Un blanco sobrio y clásico, de buena acidez y con aromas muy suaves, entre florales y cítricos. Combina perfecto con una merluza austral a la plancha y algo de ajo.

Es difícil hablar de sauvignon blanc sin pensar en el Valle de Casablanca. A su vez, es casi imposible hablar de esta zona productora de blancos sin mencionar a Casas del Bosque, que con su Pequeñas Producciones nos entrega un vino muy frutal pero con una justa cuota de acidez. Ideal para degustar junto a unas ostras y tostadas con mantequilla.

Por lo general, uno asocia la línea Casillero del Diablo, de Concha y Toro, con vinos tintos. Sin embargo, este sauvignon blanc es más que destacable. Con un interesante precio y una rica acidez, más una frescura que ayuda a beberlo fácilmente, funciona perfecto con un buen queso brie y unas galletas saladas.

Un sauvignon blanc muy premiado —y muy rico— es este Cordillera, que destaca por sus complejos aromas, inclinados hacia lo dulce y cítrico, incluso herbal. En boca tiene una acidez bien marcada pero agradable. Por lo mismo, lo elegiría para acompañar algo de charcutería.

Otro gran sauvignon blanc pero cuyo estilo es bastante particular, con aromas que van de lo herbal a lo cítrico. Tiene un sabor penetrante, casi especiado, pero que se siente muy bien. Lo recomiendo para disfrutar en compañía de unos vegetales a la parrilla.

Del valle de San Antonio, este es otro sauvignon blanc de bien ganada fama. Con aromas a cáscara de pomelo y frutas tropicales como el mango, en boca tiene una rica acidez y cierta mineralidad. Ideal para comer sashimi o un buen ceviche.

Este sauvignon blanc también ha ganado prestigio: es muy amigable, tiene una acidez acotada y unos agradables tonos cítricos. Es tan versátil que va bien a la hora del aperitivo pero también con unos choros al alicate.

Fresco, frutal y con un leve toque mineral que persiste en boca: así podríamos definir a este vino de la viña Garcés Silva, que si bien es bebible en cualquier ocasión, yo lo reservaría para degustar con un exquisito congrio frito.

Aquí tenemos un caballito de batalla que, una vez más, no puedo dejar de mencionar. Es que este sauvignon blanc debe ser uno de los que tiene la mejor relación precio-calidad del mercado. Además, su aroma frutal, y algunos dejos a duraznos y damascos, le dan una acidez exquisita, como para acompañar unas almejas con piures y salsa verde.

Este también es un sauvignon blanc de buen precio, pero bastante expresivo en boca. Tiene acidez y notas a fruta, que combinan muy bien con su aroma también frutal, aunque más bien en clave cítrica. En general, funciona perfecto con pescados y mariscos, aunque no sería mala idea juntarlo con una pizza de anchoas.

Más allá de su bajo precio, lo cierto es que este sauvignon blanc es muy fresco, con un poco de acidez que lo hace muy agradable en boca. Definitivamente, un vino para comer, por ejemplo, unos choritos con papas fritas.

Bastante frutal y con muy poca acidez, en boca este sauvignon blanc es muy agradable. Tiene buen precio, lo que lo hace ideal para un almuerzo durante un día caluroso, jornadas en las que se bebe mucho vino y se comen platos fríos, como una ensalada de cochayuyo o un carpaccio de atún.

Otro de los muy buenos sauvignon blanc que podemos encontrar, aunque por lo mismo su precio ronda los diez mil pesos. Muy frutal y refrescante, tiene tonos más bien cítricos y una acidez que se lleva de maravilla con platos fuertes. Por ejemplo, una pasta con erizos (cuando se acabe la veda, obviamente).

Aquí un sauvignon blanc que responde al clásico “bueno, bonito y barato”. Un vino sobrio, con muy poca acidez y algunas tenues notas frutales más bien cítricas. Se deja tomar, y con una merluza frita con papas mayo y ensalada chilena combinará de maravilla.

De aromas más bien herbales, pero en boca con mucha fruta cítrica, este es un sauvignon blanc ideal para abrir los fuegos de un largo almuerzo. ¿Con qué acompañarlo? Un mariscal frío, con mucho marisco crudo, le vendrá como anillo al dedo.

Para cerrar, uno de mis sauvignon blanc favoritos. Fresco, aromático y mineral, es un vino complejo que queda en el paladar con una exquisita acidez. Ideal para degustar junto a unas chochas crudas con apenas unas gotitas de limón.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 6 de octubre de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.