamente como siempre”, señaló, en tanto, el entrenador.
No obstante, el significativo gesto de ambas partes no envejeció de la mejor manera y las interrogantes en torno a la figura del transandino cada vez son más grandes, pues los fracasos se van acumulando.
Ya no solo se habla de la eliminación de la Copa Chile o de la Copa Libertadores (que también contó con la no clasificación a Sudamericana), sino que la Liga de Primera se aleja. A falta de un partido para ponerse al día, Colo Colo marcha en la novena posición del torneo, con 21 puntos, once menos que los líderes Coquimbo Unido y Audax Italiano. Y justamente el último encuentro antes del receso será ante su archirrival, la U, que buscará ponerse a una unidad de los punteros. La posibilidad de nuevamente hacer una segunda rueda casi perfecta se ve lejana. El contexto no hace pensar que sea posible.

Unas cuestionadas vacaciones
Los objetivos se van acabando. El Cacique sufrió otro impacto y cayó en el primer clásico del año. Una segunda derrota, en este caso ante Universidad de Chile, terminaría por colmar los ánimos en Macul. Eso, sobre todo si se comprende que el cuadro albo no le gana a los azules desde 2022. El cruce, que por definición genera una relevancia mayor a cualquier otro partido, se disputará como una final. La importancia es vital para un elenco golpeado. Para dicho duelo tampoco podrá estar presente el suspendido Arturo Vidal.
Por otra parte, Almirón ha ido perdiendo piso en la concesionaria. De hecho, según pudo averiguar El Deportivo, las vacaciones, previas al clásico con la UC, generaron molestia al interior de Blanco y Negro. A algunos directores no le gustó que el técnico decidiera tomar descanso tras la caída ante Audax Italiano, a pesar de que fue una medida autorizada por la testera. Tampoco fue una determinación celebrada por los fanáticos.
El Cacique se tomó una semana de descanso y tuvo una más para preparar el partido ante Universidad Católica, algo que molestó principalmente en el bloque Vial. “Me pareció muy delicado, esas fechas se vieron hace bastante tiempo, estaba todo organizado y, en mi experiencia estando en el directorio hace muchos años, tiene que haber razones muy importantes para que se cambie. A mí no me cabe duda de que esto se gatilló por la dificultad actual entre los jugadores y Aníbal y por lo tanto es un mal comienzo de pretemporada, el cuerpo técnico no debe estar cómodo. Es un muy mal síntoma, empezando un periodo tan importante. Me preocupa mucho”, señaló Alfredo Stöhwing, en una entrevista con El Deportivo.
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