Lluvias se retrasan por crudeza del cambio climático: Chile y Santiago viven el inicio de año más caluroso de la historia

Foto: Agencia Uno

Febrero y marzo fueron los más cálidos comparados con los mismos meses desde que existe registro, mientras que abril se ubica entre los cinco más cálidos. A la fecha promedia 30,95°C, superando a 2015 que anotó 30,26°C. No hay noticias con la lluvia.


El inicio de 2023 ha sido muy caluroso, marcado por diferentes récords de altas temperaturas: febrero fue el más caluroso desde que hay registros en Santiago, lo mismo marzo, registro que generó que incluso el verano se extendiera por cinco meses.

A estos récords, se suma abril, que a pesar de las bajas temperaturas registradas en los últimos días (las más fríos del año con menos de 6°C), aún se mantiene entre los cinco más cálidos de la historia, y de paso, convierte a 2023 en el inicio de año más caluroso de todos lo tiempos en la capital (hasta la fecha).

El actual registro de temperaturas ha sido lo suficientemente elevado como para superar lo ocurrido en 2015, año en el que se presentó el fenómeno de El Niño, el que históricamente eleva los termómetros.

En lo que va de 2023, el promedio de temperaturas máximas en Santiago es de 30,95°C, el más alto desde que hay registros.

Estos son los inicios de años más calurosos en Santiago

2023: 30,95°C

2015: 30,26°C,

2017: 30,12°C

2020: 30,08°C

2009: 29,9°C

2012: 29,88°C

1997: 29,43°C

2019: 29,3°C

1989: 29,21°C

2010: 29,16°C.

Promedio de temperatura en Santiago desde los años 60 a la fecha.

La situación podría prolongarse durante los próximos meses, y el resto del año, debido al término del fenómeno de La Niña, y el inminente arribo de El Niño.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, señala las bajas temperaturas registradas en los últimos días aún no hacen peligrar el récord de 2023, “salvo que se presente un fenómeno denominado ola de frío, es decir, tres días consecutivos con temperatura mínimas inferiores a los cinco grados”.

Imagen referencial. Crédito: Agencia Uno

“Las mínimas han estado, al igual que la máximas, un poco más de 1°C por debajo de los valores típicos para la fecha, pero no califica aún para hablar de ola de frío. Yo diría que estamos teniendo por fin temperaturas cercanas a valores típicos para la fecha”, añade.

Pero aún así, los temperaturas registradas hasta hace poco más de una semana, mantienen al 2023 aún por lejos, “como el más cálido jamás registrado en Santiago”, aclara Cordero.

El calor de este año se prolongaría durante los próximos días. Sólo el miércoles la capital tuvo 30°C, y aún no hay novedades ante eventuales precipitaciones (el déficit es de 100%). Existe la posibilidad de un pequeño frente en la zona centro norte del país a fin de mes.

Se aproxima el Súper Niño para Chile y Santiago

El último informe de la Noaa (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) afirma que el arribo del fenómeno de El Niño es inminente, añadiendo que aumentaron en 40% las probabilidades de que la situación sea de mayor magnitud, es decir, un fenómeno denominado Súper Niño.

“Si bien todavía estamos en una fase neutral de ENOS (Niño/Oscilación del Sur), cuando no hay El Niño o La Niña, existe un 62% de posibilidades de que El Niño se desarrolle en algún momento entre mayo y julio. Esto viene después de casi dos años continuos de La Niña”, expone la Noaa.

El Niño-Oscilación del Sur es un patrón climático definido por la temperatura de la superficie del mar y las desviaciones de las precipitaciones de lo normal en el Océano Pacífico ecuatorial que pueden influir en los patrones meteorológicos y climáticos a escala global, agrega.

Los científicos de la Noaa continuarán monitoreando el desarrollo potencial de El Niño y publicarán la próxima actualización mensual el 11 de mayo de 2023.

Consecuencias globales en las temperaturas y las lluvias

La Niña tenía un efecto moderador en las temperaturas, pero si se desarrolla El Niño, como la mayoría de los pronósticos sugieren, este 2023 será no solo en Chile, y en Santiago, “sino a nivel global, uno de los años más cálidos de la historia”, advierte Cordero.

Es más, las últimas predicciones del fenómeno de El Niño establecen que será un evento intenso, lo que significaría temperaturas globales récord en 2023 y 2024, acercando a la Tierra a un umbral de calentamiento cada vez más cercano al advertido por científicos. En el corto y mediano plazo, se pronostica que el fenómeno dará paso a una fase cálida de las aguas del Pacífico ecuatorial en los próximos meses.

“Si bien quedan varios meses para el invierno, por lo que cualquier proyección debería tomarse con cautela, lo más probable es que el próximo invierno esté marcado por el desarrollo de El Niño”, ratifica el climatólogo.

El último informe trimestral de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), para abril, mayo y junio, entrega las primeras pistas de lo que sucederá en los próximos meses con la llegada de El Niño, y particularmente en junio, justamente el mes donde comienza el invierno.

Personas se refrescan ante las máximas de calor en Santiago Centro, Región Metropolitana. Crédito: Agencia Uno

El documento señala justamente que El Niño podría llegar en los próximos meses, por ahora la zona centro-sur seguirá “seca” con pocas precipitaciones, mañanas más frías y tardes más cálidas entre Santiago y Puerto Montt.

Cordero explica que El Niño suele empujar las precipitaciones al alza durante el invierno en Chile. “Esto significa, que existe la probabilidad de que este año no sea tan seco en la zona central de Chile como los tres anteriores, que estuvieron marcados por La Niña. Aunque, debido a la influencia del cambio climático, es dificil esperar que este sea un año lluvioso”, establece.

Algunos científicos apuntan que el aumento de la concentración de los gases efecto invernadero (GEI), tiene un peso relativamente más significativo en las tendencias del aumento de la temperaturas, olas de calor, incendios y otros fenómenos adversos que El Niño o La Niña.

Eso implica que El Niño está teniendo menos peso en un mundo cada vez más cálido, y en el caso particular del Chile, en menos lluvias, como ocurría en décadas anteriores.

Respecto a la intensidad de El Niño, “los modelos que se emplean usualmente para la proyección, muestran aún una gran dispersión. Esto significa que, aunque lo más probable es que El Niño se desarrolle, no tenemos certeza de cuál podría ser su intensidad. Es decir, aún no sabemos si se tratará de un evento débil o si se tratará de un súper Niño o Niño Godzilla, como el registrado por última vez en 2015″, explica el climatólogo.

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