Daniel Núñez (PC): “Hubo cierta ingenuidad nuestra en pensar que podíamos derrotar al neoliberalismo en un solo acto”

Senador Daniel Núñez (PC). Foto: D. Missene

El resultado del plebiscito abrió una profunda autocrítica en el Partido Comunista. "Nos dejó una gran tarea de escuchar a la gente que votó Rechazo", dice el senador por la Región de Coquimbo.


A juicio del senador PC Daniel Nuñez, perder era una posibilidad. Sin embargo, la distancia con la que ganó el Rechazo no figuraba ni siquiera en los vaticinios más pesimistas de su sector.

“Uno de los grandes errores de la Convención fue menospreciar la identidad nacional y los símbolos patrios”, dice el legislador, quien al igual que varios personeros de su partido ha comenzado a sincerar su autocrítica del fallido proceso constituyente.

Uno de los pronósticos previos al plebiscito era que la Región de Coquimbo, que Ud. representa, sería favorable para el Apruebo. ¿Le sorprendió el resultado?

Sí. Esperaba que en la Región de Coquimbo el Apruebo ganara en el sector rural y en la zona urbana, en las principales comunas y, bueno, no fue así. Perdimos en todas las comunas. Se dio la misma tendencia a nivel nacional. Fue importante el triunfo que tuvo el Rechazo. Eso nos dejó una gran tarea de escuchar a la gente que votó Rechazo, de tomar contacto con ellos y de reinstalar un trabajo que, en esta coyuntura electoral, nos debilitó, francamente.

El presidente del PC ya ha hablado de que hay que hacer una autocrítica. ¿Qué situación sacaría a priori como parte de esa reflexión?

Hay muchas cosas que pesaron en la derrota que tuvimos. Los errores del proceso constituyente. Hubo un voto castigo de quienes no habían votado antes por el gobierno y que lo hicieron ahora. También jugaron su rol las fake news, pero yo creo que también hubo cierta ingenuidad nuestra en pensar que podíamos derrotar al neoliberalismo en un solo acto y no comprender que estos son un conjunto de procesos y de reformas que se van alimentando de la otra. Creo que, en ese sentido, se pensó en una nueva Constitución que se asimilara más a un programa de gobierno que a los principios básicos que después tienen que ser complementados con leyes que también van a estar en disputa. Ahí también habrá un aprendizaje y eso puede haber influido al considerar tantos elementos en la nueva Constitución que provocaron un poco de incertidumbre. Un uso excesivo del lenguaje muy técnico y muy jurídico que la gente no asimiló y sintió lejano. Creo que eso también pudo haber influido en el resultado.

En su zona el tema del agua era fuerte, ¿por qué eso no se tradujo en un voto favorable?

Lamentablemente. La crisis del agua, la sequía, el derecho a más agua, ha sido una demanda que hemos levantado nosotros. En las zonas rurales perdimos en forma rotunda, incluso, en zonas rurales muy afectadas por la crisis del agua. Ahí afectó mucho el tema de las tradiciones y la sensación de cuestionamiento que se instaló en el mundo rural, pero también porque no pudimos explicar la importancia que tenía que el agua fuera declarada un bien público. Eso, lamentablemente, no alcanzamos a explicarlo y no logramos que eso permeara al mundo rural de la Región de Coquimbo y tampoco del resto del país.

¿Qué cosas, particularmente, ese mundo rural las vio como una amenaza a sus tradiciones?

En el caso del mundo rural de Coquimbo pesó mucho el cuestionamiento al rodeo, a las tradiciones, a cosas como las carreras de galgos que no tienen que ver con terminarlas de golpe, sino que con poder darle más protección y respeto a los animales que están involucrados en esa situaciones. También el cuestionamiento a la identidad nacional. El mundo rural es un mundo con tradiciones muy fuertes y sintió que la nueva Constitución era una amenaza y se alineó con el Rechazo.

¿Ustedes abandonaron esa defensa de la identidad nacional? En el PC los símbolos nacionales siempre estuvieron presentes. Por algo el Frente se denominaba patriótico.

Sí. Creo que uno de los grandes errores de la Convención fue menospreciar lo que es la identidad personal, los símbolos patrios y, desde ese punto de vista, se los regalamos al Rechazo que los ocupó en forma magistral. Fue un regalo y fue un grave error que nosotros no pudimos revertir.

Respecto de los maximalismos, el exconvencional Marcos Barraza (PC) dio a entender que tal vez jugaron en contra. ¿Debería haber una nueva visión con una Constitución minimalista, que fue lo que propuso la derecha en su momento?

Creo que todavía tenemos que ver el debate en profundidad, pero es evidente que en una Constitución no podemos resolver todos los problemas del país y lo que se requiere son definiciones claves. Para mí sigue siendo clave en una nueva Constitución el estado social de derecho, sigue siendo básico el fin al principio de subsidiariedad y tener un Estado que pueda intervenir en la vida económica y social del país para combatir las desigualdades y los abusos. Perfeccionar y rejuvenecer nuestra democracia y sistema político siguen siendo pilares de la nueva Constitución. Lo que uno disputa es si tenemos que llegar al detalle de cada una de esas cosas específicas o si eso es materia de leyes que habría que hacer posteriormente. Lo importante es que la nueva Constitución debe contemplar principios básicos que la gente espera porque, si no, sería también un acto fallido y alguien podría decir bueno, si la nueva Constitución va a ser tan insignificante, tan mínima, por qué no nos quedamos con la actual. Entonces tampoco se trata de reducir la densidad de un nuevo proceso constituyente.

La posibilidad de diálogo con la derecha, ¿está abierta?

Estamos comprometidos con la propuesta que hizo el Presidente de la República, Gabriel Boric, de tener un nuevo proceso constituyente. Eso pasa por una votación de una nueva reforma y, por lo tanto, tenemos que conversar con las fuerzas que están en el Congreso y lograr un acuerdo. Más allá de nuestros deseos, es una necesidad. Nosotros vamos a ser parte del proceso.

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