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Avance de partido centrista frena a la extrema derecha en legislativas anticipadas de Países Bajos

El Parlamento aplazó hasta el próximo martes la elección de un candidato encargado de buscar gobierno debido al empate técnico registrado entre el centroizquierdista D66 y el ultraderechista Partido de la Libertad. Pero todo apunta a que la primera colectividad, a cargo de Rob Jetten, terminará encabezando el Ejecutivo, en una dura derrota para la tienda de Geert Wilders, que lideraba los sondeos previos a los comicios del miércoles.

Propaganda electoral en Países Bajos. Foto: Archivo

El Partido por la Libertad (PVV), del líder de extrema derecha Geert Wilders, vive los resultados de las elecciones legislativas anticipadas celebradas este miércoles en Países Bajos como una derrota, pese a que se impuso estrechamente al partido centrista proeuropeo D66. Con una diferencia de algo más de 2.000 votos a favor del PVV, con casi el escrutinio completo, ambas formaciones obtienen 26 escaños cada una en un Parlamento de 150 diputados.

Y el partido de Wilders tiene razones para su pesimismo. Y es que frente al auge de D66, el PVV sufrió un descalabro en relación con lo que sacaron en los últimos comicios: perdió casi siete puntos porcentuales y 11 escaños respecto a su contundente victoria electoral de 2023, bastante más de lo que sugerían los sondeos. Estos mismos, en la previa de las elecciones, daban por ganador a la extrema derecha, que ha sabido aprovechar los principales temas que preocupan a la población: la inmigración y los problemas sociales, como la falta de vivienda.

Tras el sorprendente desempeño electoral de D66 y de la mayoría de los partidos moderados, a excepción de la alianza entre socialdemócratas y ecologistas, todo apunta a que las negociaciones para formar gobierno acabarán derivando en un Ejecutivo de mayoría centrista y liderado por los socioliberales, con su joven cabeza de lista, Rob Jetten, de solo 38 años, como probable primer ministro, apunta el diario El País.

En cualquier caso, comienza ahora un largo período de negociaciones para los partidos, que intentarán formar una coalición en un sistema político altamente fragmentado.

De hecho, el Parlamento de Países Bajos aplazó hasta el próximo martes la elección de un candidato encargado de buscar gobierno debido al empate técnico registrado entre el partido de centroizquierda D66 y el ultraderechista Partido de la Libertad tras las elecciones legislativas del miércoles y a la espera de que finalice por completo el recuento.

Aunque estaba previsto que esto sucediera este viernes, finalmente los líderes de todos los partidos se reunirán la próxima semana para elegir a la persona encargada de sondear al resto de formaciones para allanar el camino hacia la formación de un gobierno y la elección de un primer ministro en un país acostumbrado a grandes coaliciones.

La medida fue adoptada ante la inminente victoria, aunque muy ajustada, del D66, cuyo líder, Rob Jetten, podría ser elegido para poner en marcha el proceso. De momento, con el 99,7% de los votos escrutados, el partido cuenta con el 16,9% de los votos, frente al 16,7% cosechado por el PVV.

“Los votantes han hablado. Esperábamos un resultado diferente, pero nos mantuvimos fieles a nosotros mismos”, declaró a X Wilders, el líder de extrema derecha de 62 años.

Con estos resultados Wilders ya no podrá ser primer ministro, ya que los principales partidos han descartado cualquier colaboración con él, considerándolo poco fiable o sus opiniones inaceptables. Los primeros resultados sitúan, por tanto, a Rob Jetten en una posición privilegiada para convertirse en el primer ministro neerlandés más joven y el primero abiertamente gay.

Rob Jetten, líder del partido D66.

En el tercer lugar, y ahora como partido clave para las negociaciones que formen gobierno, queda el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), de centroderecha y tienda de Mark Rutte, el ex primer ministro.

La formación de gobierno de coalición se anuncia difícil, ya que se necesitan 76 escaños para alcanzar la mayoría. Sin una mayoría clara, el próximo Ejecutivo deberá surgir de una coalición, ya sea de centroizquierda o de centroderecha, pero en cualquier caso necesitando el apoyo del VVD.

Este último partido obtuvo 22 escaños, por lo que sería el socio clave del D66 si pretende hacer gobierno luego. Ahora presidido por Dilan Yeşilgöz-Zegerius, el VVD había gobernado junto a la extrema derecha luego de las elecciones de 2023, pero la alianza terminó colapsando, provocando así las generales anticipadas de este miércoles.

Rob Jotten, líder del partido centrista D66.

Ahora, más que nunca, la persona con todas las chances de volverse primer ministro es Rob Jetten, un exatleta que, entre otras cosas, fue fotografiado en la portada de una revista de deportes corriendo frente al palacio del Ejecutivo neerlandés. Su campaña se centró en dar un mensaje “positivo”, de “sí se puede”, oponiéndose a lo que llamaba una campaña de “odio y miedo” por parte de Wilders.

“Millones de neerlandeses han pasado página. Ellos le han dicho adiós a la política del pesimismo, del odio y del no se puede”, aseguraba Jetten tras anunciarse su victoria en la encuesta a pie de urna, aunque ahora el recuento total lo sitúa a la par que Wilders. Con estos resultados, es su partido, el D66, el que tiene la sartén por el mango a la hora de formar una mayoría para gobernar.

Frente a la masa de seguidores de su partido, Jetten aseguró que el apoyo a su partido pro europeo y a favor de las políticas climáticas “marcaría el fin” de la importancia de la extrema derecha en la política neerlandesa. Y de paso, asegurando que esto mostraba un camino hacia el centro para Europa entera.

Geert Wilders, líder del PVV, en un discurso en Milán. MIGUEL MEDINA

Sorprendente, pero no tanto, el resultado llega después de un continuo liderazgo del PVV en las encuestas, desde el momento en que se convocaron las elecciones. Sin embargo, las últimas semanas, el partido de Wilders había comenzado a ir a la baja. Por el otro lado, los sondeos daban cuenta también del aumento de los liberales progresistas del D66 y su “campaña optimista”.

De todos modos, se esperaba que el D66 obtuviera solo 17 escaños, por lo que los 26 conseguidos fueron un resultado muy por encima de lo esperado. Según indican los medios internacionales, pareciera ser que Jetten consiguió su ventaja, sobre todo luego de su desempeño en los debates televisivos.

En las elecciones anteriores el partido solo había conseguido 9 de los 150 escaños en el Parlamento, por lo que mucho del mérito de esta victoria se le puede conceder a Jetten. En tanto, Geert Wilders no participó en ningún debate televisivo a causa de una amenaza terrorista en su contra, y suspendió su campaña.

Propaganda electoral en Países Bajos.

Un análisis de RTVE asegura que otro de los puntos fuertes del D66 en esta campaña fue el hecho de haber “evitado la confrontación y ha sabido detectar el espacio que habían dejado el resto de partidos”. “Hay un viraje hacia el centro, que ahora encarna la figura de Jetten. Él ha sido hábil al saber leer el momento y que, al radicalizarse la derecha, el centro había quedado vacante. Su partido es progresista en lo social, pero más conservador en lo económico y capaz de adaptarse al sentimiento del momento. Esto hoy le ha dado buenos frutos”, explicó Samuel Witteveen, periodista de la radio pública neerlandesa.

Pareciera, sin embargo, que dos partidos de derecha tomaron los escaños que perdió el PVV: JA21 (Respuesta Correcta 2021) y el FvD (Foro para la Democracia), juntos, consiguieron 12 escaños entre los dos. “Wilders ha perdido apoyos, pero su lenguaje ha permeado toda la política neerlandesa. Incluso partidos de centro han ido virando y acercándose a su marco en temas como la inmigración”, indica Witteveen.

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