Senadores de derecha ponen en jaque proposición de exdiputado RN para integrarse al Tribunal Constitucional

El exdiputado Gonzalo Fuenzalida

La proposición de Gonzalo Fuenzalida, quien dejó su cargo parlamentario en marzo, generó reparos en el sector. De hecho, el comité de RN acordó dar “libertad de acción” a sus miembros, según informó la jefa de bancada, Paulina Núñez. Por su parte, dos de los tres senadores de Evópoli no apoyan su nombre. La UDI, en tanto, también tiene cuestionamientos, pero prefiere aún no anticipar su postura colectiva.


“Los Incumbentes” se llama la banda de rock latino y anglo fundada por el exdiputado Gonzalo Fuenzalida (RN) y el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli).

Hoy, Cruz-Coke es uno de los pocos votos seguros que tiene Fuenzalida dentro de los senadores de su sector para ser ratificado como nuevo integrante del Tribunal Constitucional (TC).

El exdiputado RN, junto a la jurista ligada a la DC Alejandra Precht habían sido propuestos el miércoles pasado por la Cámara Baja para llenar dos cupos del TC.

Y si bien la dupla logró el respaldo de 111 diputados -cifra que superaba el piso necesario de 103 votos, tras un acuerdo que iba desde la UDI al PC-, el escenario en el Senado es completamente distinto e incierto, básicamente por los reparos que hay de los representantes de la derecha sobre quién, en teoría, es la carta del conglomerado.

Para que la proposición de Fuenzalida y Precht sea ratificada se requiere del voto favorable de 33 senadores (es decir, dos tercios de la Cámara Alta). A ello se suma un inconveniente adicional, ambos nombres no pueden votarse por separado, por ello, se requiere de un acuerdo amplio, respetando un cupo para la derecha y otro para fuerzas de izquierda y centroizquierda.

Si bien detrás del nombre de Precht ya está alineada la mayoría de los senadores de la DC, PS, PPD, PC, Frente Amplio, esos apoyos no son suficientes, por lo que es clave la opinión de la derecha.

RN define “libertad de acción”

El problema de Fuenzalida (por ende, también de Precht, a pesar de que su nombre no es objeto de cuestionamientos) es que ni siquiera tiene el respaldo cerrado de su propio partido.

Dada la tensión que generó el tema, la bancada de senadores de RN acordó dar “libertad de acción” a sus miembros, según informó la jefa de bancada, Paulina Núñez. “Cada uno tiene sus motivos y los ha presentado al comité y, a propósito de eso, vamos a votar en virtud de los argumentos que estimemos que sean mejores para la institución. Hemos acordado que va a haber libertad de acción en esto”, dijo la senadora RN.

Otros senadores del sector comentan que el cuadro está tan dividido en Renovación Nacional que solo cinco de sus 12 senadores apoyarían la nominación de Fuenzalida, mientras que los otros siete legisladores están por rechazar o abstenerse. Incluso, algunos comentan que dentro de los cinco votos a favor, hay quienes admiten que lo harían solo por un compromiso político o personal.

El cuadro en Evópoli también es negativo. De los tres senadores de esa colectividad, solo Cruz-Coke lo apoyaría, Sebastián Keitel se abstendría y Felipe Kast adelanta que votará en contra. “Tengo una buena opinión del exdiputado Fuenzalida, pero la estrategia debilita la institucionalidad del TC. Es un grave error en un momento en que el Tribunal Constitucional está siendo cuestionado severamente, se utilice ese cargo, que debiera ser para una persona con trayectoria académica en materia constitucional, se le entregue a un candidato a diputado que no ganó la elección. Es una mala señal. Afortunadamente, la DC entendió la gravedad de lo mismo y, por eso, reemplazó a su candidato original”, dice Kast en referencia a la decisión de la DC de bajar la postulación del exdiputado Gabriel Silber y proponer a Precht.

En el caso del senador y presidente del Partido Republicano, José Manuel Rojo Edwards, su postura también está decidida. “El acuerdo del Partido Republicano es abstenerse o alternativamente rechazar la propuesta de los candidatos Precht y Fuenzalida. Algunas de las argumentaciones que se han dado para aquello es que al nombrar a un exparlamentario, independiente de las cualidades personales y profesionales del exdiputado Fuenzalida, se está golpeando a la Justicia Constitucional, que ya ha sido atacada por falta de credibilidad y cuoteo político. Además, se está forzando al Senado a tomar una decisión que efectivamente puede ser cuestionada por la ciudadanía”, dice.

Los nueve senadores de la UDI, en tanto, también son críticos del nombramiento del exdiputado RN, pero prefieren no emitir opinión en público. La razón es que aún no se superan completamente los roces que dejó la pelea interna por la elección de la presidencia del Senado, donde la UDI por un diseño estratégico apoyó al socialista Álvaro Elizalde para presidir la corporación, en desmedro del RN Manuel José Ossandón.

Una idea que corre en la UDI es votar en modo espejo con los senadores RN. Por ejemplo, si ellos cambian de opinión y votan a favor de Fuenzalida, también apoyarían. Si votan en contra, también rechazarían. Sin embargo si se dividen los RN, solo algunos UDI darían su aprobación a la dupla de candidatos para el TC.

La decisión pendiente del gremialismo hace que el pronóstico de esa deliberación sea una completa incógnita a dos semanas de que se vote en la sala del Senado, ya que la mesa y los comités acordaron no apresurar el pronunciamiento.

El tema es que si se consolida un grupo de 18 senadores dispuestos a abstenerse o votar en contra, la propuesta de Precht y Fuenzalida sería inviable.

Hasta ahora, contando los votos de los siete RN, dos de Evópoli, un Republicano y las eventuales negativas de los independientes Karim Bianchi y Fabiola Campillai, hay 12 votos con los que ya no se cuenta. Con esa base, bastaría que solo seis UDI rechacen para que fracase la proposición de la Cámara, sin considerar algunas disidencias que puedan surgir de las bancadas del PPD y la DC.

Los factores que explican la resistencia de la derecha están directamente relacionados con el sensible clima político a causa del debate en la Convención Constitucional.

Dado que varios convencionales quieren eliminar al Senado de la futura Constitución, entre los senadores no quieren seguir dando argumentos que alimenten críticas contra la corporación.

A ello se suma que dentro de las negociaciones para buscar una nueva institucionalidad que reemplace al TC se ha puesto de relieve la necesidad de despolitizar la justicia constitucional y el nombramiento del exdiputado, que perdió su reelección y recién dejó su cargo el 11 de marzo, es una señal contraria.

De hecho, el convencional de RN Ruggero Cozzi, quien es parte de la Comisión de Sistema de Justicia, fue uno de los que cuestionaron la nominación de Fuenzalida. “Nominar como juez constitucional a un exdiputado que acaba de terminar su período es señal de desconexión”, dijo el martes pasado.

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