La guerra y el riesgo de recesión tironean al petróleo y los cálculos para el precio se vuelven locos

El precio del barril de petróleo ha estado sobre los US$ 100 durante gran parte del año, debido básicamente a la invasión de Rusia en Ucrania. El Brent, por ejemplo, alcanzó un peak de US$ 127 por barril.


El petróleo ha estado en la mira de todo el mundo en los últimos meses, debido a que su alto costo ha impactado con una fuerza inusitada a los precios de la energía y a la inflación. Estas presiones están generando fuertes dolores de cabeza a los bancos centrales y eso bien los saben los chilenos.

Claro porque el emisor ha subido de manera incesante la tasa de interés para contener la inflación que está en máximos desde 1994. Esto tiene como telón de fondo la igualmente fuerte alza que han mostrado los precios de las bencinas, las cuales rompen máximos históricos cada semana.

El precio del barril de petróleo ha estado sobre los US$ 100 durante gran parte del año, debido básicamente a la invasión de Rusia en Ucrania. El Brent, por ejemplo, alcanzó un peak de US$ 127 por barril.

Sin embargo, en las últimas jornadas el valor del crudo ha sido víctima de la volatilidad debido a los crecientes temores respecto a una posible recesión global. Esto ha anulado la inquietud que generaba la escasez de suministro y los bajos inventarios debido a la guerra.

A esto se suma el fuerte incremento que ha tenido el dólar frente a las principales divisas del mundo, lo que ha impactado de manera directa al mercado de materias primas.

El petróleo Brent de referencia para Europa se derrumbó más de 9% a inicios de semana, mientras que el crudo WTI llegó a perder la barrera de los US$ 100, en su peor jornada en casi tres meses.

¿Para dónde van los precios? Es la gran pregunta del momento. Citi estimó que el barril podría desplomarse a US$65 hacia fines de este año e incluso caer a US$45 para fines de 2023 si ocurre una recesión que detenga la demanda.

Esa perspectiva se basa en la ausencia de cualquier intervención por parte de los productores de la OPEP+ y una disminución en las inversiones petroleras, dijeron en un reporte los analistas Francesco Martoccia y Ed Morse.

“Para el petróleo, la evidencia histórica sugiere que la demanda de petróleo se torna negativa solo en las peores recesiones mundiales”, dijeron los analistas de Citi en la nota del 5 de julio. “Pero los precios del petróleo caen en todas las recesiones hasta aproximadamente su costo marginal”, agregaron los expertos, citados por Bloomberg.

En la vereda opuesta de Citi está JP Morgan. El banco estadounidense dijo que el petróleo podría llegar a un nivel “estratosférico” de US$380 por barril si las sanciones de Estados Unidos y Europa incitan a Rusia a infligir recortes en la producción de crudo como represalia.

En una nota a clientes, la institución dijo hace algunos días que las naciones del Grupo de los Siete están elaborando un complejo mecanismo para limitar el precio del petróleo ruso en un intento por debilitar la máquina de guerra de Vladímir Putin en Ucrania. Pero dada la sólida posición fiscal de Moscú, la nación puede darse el lujo de recortar su producción diaria de crudo en 5 millones de barriles sin dañar excesivamente la economía.

Sin embargo, consignó un artículo de Bloomberg, para gran parte del resto del mundo, los resultados podrían ser desastrosos. Un recorte de 3 millones de barriles en los suministros diarios llevaría los precios del crudo de referencia de Londres a US$190, mientras que, en el peor escenario de 5 millones, podría significar que el crudo llegue a un nivel “estratosférico” de US$380, escribieron los analistas.

Stephen Brennock, del corredor de petróleo PVM, dijo a la agencia Reuters que si bien las preocupaciones económicas pudieron agitar los precios del petróleo esta semana, advirtió al mismo tiempo que el mercado sigue emitiendo señales alcistas.

“Esto se debe a que es más probable que la escasez de oferta se intensifique a partir de este momento en lugar de que se reduzca”, dijo.

Proyecciones más, proyecciones menos, en Chile los precios de los combustibles, particularmente las gasolinas, no hacen otra cosa que subir. Y están presionadas adicionalmente por la furiosa alza del dólar que esta semana llegó a un máximo histórico impensado de $ 1.000.

El precio de las bencinas prácticamente promedia los $ 1.200 por litro, y las proyecciones apuntan a que llegará a los $ 1.300 en promedio a mediados de agosto en la Región Metropolitana.

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