
El encuentro secreto en que la Garra Blanca le pidió explicaciones al plantel de Colo Colo
La caída frente a Limache, con la consiguiente eliminación de la Copa Chile, agotó la paciencia de los fanáticos. Al margen de los reproches al retorno, hubo una álgida reunión en el Monumental.

Colo Colo está en crisis. O, en rigor, la profundiza. La abultada caída frente a Deportes Limache, que costó la eliminación de la Copa Chile agotó la paciencia de los hinchas albos. En principio, porque se trata de un nuevo revés ante un rival recién ascendido y, luego, porque se agrega a una serie de decepciones en la actual temporada, la del centenario, que se proyectaba como un calendario lleno de satisfacciones. Sin ir más, lejos, este miércoles el equipo popular se jugará ante Racing la permanencia en la Copa Libertadores.
Los fanáticos del Cacique dejaron el plano virtual para las quejas. Ya en el retorno desde Quillota se pudo ver manifestaciones concretas de descontento por la actuación del equipo de Jorge Almirón. Mientras salía del Monumental, en su vehículo, el entrenador fue abordado por un grupo de seguidores que le recriminaron decisiones tácticas, pero que, sobre todo, le precisaron el foco de su molestia: la falta de actitud de los jugadores. Ese día, como en otras ocasiones en la temporada, se desplegó un lienzo con un mensaje alusivo y hubo cánticos en relación a la presunta desidia.
El encuentro secreto en que la Garra Blanca le pidió explicaciones al plantel de Colo Colo
La expresión de queja no fue la única. De hecho, este domingo, después de que la escuadra alba realizara la preparación previa al decisivo partido ante la Academia, se produjo un secreto, pero decidor encuentro: el plantel albo en pleno y el cuerpo técnico del entrenador argentino recibieron la visita de parte de la Garra Blanca, la facción más radical de los hinchas colocolinos.
En rigor, se produjo una reunión, que se realizó en un espacio oficial: la sala en la que habitualmente el entrenador y sus dirigidos comparecen ante los medios de comunicación. En la cita, los barristas manifestaron sus aprensiones respecto del rendimiento del equipo y, en la misma línea de los cuestionamientos que había tenido que afrontar Almirón horas antes, respecto de la actitud de los jugadores. El concepto “mediocres” empieza a transformarse en un signo de la distancia con los futbolistas.

La acción no es la única en ese sentido. La semana pasada, después de la caída frente a Fortaleza, los fanáticos manifestaron una postura categórica. A través de un enérgico posteo en su cuenta en Instagram, la barra brava de los albos exigió que Esteban Pavez sea despojado de la condición de capitán del equipo popular.
Una delgada línea
Si la situación es traumática desde el punto de vista deportivo, la presencia de barristas en un espacio habitualmente privado y reconocidamente oficial aumenta los cuestionamientos. El Cacique, de hecho, se sitúa en una delgada línea respecto de la relación con el grupo organizado de hinchas.
La ley sobre deberes y derechos en los espectáculos de fútbol profesional es especialmente enfática en la prohibición de vínculos entre los clubes y las barras. Sin embargo, la alusión específica apunta a que los grupos organizados de fanáticos no pueden recibir beneficios económicos de los clubes.
Por el Monumental, de hecho, han pasado cortejos de barristas y suele realizarse una actividad de aliento previa a los partidos importantes: el denominado Arengazo.
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