Mural de Sharp en Plaza Aníbal Pinto replica fotografía tomada en Santiago en 1954 y provoca molestia de vecinos y expertos

A la izquierda, fotografía tomada en Santiago, en 1954. A la derecha, parte del mural que desarrolla la Municipalidad de Valparaíso en la Plaza Aníbal Pinto. Créditos: Museo Histórico Nacional y Municipalidad de Valparaíso (Facebook).
A la izquierda, fotografía tomada en Santiago, en 1954. A la derecha, parte del mural que desarrolla la Municipalidad de Valparaíso en la Plaza Aníbal Pinto. Créditos: Museo Histórico Nacional y Municipalidad de Valparaíso (Facebook).

La iniciativa forma parte del proyecto de repintado de fachadas en el centro de la ciudad y que en este caso contribuiría al "sentido de identidad y pertenencia". El Consejo de Monumentos aprobó la obra, con observaciones, mientras los porteños manifestaron sus reparos y preocupación frente a la falta de un plan de gestión patrimonial.


Como parte de su proyecto Arcoíris -que contempla repintar 5.700 metros lineales de fachadas en el centro de Valparaíso-, el municipio dirigido por Jorge Sharp (Ind.) comenzó a ejecutar el 4 de enero un mural en el frontis del edificio de la ex Cooperativa Vitalicia, ubicado en la Plaza Aníbal Pinto, Zona Típica del Área Histórica de la Ciudad Puerto, declarada Sitio de Patrimonio Mundial en 2003 por la Unesco.

En lo que va del pintado, se alcanza a distinguir el dibujo de uno de los inmuebles del sector y su pileta. Y a la derecha, lo que a simple vista parece ser un trolebus -medio de transporte característico de Valparaíso y que también recorrió las calles de la capital- con tres niños colgando en su parte trasera, es una réplica de una fotografía tomada en 1954 en Santiago, según consta en la página del Museo Histórico Nacional.

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"Niños vagos colgados de las micros, foto captada en calle Compañía" (1954), donada por Archivo Zig-Zag/Quimantú. Fuente: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Para diseñar el mural, la alcaldía -a través de su Corporación Municipal Museo Bellas Artes- y en alianza con empresa Tricolor convocaron a “todos las y los muralistas y grafiteros/as de la ciudad de Valparaíso” a un concurso público, que concluyó el 2 de septiembre de 2022, “para realizar el pintado en un sector emblemático del Plan de Valparaíso, el cual contempla 350 m² de su superficie”.

En las bases se indica que la elaboración del mural contaría con un mínimo de “dos instancias participativas bajo una metodología de trabajo a la comunidad pertinente y al colectivo que resulte seleccionado. El objetivo es trabajar de forma conjunta en torno a una propuesta del diseño del mural, de tal manera de fortalecer el sentido de pertenencia del territorio e impulsar el trabajo colectivo para el mejoramiento de los espacios públicos”.

Finalmente, fue seleccionado el Colectivo Arte en Tu Barrio, a quienes se les asignó la tarea de “diseñar y realizar un mural que contribuirá al sentido de identidad y pertenencia”, con un pago único de $ 5.000.000, a través del director artístico y sin mediar boleta de honorarios.

“No más capas de maquillaje”

Sin embargo, los porteños no quedaron impávidos. En una carta abierta a la comunidad de Valparaíso, 23 profesionales (arquitectos, ingenieros, abogados y diseñadores, entre otros) hicieron ver su malestar y preocupación “frente a la evidente ausencia de un criterio general, de políticas claras y de una planificación adecuada en la ciudad de Valparaíso”.

Agregan que “en ese sentido nos preocupa que, desde la inscripción del Sitio de Patrimonio Mundial de Valparaíso, no ha habido avance en una regulación de intervenciones arquitectónicas y urbanas a la altura del desafío, sin actualización del plan regulador, sin planos de detalle y sin lineamientos de intervención en toda la Zona Típica. Tampoco existe un plan de gestión patrimonial”.

Los firmantes, entre los que figuran la arquitecta Paz Undurraga Castelblanco, el abogado y residente del edificio Rodrigo Díaz Yubero, la artista visual Chantal de Rementería, el cineasta y académico Roberto Trejo, el arquitecto y concejal de Valparaíso Daniel Morales Escudero, la diseñadora y experta en gestión cultural Ángela Herrera y el ingeniero comercial Manuel Peña Blásquez, sostienen que “el mural que se instala en el edificio de la Cooperativa Vitalicia viene a poner en discusión cuál es el tipo de ciudad que deseamos poner en valor y, en específico cuál es el límite tolerable para la realización de intervenciones sobre inmuebles existentes mediante el procedimiento de realización de murales, planteando la inquietud respecto a si este tipo de intervenciones son verdaderas soluciones o más bien se realizan para soslayar, o encubrir, la responsabilidad municipal frente a la ausencia de fiscalización del buen estado de los inmuebles de la ciudad.

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Añaden que lo que la ciudad requiere son intervenciones sustanciales en sus edificios, como lo es mantención, recuperación, consolidación estructural, mejoras de instalaciones, entre otras necesidades, para evitar la pérdida irreversible de los mismos, “pero no más capas de maquillaje”.

“Resulta evidente que un mural, cuya sola justificación estriba en resolver todos los rayados y grafitis que cubren el frontispicio de un edificio, pero sin tomar en cuenta la enorme saturación visual existente en el sector y las características austeras de la arquitectura del inmueble mencionado, constituye una acción cuestionable y de dudosa génesis”, se lee en la misiva.

Mural aprobado por el Consejo de Monumentos

El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) acordó el 4 de enero aprobar con indicaciones la solicitud de la Municipalidad de Valparaíso para ejecutar el mural, el que será protegido con un recubrimiento antigrafiti para su mantención periódica.

“Se trata de una iniciativa que se enmarca en un proyecto mayor que incluye la pintura de fachadas en un amplio sector de la ciudad y que irá acompañado de otra serie de medidas de limpieza, seguridad, baños públicos y generación de normativas internas para regular el espacio público” informó el CMN a este diario.

El organismo explicó que “los consejeros acordaron autorizar el proyecto con indicaciones, que apuntan a compatibilizar el diseño del mural en relación a la composición y características propias del inmueble, en el sentido de no generar una sobrecarga de elementos en su fachada y su entorno, y que el mural no obstaculice la accesibilidad al edificio en ninguno de sus accesos, en consideración a las personas con baja visión u otras condiciones”.

La subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez, dijo que la iniciativa es “un buen paso para ampliar la discusión respecto de lo que implican estas acciones y va de la mano con uno de los ejes de nuestra gestión, que es la recuperación de espacios públicos. Este es un trabajo interesante, que se puede ir proyectando de buena forma, y sabemos, es importante para la comunidad. Esperamos que haya un monitoreo respecto del impacto de este proyecto, que nos entregue luces respecto al trabajo de murales en general, en especial en una ciudad como Valparaíso, reconocida mundialmente por esta expresión artística”.

Asimismo, Macarena Carroza, secretaria ejecutiva de la Corporación Municipal Cultural del Museo Baburizza, dijo en la sesión del Consejo que la idea de crear este mural nace de la necesidad imperante de recuperar el plan comercial de la ciudad, y aseguró que permitirá consolidar una ordenanza de pintura de fachadas y murales.

El sector a intervenir, señaló Carroza, “se encuentra en un mal estado de conservación, con múltiples rayados que las continuas pinturas del edificio no logran evitar. Estas alteraciones afectan la armonía, la lectura estética del inmueble, e incentivan al desorden, lo que afecta a los vecinos y habitantes del edificio, además del comercio local y los transeúntes de la zona”.

Colegio de Arquitectos: “No se puede tapar el sol con un dedo”

Por su parte, Claudia Waywood, integrante de la Delegación de Valparaíso del Colegio de Arquitectos, señaló que al gremio le preocupan “tres carencias” que esta obra pone de manifiesto: “la falta de una mirada integral del territorio”; “la desactualización de los instrumentos de manejo del patrimonio vigentes y la ausencia de nuevos”; y “la necesidad de poner en práctica las atribuciones municipales establecidas en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones”.

El mural “no pone en valor el edificio y sus características, sino más bien parece intentar solo dar una respuesta -a nuestro parecer errónea- a los grafitis existentes en un sector saturado”, agrega.

“Como dice el dicho” -cierra la arquitecta- “no se puede tapar el sol con un dedo, y el mural de la Cooperativa Vitalicia parece pretender tapar con colores el deterioro de un inmueble y de un sector que requiere intervenciones profundas”.

Fachada del nuevo mural que se realiza en la Plaza Aníbal Pinto de Valparaíso. Foto: Marcelo Benítez.

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