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A fondo con Nicolás Córdova: “No pretendo ser Scaloni; es campeón del Mundo, tiene a Messi”

El seleccionador interino, quien asumió después del despido de Ricardo Gareca, divide su atención entre la Roja adulta y la Sub 20, a solo meses del Mundial juvenil que se realizará en Chile. Sin embargo, sostiene que su visión va más allá: el proyecto hacia 2030.

Nicolás Córdova, el entrenador interino de la selección chilena adulta. Foto: Pablo Vásquez R. Pablo Vásquez R.

Un mensaje en escrito en azul sobre una pizarra blanca de la oficina que ocupa en Quilín funciona como una declaración de principios para el staff que lidera Nicolás Córdova. El autor es Germán Tagle, el seleccionador Sub 13, pero todos sus integrantes, que acompañan al entrenador que terminará las Eliminatorias después del fracaso de Ricardo Gareca, adscriben a él. “Nosotros trabajamos todos los días para que los jugadores buenos sean muy buenos y los muy buenos se conviertan en excelentes”, dice.

¿Va a convocar a jugadores de la Generación Dorada?

Se puede hablar de dos cosas. Por ejemplo, de proceso mundialista o de un equipo que privilegia gente joven, como lo que hizo el PSG. Ahora, Pepe fue campeón de la Eurocopa con 40 años. No se puede decir ‘yo quiero solo jugadores jóvenes’. A lo mejor uno de 36 está en un gran momento y puede ser utilizable. En las Eliminatorias del 98 Víctor Hugo Castañeda jugó muchos partidos y terminó como ayudante de Nelson Acosta. En las del 2010, Marcelo (Salas) jugó un par de partidos, hizo un gol en el Centenario.

¿Llamar a un jugador de la Generación Dorada no sería una contradicción?

Según. Si va a ser alguien que va a aportar para que el resto de los jugadores pueda generar un proceso para el 2030, no. Lo que vamos a tratar de hacer es generar un plantel para que pueda competir al 2030. Eso es lo que me encomendó la Federación. Y para eso tenemos que cambiar liderazgos. No es solamente ir a jugar un partido con Brasil. O sea, ok, yo saco toda la Generación Dorada. ¿Quiénes son los líderes hoy día?

No hay.

Hay. Es que no lo sabemos, porque los líderes aparecen espontáneos cuando no hay liderazgos. Hay muchas cosas que evaluamos. Quién va jugar de lateral derecho y va marcar a Vinicius es una, pero hay un montón de otras variables al hacer una convocatoria. No es solo a quien convocamos sino al que dejamos de convocar. La visión es a 2030, no hay otra. Tenemos que armar un grupo que genere un cambio.

Córdova, en el entrenamiento de la Sub 16 (Foto Pablo Vásquez R.) Pablo Vásquez R.

¿Ese principio es un respaldo?

En cualquier decisión, nuestro respaldo es que estamos pensando en 2030. Poniendo a un jugador de la Generación Dorada o no poniendo a ninguno. No tiene que ver con los partidos del 4 o del 9, sino con cómo llevas un proceso para que estos jugadores lleguen lo más consolidados posible a marzo, cuando llegue el entrenador nuevo, pero sobre todo a septiembre del 2027, que es donde empieza todo. El Mundial Sub 20 es tan importante, no por el Mundial en sí: no nos podemos equivocar en ningún jugador, en ninguna lista. Si fallamos en un jugador en la Sub 20, es perjudicial para la mayor. Si nos equivocamos en un jugador de la Sub 17 es perjudicial para la próxima Sub 20, que es un año y cuatro meses.

Ahora, pensando en que el objetivo es 2030, el límite probablemente sea los 30 años.

Sí, pero puede ser 32. ¿Y si lo bajamos a 28? Paulo Díaz tiene 31. En 2030 va a tener 35 años ¿No puede jugar un Mundial con 35? Lo que tenemos que ver es si el jugador va a ser competitivo. No es una regla única. Hay que ir caso por caso. Si todavía va a ser competitivo, si tiene que aportar algo para la Selección. Si no hay líderes, tenemos que sacar, van a aparecer. Sé que hay. Con algunos jugué, a otros los dirigí. Yo ya dirigí un partido la Adulta. Sabemos quiénes pueden dar.

Algunos van en camino a su peak.

No tenemos un plantel consolidado. Esto no es una crítica a Ricardo (Gareca), pero las nóminas fueron siempre cambiando. Cuando tienes un plantel consolidado es imposible entrar a Selección. Eso, Scaloni lo ha hecho extraordinariamente bien. En todas las nóminas va metiendo uno. Mete a Nico Paz, después a Echeverri. Cuando no está Messi, juega un chico de 22 años. O uno de 20. A lo mejor, hubo momentos en que había que meter a alguien desde más chico y no lo hemos hecho porque a los 20 años no tenemos jugadores preparados para estar en la Selección. Es lo que hay que cambiar.

¿Los jugadores con los que habló están comprometidos con la idea?

Sí. Les explicamos lo que queremos hacer, a todos los que vimos. Y llamamos a otros varios por teléfono, a algunos que juegan en Europa.

¿Ninguno se restó?

Por ahora, no. Todos han respondido a estar, a abrir este nuevo proceso. Nos conocen, han estado con nosotros. Los partidos son muy complejos. Es Brasil en el Maracaná, pero también es un partido soñado para cualquiera. No existe motivación más grande que jugar un partido de ese calibre, incluso en las condiciones en las que estamos hoy. También es una oportunidad para empezar algo. Hay un proyecto cada vez más sólido. Y nos llevamos increíble entre nosotros.

Córdova y su staff, en la práctica de la Sub 16 (Foto Pablo Vásquez R.) Pablo Vásquez R.

¿Dejó algo Gareca en su paso por Chile?

Él también vino en una situación compleja. Me cuesta hablar de Ricardo, porque con nosotros se portó espectacular. Siempre estuvimos conectados. Nos preguntaba por jugadores, por qué veíamos. Cuando necesitaba hacer fútbol, nos llamaba. Tenía una visión de su forma de trabajo con Perú. A lo mejor la quiso replicar acá y no eran los momentos. Cada uno tiene su manera de trabajar a nivel de Selección. Para nosotros, que estamos acá abajo, es incuestionable, porque fue a un Mundial, hizo un cambio radical en Perú. Lamentablemente, no se dieron los resultados. También es cierto que era el entrenador que todo el mundo quería. No lo podemos desconocer. La gente ni la prensa. No podemos decir ‘vino alguien al que todo el mundo resistía’. Vino y no resultó.

Ustedes llegan a las 08:00, están reunidos acá. De Gareca se decía que trabajaba poco.

No lo sabemos, porque nunca estuvimos en Pinto Durán. Al final, este deporte no tiene una fórmula secreta. Puedes mil videos y juegas contra un entrenador que no ve ninguno y pierdes. Entonces, es irrelevante lo que hacía, su método, porque, al final, se le cuestiona porque se perdió. Si se hubiese ganado, se hablaría de que no necesitaba mil videos.

¿No le hacía ruido que el seleccionador no fuera a los partidos de la competencia local o que pasara más tiempo en Argentina?

Eso depende de los acuerdos con tu empleador. Te puedo hablar de lo que hacemos, no de lo que hacen otras personas. Tenemos un sistema de trabajo que, por la carga de trabajo de tener dos mundiales y lo de la Adulta, ha tenido que ser un poco modificado, pero durante el año trabajamos de lunes a jueves con las selecciones. El viernes tenemos libre y el sábado vamos por las canchas, a ver jugadores. Tenemos las cámaras Pixellot que Mario, uno de nuestros analistas, manda a partidos aleatorios para que alguien empiece a buscar jugadores. O nos llega un jugador que hay que visionar desde regiones y alguien lo empieza a ver, lo sigue. Cuando no hay entrenamiento, estamos todo el día en los computadores viendo. Ellos mucho más que yo. Yo tengo otro tipo de reuniones y hago otras cosas.

¿Encontró algún informe de Gareca respecto de lo que había pasado en su proceso?

Sí. Están todos los informes.

¿Qué explica?

Tenía una visión de algunos jugadores que le gustaban y son gustos personales. No vamos a entrar en el detalle de qué jugadores elegía, o no. Depende de la visión de cada entrenador. Para nosotros es mucho más fácil, porque somos chilenos, los conocemos, los hemos dirigido.

Gareca dio muestras de desconocimiento de jugadores que estaban en la nómina, como Vigouroux.

No quiero hablar de algo que al final, para nosotros, es absolutamente irrelevante. Ya quedamos eliminados. En la otra oficina que teníamos, en (el complejo Fernando) Riera, había un cartel grande que decía ‘clasificar a los mundiales’. Nuestro único objetivo es que Chile juegue en un Mundial. Los jugadores agarran un valor distinto, se venden, juegan en equipos mejores y eso hace que la Selección crezca. Eso ya no pasó en el de 2026. Ya van tres mundiales sin ir. Hay que darle valor a la Selección. Los chicos que no cumplan con parámetros, con exigencia o comportamiento, no van a venir a la Selección. Los clubes ya lo saben. Queremos darle valor para que el chico, cuando llegue a la Selección mayor, no tenga que vivir un proceso de adaptación. Que ya sepa qué es ser jugador de selección.

¿Sigue resistiendo la regla Sub 21?

Sí. Los jugadores tienen que jugar porque están capacitados. Es inútil que hablemos de reglamentos si los jugadores no están capacitados.

¿Qué le dijeron los presidentes?

Cada uno defiende su postura. Hoy es beneficioso para que tengan minutaje, porque si no estuviese la regla, por la escasa preparación que tienen los jugadores, sería muy poco lo que jugarían. Esa es la realidad. Y de alguna manera se va complementando la preparación con los partidos que van jugando, pero cuando juegan los primeros partidos no están capacitados. De hecho, los sacan. Si vas a ver estadísticas, en general, cumplen el minutaje y si los tienen que sacar al minuto 60, a los 60’ se van afuera. O los sub 20, que cumplen doble minutaje, juegan 33′.

U ocupan a la Selección para descontar.

Se los dije. Eso no puede pasar más.

¿Advierte que hay un vicio en la utilización de la regla?

Obvio que está mal. Se los dije a todos, ‘ustedes votan una regla que después buscan la forma de vulnerar a partir de la Selección’. ¿Para qué tenemos regla, si hay clubes que han tenido casi todo el minutaje a partir de la Selección? O sea, cuando Seba estaba en el Sudamericano, todos los clubes que tenían jugadores en la Selección pusieron los minutajes en la mesa. Jugadores que no estaban en los primeros equipos. Alguien, no recuerdo quién fue, de qué club dijo ‘¿Para qué tenemos la regla? ¿Cuál es el objetivo?’. ¿Para vender jugadores? No se cumplió. ¿Promover jugadores? En la Selección mayor no se cumplió. Bajo esa lógica, la regla no debería existir. Yo traté de cambiar el foco de la conversación: preparar jugadores para el alto rendimiento.

¿Qué pasa si usted le bloquea jugadores a ciertos equipos y no los cita hasta el Mundial?

Lo más importante para nuestro proyecto son los jugadores. No existe club ni nosotros. No puedo utilizar a los jugadores contra su club o contra nosotros por una regla. Hay una cosa que pasa mucho: todos los años, o se cambia un campeonato o la cantidad de equipos. Hoy se está discutiendo. Ahora, ¿se ha hablado de fútbol? Nada. ¿Se habla de a cuántos kilómetros tiene que correr un central para que sea de alto rendimiento, de cuánto tiene que medir un arquero para que tenga más alcance en los siete metros que tiene el arco? ¿De la metodología de entrenamiento según metro cuadrado por jugador, para que tengan el nivel de percepción de lo que va a pasar en el partido? ¿De cuánta masa muscular tiene que tener un jugador para jugar domingo, miércoles, domingo? Esa es la conversación.

Córdova, en Quilín (Foto Pablo Vásquez R.) Pablo Vásquez R.

Septiembre y octubre se van a medir por parámetros objetivos, que son los resultados.

Son las reglas del juego que tienen todos los entrenadores del mundo. Ni siquiera pienso en eso. Lo único que tengo seguro es que en algún momento me voy a ir de acá. Es más fácil, digamos, asumirlo así. Ya me fui de acá una vez. Y renuncié en Palestino y me echaron de Wanderers. Y me echaron de Universitario cuando íbamos punteros y en cuatro fechas hicimos un bajón. Es normal. Además, imagínate lo lindo que es para mí, la suerte que he tenido de poder dirigir un Mundial en casa, con las entradas para el debut vendidas. La han tenido Miguel Ponce, Luis Ibarra y Fernando Riera.

¿Qué significa?

Voy a contar una infidencia: cuando estábamos por jugar la semifinal de la Sub 17 con Brasil, no pude cantar el himno. Estaba emocionado de que este proyecto esté andando y que estemos clasificados a un Mundial y estemos una semifinal de América, aunque sea sub 17. El día que debutamos en el Sub 15, que jugamos con Colombia, estaban Ariel y Seba: nunca en mi vida, había estado tan nervioso para un partido, porque era el primero de un Sudamericano del proyecto. Tiritaba. Como ya sé que en algún momento me voy a ir, lo que hay que preservar es el proyecto. Está validado por Rodrigo Robles, Marko Biskupovic y Felipe Correa, tres jefes de Selecciones. Hemos ido a nueve microciclos regionales. Los 32 clubes tienen todo lo que hacemos. Hemos recibido a entrenadores de todos. Semanas completas están acá, los capacitamos online. Esto va más allá de mi nombre.

Pero dos malos resultados negativos en las Eliminatorias pueden afectar el clima para el Mundial, que es su foco.

Sí y no. Esa es mi capacidad de abstraerme de lo que está pasando. Ustedes ponen mucho de su cosecha en esto. Hoy día, con el clickbait, es súper fácil poner un título y después es otra cosa. No es una queja, es una realidad. Felipe dijo que yo podría ser uno de los candidatos y tengo esta cuestión (muestra el teléfono) colapsada, porque los títulos son otros. Ya llevo 35 años. No me va a pasar nada. Sé que si nos va mal es probable que me puedan sacar, pero son las reglas. Y si me va bien, pueden traer igual a otro entrenador. Hagamos cuentas de que nos va súper, mega, hiper bien y don Manuel acepta venir: yo sería el más feliz de la vida al estar debajo de don Manuel Pellegrini en la Selección. Sería un honor. ¿Pero sabemos si eso va a pasar o si no va a ir bien? No.

Zamorano lo designó como el técnico del futuro. ¿Cómo toma sus palabras?

Estuvo en Madrid con la Sub 20 y vio cómo trabajamos. A Iván lo considero un amigo. Fue un ídolo de todos. Tengo el privilegio de hablar siempre con él, de verlo en Miami. O, cuando viene, me escribe, me llama. Es un privilegio ser cercano a él y se agradece, pero, de verdad, soy súper tranquilo con toda esta cuestión. Ya llevo 11 años dirigiendo, y al principio, uno se pone más impaciente. Lo digo con toda sinceridad: estoy viviendo día a día. Tengo el foco en el 1 de septiembre, en hacer las listas.

¿Qué le pasa cuando comparan su inicio y su experiencia con los de Guardiola o Scaloni?

No me acuerdo que entrenador me dijo una frase que me quedó. Creo que fue don Manuel. La voy a decir: “La carrera de entrenador es de resistencia, no es de velocidad”. Todos tenemos nuestro tiempo. O sea, Guardiola nos reventó a todos, porque a los 37 años salió seis veces campeón en el mismo año. Y, de pronto, todos querían jugar como Guardiola. De repente, aparece Klopp y le empieza a ganar con transiciones y Ancelotti, que se reinventa en el Real Madrid, y ahora Luis Enrique, que es todo a partir de la interpretación del juego. O Maresca, que le da otra vuelta, le jugó mano a mano en la final y lo bloqueó y no lo dejó hacer nada. Esto es circular. Nadie tiene que competirle a Guardiola por ser Guardiola. Yo no pretendo ser Scaloni. Tiene otro recorrido, es mayor que yo, ya es campeón del mundo, tiene a Messi. Voy a tratar de rentabilizar lo que tenemos. Salir a buscar jugadores, entrenarlos en alto rendimiento, prepararlos para los Sudamericanos y para que lleguen a la Selección mayor. Estoy en la Selección mayor: salir a buscar jugadores, ver 10.000 videos. Otra cosa súper importante. Cuando a mí me contrataron, todo los que estaban acá tenían contrato, uno de dos años, otro de cuatro, otro de uno. Y les dije ¿quién quiere estar acá? Ok: todos con el mismo contrato: indefinido.

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